Raquel y dos bocados de Rock ‘n’ Roll

Tiene nombre de mujer. La imagino esbelta y elegante; una dama atrapada en la década de los 50 que descubre en la noche el embrujo del Rock ‘n’ Roll. Así recreo a Raquel, una chica joven que ―quizás― no supera los treinta años y que sueña con tragarse el mundo, girando con su banda, conociendo nuevas ciudades, llevando en sus letras ese retrato cotidiano que para muchos pasa desapercibido, pero que encierra en su esencia el desparpajo de la rebeldía y la imprudencia propia de los espíritus jóvenes.

Su sonoridad me despierta la curiosidad por descubrir la razón que motivó a una agrupación nacida en Medellín, para presentarse bajo el nombre de Raquel. Pudo haber sido la casualidad o el capricho con el que suele sorprendernos la vida en circunstancias más sencillas; o, también, la respuesta inmediata en un momento donde flaquean las ideas. No viene al caso, en ocasiones, los instantes más simples se convierten en historias definitivas.

―Necesitábamos un nombre para un evento. Ante la escasez de ideas, decidimos usar el nombre de una de nuestras canciones: ‘Raquel’. ―Explica la agrupación y continúa―. Fue nuestra segunda composición y la primera que contaba una historia acerca de un personaje.

En concordancia a esa primera imagen que me generó el nombre de la banda, Raquel, está influenciada por el blues, el rockabilly, el indie y el garage rock, entre otros; su inspiración proviene de la cotidianidad y su lenguaje, explican sus integrantes, es desfachatado, e irreverente. Así lo comprueba en las dos canciones que presenta: ‘No me olvido’ y ‘Pilio’.

‘No me olvido’ es el primer suspiro de Rock ‘n’ Roll. El bajo, protagonista en los primeros acordes, le otorgan profundidad a la canción. Su atmósfera sonora es cambiante y en ciertos pasajes, se acerca a la psicodelia. Es frenética e impulsiva. La lírica, por su parte, narra la historia de hombre distraído que, en medio de sus confusiones, siempre encuentra la excusa para pensar en ella, una mujer cuya identidad no es despejada, pero de la que se presume, dejó una huella profunda en él.

Fiel a la espontaneidad que define la personalidad de Raquel, ‘No me olvido’, se inspiró en la casualidad, dando lugar a una historia que juega con la ficción y es permeada por la característica de uno de los integrantes de la agrupación.

―Alex Velázquez tuvo la idea de hablar acerca de lo olvidadizo que soy (Santiago Lopera) y a partir de ahí construimos la narrativa―. Explica Santiago Lopera, voz líder y guitarrista de Raquel.

‘Pilio’, el segundo suspiro de Rock ‘n’ Roll que presenta la agrupación conformada en 2018. Es una canción divertida. En ella queda explícita la intención de plasmar la realidad desde la naturalidad del lenguaje. Es espontánea y fresca. Su sonido, influenciado por la primera ola del rockabilly, juega con diversas velocidades que se traducen en una composición dinámica que se desplaza con libertad por diferentes estaciones.

Raquel, esa mujer que imaginé al principio, gusta del Rock ‘n’ Roll y sabe que la irreverencia no cree en correcciones políticas y es ajena a cualquier pretensión. Al igual que la agrupación que lleva su nombre, es libre, rebelde y espontánea.

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