Pretenden apoyar a jóvenes en la formación académica y el perfeccionamiento de sus habilidades musicales desde el programa Rock y Vida
Por, Luis Alfredo López
Creada apenas desde el 2017, la Fundación Jóvenes Talentos de Colombia, con sede en el municipio de la Mesa Cundinamarca, es una organización con impacto social y cultural que apuesta por la formación humana de adolescentes y niños de la zona del Tequendama, a partir de la formación musical y específicamente el Rock.
Lanzamiento de la Fundación:
La fundación es un proyecto que surgió del interés de Mario Alberto Jiménez y su esposa Sabina Acero quienes, por ahora, pretenden apoyar a jóvenes en la formación académica y el perfeccionamiento de sus habilidades musicales desde el programa Rock y Vida, entregando espacios y capacitación necesarios para el desarrollo de sus capacidades, la formación humana, y creando o participando en espacios de proyección donde los chicos inscritos han podido dar a conocer sus propuestas en públicos y tarimas de alta calidad, como a cualquier agrupación de rock de nivel le gustaría.
La Fundación Jóvenes Talentos de Colombia al identificar, cultivar y perseguir estas habilidades, ayuda a los jóvenes a mantenerse comprometidos con su educación, mantenerse activos en su comunidad, siempre orientados a tener un futuro próspero.
Desde la fundación existe una visión renovada del rock, entendiendo el papel y el impacto social que este género musical ha tenido históricamente, tras más de sesenta años, superando los clichés de los medios y de algunas agrupaciones, tratando de utilizar los aspectos positivos que lo han relacionado como un elemento transformador y un vehículo de expresión con fuerte contenido crítico e intelectual que puede servir de motivación a las nuevas generaciones para explotar sus propias capacidades al máximo.
Es por ello que durante el último año, el trabajo de la fundación desde el programa Rock y Vida se ha enfocado en varios frentes:
Primero: la formación de ensambles de rock con composiciones propias de los jóvenes.
Segundo: la presentación en vivo desde espacios tan llamativos como Rock al Pueblo en La Mesa, un concierto que contó con la presencia de más de quince bandas y cuyo cierre estuvo a cargo de la legendaria Ekhymosis –en éste, su retorno al metal– y en el primer festival Rock y Vida en el famoso Food and Rock de Bogotá, en cual se presentaron agrupaciones como Noxos, Elite y Herejía, que además de sus propuestas musicales, se han acercado como artistas a la comunidad, brindando su experiencia sobre la escena.
Cave Myth primer ensamble de la Fundación en el Rock y Vida Fest:
Tercero: el cubrimiento de eventos, donde los estudiantes han visto de primera mano la producción de festivales como Rock Inc, Día del Rock Colombia o el propio Rock al Parque 2017, realizando entrevistas, fotografía, videografía y teniendo como resultado, productos muy interesantes como el corto documental No soy un mito, soy un rockero, el cual narra la experiencia de la primera asistencia de un joven mesuno al festival más grande de rock del país y las implicaciones de escuchar esta música en un ambiente de provincia, donde aún existen fuertes prejuicios alrededor del tema.
Corto No Soy Un Mito Soy Un Rockero:
Cuarto: el apoyo a agrupaciones emergentes como Hysteresis, banda Hard Heavy, conformada por adolescentes entre los 12 a los 18 años, que ya ha participado en varios escenarios y se viene labrando un espacio en la escena. La fundación les ha aportado sesiones en estudio y la grabación de un vídeo donde podemos apreciar todo su talento, una muestra además, junto al corto y varios productos que se encuentran en elaboración, del potencial audiovisual, del que participan varios profesionales y que Jóvenes Talento por Colombia, ofrece para la profesionalización y comercialización de las nuevas propuestas.
Vídeo Lugar Perdido de Hysteresis producido por la Fundación:
Más allá del componente Rock y Vida la Fundación Jóvenes Talentos de Colombia tiene como proyección, impactar en los jóvenes no sólo con la música, en donde su labor de formación de nuevo público, talento y escenarios es de un valor y necesidad innegables, sino también: “desde los espacios y capacitación necesarios para el desarrollo de sus capacidades, ya sean estas artísticas, deportivas, científicas” o cualquiera que esta sea por lo cual, como organización sin ánimo de lucro, plantea varios proyectos para recaudar fondos, recibir aportes individuales y cuenta con alianzas estratégicas que puedan ayudar a sostener esta iniciativa por largo tiempo.
Recientemente se ha anunciado la creación de una nueva sede en la localidad de Bosa en Bogotá, para quienes deseen inscribirse en el componente Rock y Vida.
Los Invitamos a conocer todos los proyectos de la Fundación Jóvenes Talentos de Colombia en su página web y redes sociales:
Página web

22 agrupaciones en el cartel que se reunieron en la galería comercial y cultural la K-ZONA enclavada en pleno centro de Bogotá, calle 15 # 9 -64, y que sorprende por su gran tamaño, mucho más de lo que aparenta la fachada. Es un espacio renovado de una antigua casona de probable origen republicano que cuenta con algunos locales, un patio cubierto enorme en la parte posterior donde se realizó el concierto y un segundo piso en el que se está conformado una galería y una biblioteca. Esta locación se proyecta como un espacio aprovechable para diferentes actividades culturales que merece la pena conocer y promover. Un sitio adecuado para conciertos pequeños. La pega está en la poca acústica que logra, lo cual fue un pequeño dolor de cabeza para los ingenieros de sonido, sobretodo el primer día del Festival.
El factor negativo real estuvo principalmente el primer día, con la baja asistencia, con un coste apenas de 15.000 pesos, se esperaba una mayor concurrencia, sin embargo se demostró en esta ocasión que los rockeros más radicales están acostumbrados a la entrada gratuita de los festivales de las localidades y pocas veces sustentan su apoyo a lo nacional con un importe. Esto, contrario a una crítica frente a la organización, es un punto a favor de ella, porque demuestra su intención de formar o más bien reconstituir un público ofreciendo un espectáculo integral, donde las bandas estén cercanas al público y formen una comunidad, lo cual han venido sustentando post-festival con charlas en colegios y comunidades.
Los otros que rompieron tarima fueron los jovencísimos Hysteresis, agrupación de adolescentes con excelente capacidad interpretativa y un rock entre hard y heavy actualizado, que desborda en actitud. Despierta una gran emoción ver gente tan joven renovando la escena y haciendo verdadero rock. Efectos en el escenario, pequeños cambios de vestuario, excelente teclista femenina, buena voz y guitarras riferas llamaron la atención del público más veterano y se llevaron las palmas del día.