(Valle del Patía, Cauca, Colombia)
Por, Edwin Javier Velasco Caicedo
Al otro lado del océano en extrañas, lejanas e industriales tierras
sobre un viejo escritorio de cedro, escribe lejanos y extraños versos el poeta.
De este lado del océano en lejanas, extrañas y no tan industriales tierras
un Chaman vierte ayahuasca en una copa hecha del árbol del totumo,
todo listo para el ritual, los presentes beben de la misma copa.
Un poco más al norte, más al oriente, más al occidente y más al sur
un numeroso grupo de personas hacen sonar los cristales de sus copas con un brindis.
¡Salud! ¡Por la posteridad!
Los versos extraños del poeta solo pudieron ser captados por el chamán,
y los sacrosantos rituales del chaman solo fueron captadas por el poeta.
Mañana será un nuevo día.
Las numerosas gentes de lejanas y extrañas tierras en ambos lados del océano
se levantarán y continuarán entregando sus vidas a la industria,
muchos de ellos incluso sin percatarse que,
en ambos lados del hemisferio,
yacen los solitarios cuerpos sin vida
y olvidados de un chamán y de un poeta.
Dos rituales diferentes, a millas de distancia y separados por un océano, se conectan simbólicamente, entre sí, por estos precisos versos
Equipo Narraciones Transeúntes
Edwin Javier Velasco Caicedo
(Colombia) Hijo de labriegos descendientes de África, nació en la región del sagrado valle del Patía, creció bajo el amparo del cacique Jamundí, pueblo en el que vivió durante su infancia y parte de su adolescencia. Filósofo de profesión, literato de vocación.
Considera que la filosofía, el arte, la literatura y la poesía son analgésicos que nos permiten soportar la cruda realidad de un mundo frecuentado por el homo tecnológico e inhumano.