De doña Carmelita no contamos con archivo fotográfico. Imagen tomada de internet: identidadesymemorias. wordpress.com

Carmelita

Carmelita es una mujer de cuarenta años de la comunidad Embera Chamí y desplazada por las Farc; llegó el 6 de mayo de 2007 a Bogotá y desde entonces no ha dejado de luchar ni un solo día

Crónica tomada del libro De la tierra al olvido y otras historias de mujeres en medio del conflicto

 

De doña Carmelita no contamos con archivo fotográfico. Imagen tomada de internet: identidadesymemorias. wordpress.com

 

 

 

La más dura época de Carmelita no termina ahí, hace unos días se le acercaron a preguntarle cuánto costaba un collar, ella lo que hizo fue responder pero estaba tan distraída con su bebé que cuando se dio cuenta ya era muy tarde, ya le habían robado un collar. Uno de tantos que ella con tanto esfuerzo y dedicación elaboró se lo habían robado en menos de diez segundos; para ella vender un collar al día le significaba comida y resguardo.»

La perseverancia a veces cansa…

 

¿Sabes lo que es vivir un mes sin saber tu nombre? El hijo de Carmelita sí lo sabe, pero ignora que es uno de los derechos que le han sido quebrantados.

Aunque no es el más grave ni urgente problema por solucionar en la vida de ella, dentro de pocos días ese tema se habrá resuelto, pero ¿qué pasará con los otros derechos que le han sido vulnerados? El derecho de tener seguridad social, el de disfrutar de alimentación, vivienda y servicio médico, o el de ser el primero en recibir atención médica en situaciones de emergencia.

Carmelita es una mujer de cuarenta años de la comunidad Embera Chamí y desplazada por las Farc; llegó el 6 de mayo de 2007 a Bogotá y desde entonces no ha dejado de luchar ni un solo día y menos ahora que tiene una nueva razón por la cual debe continuar su batalla.

Mujer doblemente desplazada, primero en Belén de Umbría, donde duró siete años, luego en Mistrató, su ubicación principal. De la finca a Risaralda son cuatro horas caminando y dos horas en carro. Lleva tres años en Bogotá, su esposo vende dulces, se alojan en una pieza en el centro de Bogotá que les cuesta nueve mil pesos la noche y se gastan diez mil pesos al día en comida.

Ella llegó con su familia a Bogotá, sin conocer a nadie, en un bus donde venían nueve personas desplazadas del mismo lugar. Mataron a toda su familia: padres, hermana y sobrinos, pero ella prefiere no recordar los hechos que sucedieron en Mistrató, Risaralda, el día que fueron desplazados.

Ella dice que los enviaron desde la gobernación y al llegar a Bogotá les dieron veinte mil pesos, con los que compró chaquiras y nailon para hacer collares indígenas para empezar a venderlos como hacía en su tierra y como le había enseñado su madre desde pequeña. Solo que ahora los vendería en las calles de Bogotá, de lunes a sábado y los domingos y festivos se desplaza a Usaquén.

Aproximadamente sus collares son de diez mil, quince mil y hasta cuarenta mil pesos, hay días que vende, otros no, pero para poderse mantener tiene que vender por lo menos cinco collares de diez mil pesos. Al igual que su esposo, que vende dulces en los buses, a ella le da pena pedir limosna ya que le da miedo que la rechacen o simplemente no le colaboren, así que prefiere hacer las manualidades que le enseñó su madre. No terminó el colegio, quedó en segundo de primaria porque no tuvo recursos para seguir pagando, además su colegio era muy lejos de su casa, pues en la vereda que vivía no había ninguno y el único quedaba en el pueblo; su recorrido era salir a las 5:30 a. m. y llegar al colegio a la 1:00 p. m., su jornada era de 1:00 p. m. a 5:00 p. m., afortunadamente este era un internado, entonces estudiaba de lunes a viernes y el fin de semana se iba a su casa. Así que el recorrido solo era frecuente los lunes y viernes. Su colegio era grande, no tenían uniforme, dormían en un salón gigante: el dormitorio.

Y es que ese es el horizonte cotidiano de Carmelita, todos los días se levanta para continuar una batalla. Vive en el centro de la ciudad con sus cinco hijos: Anderson, Derner, Alejader y Carlos, Sicama y su esposo; sus hijos estudian en un colegio distrital, el San Agustiniato Caballero, y su hijo de jardín en uno llamado Paolita, están situados en el centro de la ciudad, no tiene ningún costo ya que ella pasó unos papeles y, por ser desplazada, el distrito la ayuda y la favorece: tres de sus hijos en el colegio, uno en jardín y un bebé de un mes de nacido. A la fecha, Carmelita lleva cinco días sin comer medianamente bien, puesto que su bebé de un mes, que aún no tiene nombre, se enfermó y por esta razón le quedó imposible salir a trabajar.

Sin embargo, esto no ha sido un impedimento para volver a las calles a vender sus artesanías en la carrera 13 con 37. Así, con el estómago vacío y con la ilusión de vender en el día al menos los veinte mil pesos que le cobran por noche en la piecita donde se hospeda.

La más dura época de Carmelita no termina ahí, hace unos días se le acercaron a preguntarle cuánto costaba un collar, ella lo que hizo fue responder pero estaba tan distraída con su bebé que cuando se dio cuenta ya era muy tarde, ya le habían robado un collar. Uno de tantos que ella con tanto esfuerzo y dedicación elaboró se lo habían robado en menos de diez segundos; para ella vender un collar al día le significaba comida y resguardo.

La cultura Embera Chamí comparte la historia prehispánica y colonial de los embera, caracterizada por su continua resistencia a las incursiones conquistadoras hasta el siglo XVII, cuando la mayoría de los pueblos huyeron hacia las selvas. En el proceso de asentamiento en su actual territorio han estado en permanente contacto con poblaciones mestizas y afrocolombianas con las que comparten su área de ocupación, así como con otros actores de la sociedad mayoritaria que han configurado la dinámica social y económica de sus asentamientos.

Durante las últimas décadas han enfrentado el problema de la reducción considerable de sus territorios debido a la expansión de la frontera agrícola, así como el deterioro de sus suelos; estos fenómenos han propiciado transformaciones en su patrón de residencia y explotación del medio ambiente.

La vivienda de este grupo se destaca por la dispersión de sus asentamientos ubicados sobre las cuencas de los ríos, en donde han desarrollado por cientos de años una cultura adaptada a los ecosistemas de selva húmeda tropical. Habitan en tambos rectangulares construidos en guadua, separados entre sí y ocupados por varias generaciones de una familia extensa. Actualmente, los planes de vivienda impulsados por las entidades gubernamentales y religiosas han propiciado la nucleación de sus asentamientos.

Hoy en día son comunes las veredas conformadas por varias viviendas, una casa comunal –donde está el cepo– y una escuela.

La organización sociopolítica de esta comunidad es la parentela, base de la organización social, está integrada por el padre, la madre, los hijos de la pareja y sus respectivas familias. La autoridad la ejerce el jefe de familia, generalmente una persona mayor. Su organización política recae en el cabildo, figura que, a pesar de ser esencial para las relaciones externas de la comunidad, no ha desplazado el poder de las autoridades tradicionales para establecer formas de control social.

Al igual que para los demás grupos embera, el jaibaná, hombre o mujer, tiene una función de gran importancia en el manejo de la vida mágico-religiosa del grupo.

Las comunidades chamí del departamento de Risaralda se encuentran organizadas alrededor del Consejo Regional Indígena de Risaralda (CRIR), con cabildos mayores y cabildos locales. En el Valle del Cauca, los chamí han conformado sus cabildos bajo la coordinación de la Organización Indígena del Valle (ORIVAC).

La economía embera y el sistema de producción se basa en la agricultura de selva tropical, en parcelas donde cultivan café, cacao, chontaduro, maíz, fríjol y caña de azúcar, entre otros productos. Además, practican la caza, la pesca, la recolección y en menor medida, la extracción de madera y oro.

 

Descargar De la Tierra al olvido y otras historias de mujeres en medio del conflicto

 

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La última palabra

 

Crónica tomada del libro De la tierra al olvido y otras historias de mujeres en medio del conflicto que presenta 18 de las cientos de historias, que lograron reunir en dos años de trabajo un grupo de periodistas en formación. En éstas se hace un acercamiento a las voces de aquellas mujeres que en carne propia vieron como un conflicto, del que no tienen responsabilidad, las hizo protagonistas de una tragedia.  
La compilación fue realizada Proyecto Ceis – Colectivo de Estudios e Investigación Social. La edición estuvo a cargo del Centro de Memoria Paz y Reconciliación, y contaron con el apoyo de la Alcaldía Mayor de Bogotá (Bogotá Humana) y la Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación (Dignificar).

 

 

 

Imagen tomada de internet: identidadesymemorias.wordpress.com

 

 

 

 

Madres de Soacha denuncian impunidad a través del arte

‘Antígona’, tribunal de mujeres, es una agrupación teatral del municipio de Soacha, conformada por víctimas del conflicto en Colombia que denuncian a través del arte la violación de los derechos humanos contra ellas y sus familiares

Víctimas de ‘Falsos Positivos’

‘Antígona’, tribunal de mujeres, es una agrupación teatral del municipio de Soacha Cundinamarca, conformada por víctimas del conflicto  en Colombia que buscan denunciar a través del arte escénico la violación de los derechos humanos contra ellas y sus familiares, la censura y sobre todo, buscan expresar lo que en la vida real son obligadas a callar.

La agrupación está integrada por nueve mujeres, víctimas reales de la violencia. Seis de ellas, madres de Soacha, sobrevivientes del genocidio de la Unión Patriótica, estudiantes perjudicadas también  por la violencia, abogadas defensoras de derechos humanos, actrices y artistas de larga trayectoria dedicadas a la creación escénica, la música, el video y la poesía.

En su contenido y  lenguaje narrativo se enlazala historiade Antígona, quien en la mitología griega es la hija de Edipo,  rey de Tebas que le acompaña al exilio y a la muerte. Es una acción poética en la que cada mujer cuenta ante un tribunal imaginario, quien es su hijo, esposo, compañero, familiar o amigo y cómo desapareció o murió por medio de fotos y objetos.

“Esto no puede volver a suceder. Ganamos, porque estos delitos no estaban tipificados como casos de lesa humanidad y ya han sido reconocidos como talescometidos por el Estado” – Marina Bernal

El montaje se divide en tres líneas narrativas (1. Historias de las mujeres, 2. El mito de Antígona y 3. Momentos de danza). El escenario se cubre por telones blancos sobre los que se proyectan imágenes de pirámides Mayas que representan aridez,  falta de agua y sed, así  como  facsímiles de expedientes de impunidad, imágenes de sepelios  y  rostros de los  sacrificados.

Dicha creación colectiva del Laboratorio Tramaluna Teatro es dirigida por Carlos Satizabal y fue ganadora de la Beca de creación de Arte y Memoria del 2013.

La historia de una madre que perdió a su hijo

María Ubilerma Sanabria nació en Sativasur, Boyacá  el 7 de marzo de 1958 y hace unos cuantos años, hace parte de la agrupación teatral de las madres de Soacha a pesar de haber cursado la primaria debido a que es de familia humilde de pocos recursos. María decidió integrar este nuevo movimiento artístico, tras perder a su hijo Jaime Steven Valencia, víctima de falsos positivos.

Su hijo tenía 16 años, cuando el 6 de Febrero de 2008 salió de su casa para comprar un almuerzo, pero nunca regresó. El 8 de Febrero llamó a la casa y le dijo a su hermanita que él estaba en Ocaña, Norte de Santander, ella dice que hablaba muy bajo y le pidió que hablara más alto, él le respondió: “es que no puedo, pero dígale a mi mamá que yo voy a regresar el domingo” y la llamada se cortó. Su madre se quedó esperándolo, y después de 8 meses de búsqueda por todas partes, se enteró por las noticias, que eran varios los muchachos  que habían desaparecido en su barrio, los cuales  se encontraban en una fosa común.

“Lo más terrible para mí, es que yo no sabía que mi hijo estaba enterrado allí con otros 16 muchachos”dijo María, y según ella, los llevaron con engaños, les prometieron trabajo y que les iban a pagar muy bien, pero todo era una mentira, porque el Ejército, y específicamente  la brigada 15, los torturó y asesinó para hacerlos pasar por delincuentes, vistiéndolos de guerrilleros para ganar ascensos y dinero.“Y esto sucedió en el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, siendo Juan Manuel Santos Ministro de Defensa”, recalcó María, durante una entrevista realizada  el pasado 6 de marzo en el municipio de Soacha.

Maríadice además, que el hecho fue muy triste, es cierto que los cuerpos fueron recuperados, pero ni el Estado ni el gobierno  les dieronprotección o ayuda para enfrentar las constantes amenazas por sus denuncias contra los militares y su exigencia de verdad, justicia y reparación, por lo cual usan nombres falsos en sus redes sociales para evitar ser asesinadas.

“El gobierno ha condenado solo a unos pocos de bajo rango, y  los comandantes responsables siguen sin condenas, y ahora es peor, porque con lo del fuero militar… eso es una cruel ley de impunidad, como si nada hubiera pasado, y mientras se reúnen en la Habana para hablar de paz, aquí se  está aprobando el fuero militar, entonces ¿Qué clase de paz es la que se busca? No hablo solo por mí, yo hablo por más de 4.700 ejecuciones extrajudiciales que hubo”, agrega María.

Debido a que el Estado colombiano no les ha dado ni reparación ni protección, fue la comunidad internacional la que decidió respaldarlas, alentando la formación del núcleo de investigación que reúne, no solo a los estudios y discursos académicos, sino además, las voces de los marginados y de las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos.

La participación de las madres de Soacha en el teatro empezó cuando Maríaconoció a Lucero Carmona (otra de las madres) e iniciaron reuniones los viernes de cada mes en el municipio de Soacha, para exigirle al gobierno verdad, justicia, y reparación. Sus voces empezaron a llegar a muchas partes y a personas externas, entre ellas a la directora de teatro Patricia Ariza, quien se interesó en este grupo de mujeres marginadas y les propuso llevar a las tablas de un escenario sus historias, en el marco del “Teatro por la paz y los derechos humanos, y en favor de una vida sin violencia contra las mujeres”.

Al principio las madres se encontraban escépticas, debido a su falta de recorrido actoral, pero gracias al proceso creativo implementado por la directora, tuvieron  la oportunidad de denunciar y llegar a un público mucho mayor, al mismo tiempo que expresan su dolor a través del arte.

Hoy en día, el objetivo del grupo teatral de madres es contribuir con  la paz de Colombia, y hacer entender a las personas que sus hijos no son tenidos para participar de la guerra o de los negocios corruptos.

“Esto no puede volver a suceder. Ganamos, porque estos delitos no estaban tipificados como casos de lesa humanidad y ya han sido reconocidos como talescometidos por el Estado”, afirmóLuz Marina Bernal, otra de las madres  líder del grupo durante una entrevista el pasado 7 de marzo en su casa, localizada en Soacha.

Unión y escenificación

El equipo está conformado por el director Carlos Satizabal, Lucerito Carmona y Luz Marina Bernal, madres de Soacha, Fanny Palacios sobreviviente de la UP, a quien le exterminaron toda su familia;Mayra López, ex líder estudiantil, a quien persiguieron y encarcelaron injustamente por rebelión, solo por apoyar una marcha, y Ángela Triana y Lina Támara  dos de las integrantes del grupo de teatro únicas actrices profesionales, quienes apoyan al grupo.

La obra está basada en la tragedia de Sófocles, mito griego, Antígona hija de Edipo tiene un hermano que es Polinices y es asesinado, esta obra está construida alrededor de este cadáver insepulto, pues la ley prohíbe que sea enterrado. Se mezcla lo mitológico con la tragedia de sus integrantes. De ahí se origina el nombre del grupo denominado Antígonas – Tribunal de mujeres

La lucha de estas madres de Soacha no termina, continuarán denunciando la pérdida irreparable de sus seres queridos, la impunidad, y reclamando al Estado Verdad, justicia y reparación.

El grupo ha iniciado una gira internacional después de ser invitados a presentar la obra a Minneapolis, Universidad de Minnesota, y en Nueva York en el Centro Cultural Nacional con elobjetivo de que“nuestras voces sigan siendo oídas en todos los rincones”, dice María.

Una lucha constante

Frente al escenario, en la obra teatral, cada una de las integrantes del grupo simula recorrer el país por las oficinas del poder y de la justicia en búsqueda de sus seres queridos desaparecidos. Les buscan con cantos y flores. Desean la restitución poética y simbólica de sus irreparables vidas perdidas. Pero en la realidad ya todos ellos están muertos.

Mujeres y defensoras de los Derechos Humanos libranuna lucha amorosa en la que van transformando el dolor en fuerza y rebeldía. En esa transformación son esenciales el relato, la canción, el teatro, la danza, la fuerza misteriosa de la poesía que habla a las fibras más hondas de la vida, del alma y de la memoria personal y colectiva.

El  proceso  creativo  fue  un reto para el director  y  el  elenco, ya  que no solo  se estaban abordando temas de  gran  dolor,  sino que además ellas no contaban  con  una formación  artística, por lo cual,   se debía  crear de otra manera, es  así  como  surge la idea de darle  valor  a los objetos, pero ante todo, fue  un proyecto  forjadodesde  el afecto y la solidaridad.   El dolor, la rabia,  el amor, la desesperación,   la ternura  y otros sentimientos ahora tienen  cara   y nombre.

 “Estas  mujeres han sido víctimas de crímenes  de lesa humanidad  y   el  arte  es una repuesta a esa  barbarie,  es una manera de transformar  eso que una vez  las derrotó, las redujo a nada;   se trasformó ese hecho traumático y atroz  en poesía, en fuerza para salir adelante y para  reclamar  que  nunca más  sucedan hechos como estos en  nuestro  país”, afirma  el  director.

 

luisaalco@unisabana.edu.co

 

 

 

Imagen de archivo. Escena de la obra teatral sobre los falsos positivos. Foto del Laboratorio Tramauluna teatro

 

 

Décima Edición

Democracia, más allá de la mitad más uno

 

 

Democracia, opinión pública y medios de comunicación

 

De los primeros conceptos que se aprenden sobre política en los primeros años de estudio en el colegio, es la definición de democracia, una muy básica: demos, igual a pueblo, kratos igual a poder, y que se reduce a un ejercicio únicamente cuantitativo de elección, es la voluntad expresada por una mayoría que define una contienda electoral. La mitad más uno es una manera simplista que no abarca todo lo que encierra ese gran saber llamado democracia, termina siendo entonces una premisa útil para toda la vida, su uso permite terminar debates en segundos  en cualquier grupo humano, ya sea éste escolar, laboral e incluso familiar.

Es común escuchar en diferentes contextos y en diversos tonos “acá se hace lo que diga la mayoría”, tal es el poder de estas palabras que parece una verdadera desgracia pertenecer a una minoría. Por supuesto,  ese ejercicio cuantitativo es influenciado y fácilmente manipulado, por quién, a partir de su derroche de virtudes y carisma, logra ganarse el corazón de esa pequeña masa que se ve representada en ese hombre o en esa mujer, esa misma masa que da brincos de alegría cuando su voluntad sale victoriosa y que, de manera implícita, cree que le es otorgado un derecho macabro de menospreciar o simplemente anular a quienes perdieron en la elección. Situación a fidelidad representada en las urnas elección tras elección.

Una gran masa asiste obediente a depositar su voto para elegir a quien será, en muchas ocasiones, su próximo verdugo. Una muchedumbre que ve sus dudas, miedos, sueños y esperanzas representadas en la imagen de ese ser humano, que en una plaza pública es capaz de pararse frente a todos y gritar “no más”, “ya estamos cansados” y otro tipo de arengas motivadoras que dejan al descubierto su ‘gran riqueza interior’. Esa horda que celebra de júbilo cuando su candidato supera el umbral y que es capaz de embriagarse de alegría, sin importar que la resaca se extienda hasta las próximas elecciones y le impida mirar detenidamente y evaluar con juicio crítico a su elegido.

Quisiéramos pensar que esa gran masa no es conformada por la mayoría de ciudadanos, no obstante, los últimos veinte años, por no hacer un viaje aún mucho más largo en nuestra historia política, comprueban todo lo contrario. La victoria ha sido otorgada, en algunos casos con resultados arrasadores, a personajes sobre quienes pesan serios señalamientos y que a los cuestionamientos responden con evasivas, con cinismo o con negaciones infames. Las respuestas no son claras y, tristemente, desde los grandes medios de comunicación, se cruzan intereses políticos que impiden un ejercicio del periodismo confiable.

La inyección de ‘información’ que nos es aplicada religiosamente en dosis diarias a través de diversos medios, contiene en algunas ocasiones veneno, en otras, vacunas que nos hacen inmunes ante nuestra propia desagracia. A través de una pantalla vemos las consecuencias de un conflicto que parece eterno, experimentamos mediáticamente el dolor que muchos otros colombianos sufren en carne propia y de quienes solo nos acordamos cuando se vuelven titulares de prensa. Detrás de un micrófono un narrador nos cuenta lo mal que va Bogotá, nos describe una ciudad desbarajustada (según él)  por culpa de 12 años de ser gobernados por la izquierda. En nuestros teléfonos inteligentes nos acercamos a los acontecimientos más ‘viralizados’ en las redes sociales, pasamos de la indignación por la deportación de colombianos desde Venezuela a agredirnos con otros compatriotas porque sencillamente piensan diferente.

Somos esa mitad más uno que definitivamente sí tiene memoria, pero que carece de vergüenza. La compasión por nuestros muertos –de izquierda o derecha– es mínima, nos conformamos y nos satisfacemos con una broma de algún candidato a algún puesto de elección popular. Fácilmente nos distraemos con el circo de país que a diario hace gala de su mejor espectáculo en las pantallas de televisión. Somos esa mitad más uno que aprendió eficazmente nuevas formas de señalar y ridiculizar a esa minoría que disiente o que expresa su inconformidad.

En las regiones estamos igual que hace cuatro años, de frente a una nueva oportunidad de elegir el mejor candidato que dirigirá por otros cuatro años el futuro de nuestros territorios. De él y sus funcionarios dependerá un correcto uso del erario, en él, temas como la salud y la educación tendrán la esperanza de llegar a los menos favorecidos. En sus manos entregaremos nuevamente nuestros pueblos y ciudades, con la fe de que después de sus 48 meses de gobierno estemos más cerca de esos conceptos esquivos y, hasta el momento indescifrables para nosotros, de desarrollo y progreso.

Esos hombres y mujeres elegidos por la mitad más uno en los comicios de octubre próximo tendrán una gran responsabilidad. Nosotros, ya sea que formemos parte de esa mitad más uno o de la otra mitad menos uno, tenemos también una gran responsabilidad, si se quiere mayor, y es la de atender con mirada crítica nuestro entorno y la de no dejar de exigir cumplimiento de las promesas de campaña y de velar por la ejecución honesta de los recursos públicos, como de las políticas que permitan pensar en un mejor futuro.

Nuestro compromiso, si formamos parte de esa mitad más uno, es la de no permitir que los derechos de las minorías sean desconocidos y/o irrespetados, por lo contrario, debemos reconocernos en el otro, en sus diferencias. Procuremos ver detrás de ese opositor, a un ser humano que cohabita nuestro mismo suelo y que, para el caso de Bogotá –con algo de suerte– se sentará a nuestro lado en la primera línea de metro.

 

¡Bienvenidos a nuestra Décima Edición: Democracia, opinión pública y medios de comunicación!

 
Rugidos Disidentes
tuopinion@rugidosdisidentes.co
Facebook: Proyecto Rugidos Disidentes
@RDisidentes

 

Fotografía tomada de Internet: www.radiosantafe.com

 

Herejía, retorno de una leyenda negra del metal colombiano

Estuvimos conversando con una de las agrupaciones que participaron de la segunda edición del festival Rock al Parque, como forma de hacer memoria escrita de su historia y la del metal nacional, la legendaria Herejía.

 

 

 

A principios de los noventa, el movimiento llamado Rock en Español alcanzaba su máximo auge en la emisoras colombianas, pero a la vez se daba un contexto de violencia narcoterrorista en el país, el cual colmaba de miedos e inseguridades a una sociedad que hacia el tránsito de una constitución retrograda y caduca a una, cuyos ideales se sustentaban en los valores de la modernidad y los Derechos Humanos.

Bajo dicho panorama explotan del llamado mundo o cultura Underground las agrupaciones de Metal Extremo que posteriores a los legendarios Parabellum de Medellín, consolidarían al fin la escena del Metal colombiano, diversificando las primeras propuestas de Hard/Heavy Rock que hacían bandas como Nash o Kraken, y dando un paso adelante hacia los sonidos Thrash, Death y Black que se tomaron las primeras ediciones de Rock al Parque entre 1995 y 1996.

Precisamente en la segunda edición del festival de rock más grande de Latinoamérica, donde incursionaron bandas destacadas y recordadas como La Pestilencia, Agony, Purulent, Sangre Picha, Mr. Crwoley y Hades por nombrar solo algunas, aparece Herejía, agrupación comandada por el guitarrista Ricardo Chica Roa, quienes incursionado en lado más salvaje del Metal incluyen innovadoramente sonidos de teclado. Formados en 1991 alrededor de la escena próxima a la Universidad Pedagógica sacan su mítico Demo Tape Extractum Ex Infernis de 1993, agotado y difícil de conseguir, es hoy una pieza de coleccionistas, junto a los primeros trabajos de agrupaciones de la época como Darkness, Kilcrops o Neurosis.

Tras una continua lucha desde la escena subterránea y algunos periodos de inactividad Herejía se encuentra en preparación de su primer álbum en formato extendido coincidiendo con regresos en este 2015 como el de Ritual de Pereira con quienes comparten una historia algo semejante. Por ese motivo se estarán presentando el próximo 21 de noviembre en OZZY BAR ROCK para celebrar sus 25 años, secundados por las reconocidas agrupaciones Angershield (Metal Latino), Ursus (Speed Metal) y Leshmaniasis (Grind Death Gore).

Rugidos Disidentes tuvo el placer de acompañar a Ricardo y el nuevo combo de Herejía, durante uno de sus ensayos y conversar largamente sobre su historia y la de la escena Metal de principios de los noventa en contraste con esta segunda década del 2000, entrevista más que interesante, en la que muchas anécdotas fueron y vinieron, tras lo cual terminamos al calor de unos tragos con ganas de escuchar mucho más de su próximo álbum y como no de las vivencias que atestiguan estaHerejía de un cuarto de siglo.

Agradecimientos a Herejía por aceptar la invitación de Rugidos Disidentes, y a la colaboración de Laura Espitia, Ed Barliza (Thash La Unión) y Jairo Riveros (compañero de Metal Bajo Tierra y el Rock and Roll Forum).

 

selfmiseri@yahoo.com

¿Y para ti qué es Rock?

El Rock es un estilo de vida con attitude… Al que no le guste, pues fuck it Enrique Benítez

Empezó a conquistar el mundo hace, casi ya, 70 años. Llegó para quedarse y su aparición revolucionó el mundo de la música y reclutó a una generación que definitivamente necesitaba que la música le cantara al oído, que hablara su propio idioma.

Bajo su sombra podemos encontrar amparadas a Iron Maiden, Pink Floyd, The Beatles, Soda Stereo, Kraken y miles de miles de artistas que han encontrado en el Rock and Roll no sólo un estilo de vida, sino también la inmortalidad. Definirlo no es sencillo. Quizás no haya manera de reducirlo a un solo significado si la música, en últimas, se interioriza individualmente y en cada ser humano causa sensaciones diferentes. El turno en esta ocasión fue para ustedes, quienes interactuaron por diferentes canales y nos contaron #QuéEsRock

 

Andrés Durán (Creador Expreso del Rock, experto musical)

El Rock es un género de música, que a muy corta edad (en la casa, hogar) entra por el cuerpo y te hace vibrar, sin necesidad de drogas, idiomas, religión, si esto no te sucede, simplemente, no lo codificas.

 

Lü Mojika:

4 instrumentos básicos que son: batería, bajo, guitarra rítmica, guitarra Líder… Y en la mayoría de los casos un 5to. Instrumento: una voz desgarradamente seductora que con sus líricas elocuentes, nos cuestionan la razón de la vida.

 

Diana Galvis

Rock es materializar a través de la música la verdadera esencia de lo que soy.

 

Hec Vil

El devenir de las ondas sonoras desde lejanos tiempos, donde cuatro jinetes, esta vez de las emociones y de las sensaciones, crean en excitante alquimia un bálsamo de euforia y alucinación… A veces el canto vibrante del jinete de las seis líneas de luz, se hace tan conmovedor que per se es la magia infinita que crea un nuevo escenario de vida y alegría.

 

Juan Carlos Aguillón Rodríguez

Lo maravilloso del Rock es, la manera en la que ha evolucionado y continúa haciéndolo. Fenómenos como la liberación del ser y su naturalidad, son raíces fundamentales del rock, ya que no habría sido posible de no haber existido hechos como la esclavitud, la segregación y la discriminación, las guerras y el abuso político contrastados con algunas filosofías hinduistas de los años 60s que dieron origen al hipismo y una nueva forma de ver la vida expresada en aquella tendencia del New Wave de los 70s. Es por eso que un rockero es ante todo una persona que se rebela ante un prototipo de ciudadano, y de ahí que hasta su modo de vestir puede revelar su filosofía.

 

Andrés Angulo

Es desear, detrás de un cigarrillo, que ella estuviera aquí, mientras escucho «Wish You Were Here»

 

Julio Ruiz

Es el lenguaje de la vida, en sí, es como esa rockola que toca la canción que necesitas en el momento justo, no sé, quizás la energía que todos sentimos cuando escuchamos esa banda favorita. El rock es como un cuerpo con un sentimiento (una letra) y una energía (riffs, solos, etc.)

 

Luis López

Para mí, un destino. Este se me revelo de niño mientras escuchaba un casete de los Beatles y luego uno de Black Sabbath y luego uno de Queen y luego uno de Iron Maiden, así infinitamente en un ciclo en el que aún me encuentro.

 

Jorge Rock Ojeda

El Rock es mi mejor amigo.

 

Enrique Benítez

El Rock es un estilo de vida con attitude… Al que no le guste, pues fuck it.

 

William Segura

Con toda seguridad, aparte de la polución, lo único que se esparce en este puerco mundo es el Rock and Roll.

 

Roger Sanguino

El rock es lado oscuro de la música

 

Mauricio Martínez Fernández

No sé qué será esa vaina. Yo lo que quiero es estar feliz. Punto final.

 

Miguel Ochoa

El Rock es libertad, tranquilidad, relajación. Es esa forma en la que te despejas de tus preocupaciones y te sientes como los artistas, cuando le dieron forma a todo lo que sintieron en ese momento, a través del sin número de procesos que tienen que hacer para poder darle al mundo un poco de lo que son.

 

Serrot Rasec Oiluj

El rock es la única música que me hace sentir algo alucinante, la mejor droga del mundo, me cura la pereza, el desaliento, el dolor de cabeza e incluso el dolor de un ser querido. Es un sentimiento que une a la gente inseparablemente, es decir conoces a un rockero y tal vez le sigas hablando y compartiendo con él el resto de tu vida.