Que nadie ―absolutamente nadie― nos corte las manos, que nadie se atreva a silenciarnos, que nadie nos castre las ideas.
No supe cuando llegó el TOC
«Ansiedad que te paseas por mi piel para quitarle la Queratina, a dónde piensas llegar, si no te pertenezco»
Gustavo Petro, presidente: la respuesta a un sentimiento popular
Cuatro años están próximos a comenzar; un nuevo camino empieza, desde ya, a mostrar un horizonte diferente
La columna que ya no está y la historia inconclusa de un secuestro
En las últimas semanas, en plena contienda electoral, el secuestro de Juliana Hernández Oliveros, ha dejado varios interrogantes
Más allá del mundo, una invitación que nos hace Burning Caravan
La música, en últimas, es eso: capturas de realidad o ficción que se quedan para siempre con nosotros.
El odio no lo sembró Petro
Una gran parte de los opositores que odian a Petro se aferran a lo primero que encuentran en internet que coincida con su pensamiento
El aporte de Under Threat al metal nacional
«Under Threat por ejemplo, supo y ha sabido darle dirección a una carrera musical sólida»
¡Llegó la hora de las parceras!
«Han romantizado tanto la maternidad que olvidan las ojeras, el cansancio, la exigencia que recae de manera más fuerte sobre nosotras»
La escena nacional y sus matices
«Tuvimos que pasar una etapa donde «debíamos ganarnos el respeto” de nuestros mayores, demostrándoles que sabíamos de música (Ja, ja, ja)»
(Bogotá D.C., Colombia)
Por, Tata La Cabra
¡Claro que sí! Es que esto es un ir y venir entre vaivenes de sonidos trabajados, rústicos y muchos estridentes.
Vivimos marcados por el cuento de la música, tanto la que escuchamos en nuestra infancia, como la que fuimos descubriendo a lo largo de nuestros años y, obviamente, por la que elegimos hacer. Queríamos intentar algo «nuevo”; pero, siendo sinceros, lo más nuevo que le pusimos a nuestra música fue alma y corazón, aparte de irnos contra corriente, porque no solo fue improvisar sin apoyo, sino encontrar quién creyera en nosotros para lograrlo. Es un secreto que se grita a viva voz y te lo dirán los más vieja guardia: «Aquí no se ha creado nada, todo ya estaba hecho desde afuera»; sin embargo, eso no fue algo que nos afectara o nos impidiera intentarlo. Somos bien testarudos en ese aspecto.
Ahora bien, la industria de lo local en cuanto al metal y el rock, es cada vez más sonada, creando espacios estrechos entre las mismas bandas; trabajando sobre la autogestión, muchas veces desagradecida; sobrevivir a este ambiente de hostilidad y amabilidad selectiva es un poco difícil, aunque no imposible y siempre tienes la posibilidad de abandonar, de rendirte, de dar todo por terminado y contar con orgullo la historia que hablará sobre aquel lugar al que alguna vez perteneciste.
Somos un mar de curiosidad, de descubrimiento constante en el que intentamos rescatar sonidos muy nuestros, como los ancestrales; pero, entonces, aparecen las «reglas” que nos impiden experimentar, porque según las historias eso no sería metal.

Aún trabajamos bajo el yugo marcado de aquellos que dicen que «el metal a muerto» solo por el hecho de que sus antiguas bandas ya no existen y no se dan la oportunidad de conocer y escuchar nuevas propuestas. Sin temor a la equivocación, podría decir que todos los días nace una banda de rock o metal, todos los días, en algún lugar, hay un niño escuchando por primera vez el thrash metal de Metallica, soñando con tocar una guitarra como su ídolo. Estará viendo un Motörhead y querrá aprender a tocar la batería; qué tal viendo un Iron Maiden queriendo cantar como aquel vocalista. Hasta nosotros, en nuestra juventud, fuimos inspirados por bandas legendarias como Black Sabbath, Deep Purple, Judas Priest, Pink Floyd, Rush y muchas otras.
El ser empíricos nos hizo tomar ciertos riesgos y medirnos a aprender a tocar un instrumento con el ánimo de mejorar. Todos los días nacen propuestas que son aplastadas por aquellas personas que no se han despegado de su radicalismo sin sentido, porque ya –a estas alturas– las explicaciones improvisadas están mandadas a recoger.
Además, como si fuera poco, tuvimos que pasar una etapa donde «debíamos ganarnos el respeto” de nuestros mayores, demostrándoles que sabíamos de música (Ja, ja, ja). Aunque, suene utópico y fantasioso, si existiera una verdadera unión, un verdadero apoyo, la afluencia será monumental.
Muchas veces lo he dicho, aquí hay mucho talento, bandas que merecen un espacio y para gustos los colores; bandas con géneros variados trabajados de forma profesional, desde lo más under hasta lo más industrial; bandas que se preocupan por sus letras, por su musicalidad, por crear un mensaje, una conciencia que trascienda más. ¿Acaso eso no era lo que se quería?
Cuando hablamos con nuestros conocidos y nos recomiendan alguna de sus agrupaciones favoritas siempre le añaden algo como «escucha los riffs de esta banda», «la voz que hace este man en este tema es brutal», «los intros armónicos que se complementan bastante bien con el sonido pesado de las baterías».
Pero, solo nos daremos cuenta cuán valiosa es nuestra música, cuando empecemos a creer en ella, a consumir de ella. Apoyar es muy sencillo: difundes, recomiendas, escuchas y –si te gusta– compras su producto. Así crecieron los grandes y así podríamos crecer nosotros…Advertencia: esto es solo una opinión, no se busca entrar en discusión con nadie, ni herir susceptibilidades. Quejas o reclamos a este teléfono: 📱
Ocaso
«Hablé con él. Le dije que era muy valiente, pero que podía descansar si quería. Me fui a trabajar»