Fotografía: Alejandro Romero (Tomada de Facebook)
(Santiago de Cali, Valle del Cauca, Colombia)
Por, Andrés Angulo Linares
Tenía 36 años cuando fue detenido en las celdas del castillo de Vincennes por ser declarado un libertino intelectual. De esta manera, Denis Diderot, pagaba con su libertad su ateísmo declarado, sus cuestionamientos constantes a la iglesia y las afirmaciones realizadas en su Carta sobre los ciegos para usos de los que ven. Sin embargo, 30 días de condena no serían suficientes para que el escritor y filósofo francés fuera borrado de la historia; todo lo contrario, su nombre pasaría a la inmortalidad por ser el editor principal de la Enciclopedia –obra sobresaliente de la ilustración– y porque, sin saberlo, su reclusión permitiría que Jean-Jaques Rousseau tuviese una relevación definitiva para su creación académica: el hombre nace bueno, pero la sociedad lo corrompe.
La casualidad –cierta o no– es caprichosa y se encarga de encajar piezas en el momento preciso y en el lugar adecuado. Sobre el trajinado pensamiento de Rousseau se ha construido un extenso debate que a hoy, 272 años más tarde, aún es tema de conversación en círculos académicos, religiosos y culturales, en los cuales, partidarios y contradictores, han suscitado complejas teorías alrededor del pensamiento del filósofo suizo.
El rock, presente en la historia de la humanidad desde la década de las 50’s, no surgió por generación espontánea, sino que correspondió a una generación, a una época y a unas circunstancias particulares. Adoptado como forma de vida, también ha sido símbolo de identidad y de rebeldía; comprendido como lenguaje, se ha convertido en una voz que atraviesa fronteras; entendido como expresión cultural, se ha enfrentado de manera simbólica y valiente a los estallidos de la guerra.
Tomando como sustento la cotidianidad de Colombia –en gran parte violenta y corrupta–, una agrupación nacida en la capital mundial de salsa en 2003, dio origen a un proyecto musical cuya identidad tomara como punto de partida la concepción de que la sociedad tiene una gran responsabilidad en la construcción de la identidad de un individuo: N.O.F.E (Nuestro odio fue engendrado).
—Con esto exponemos que todas las personas llegamos a este mundo con el único sentir de vivir y salir adelante, pero la misma sociedad es la que hace que en algunos casos esta supervivencia se torne muy difícil y llega a veces a ser tan injusta que nos lleva a alimentar sentimientos de represión y de odio por lo que vemos a nuestro alrededor—. Explica N.O.F.E.
Deninzon Herrera, nacido en Palmira en 1982, había encontrado en el deporte una forma de vida y una carrera en ascenso que lo proyectaba como atleta de alto rendimiento a través de su participación en la selección Colombia de balonmano, disciplina por la que siente una conexión especial y a la que se ha acercado también desde la investigación.
La música, otra de sus pasiones, se mostraban para Deninzon como una actividad alterna que le daba la oportunidad de participar ocasionalmente en algunos proyectos musicales anteriores. Sin embargo, el balonmano era la pasión a la que estaba dedicando todos sus esfuerzos. Ignoraba por aquel entonces –año 2014–, que el rock había reservado para él un rumbo diferente como frontman de N.O.F.E.
La casualidad, analizada en presente, puede resultar inexplicable y en ocasiones ajena de toda lógica; vista en retrospectiva, permite entender que detrás de toda situación hay una razón que la antecede. Una lesión de ligamentos cruzados, alejaría a Deninzon de las competiciones deportivas de alto rendimiento y lo llevaría a aceptar la invitación que realizaba por segunda vez Julián Montoya, bajista de N.O.F.E, para que formara parte de la agrupación de hardcore caleña.
El reto había sido aceptado. Deninzon, aún con movilidad reducida por la lesión, y a un mes de estar en la agrupación, se enfrentaría a un escenario para lo que sería su debut en vivo. Una responsabilidad que habría de recordarle que en la adolescencia había encontrado en Andrés Bonilla, vocalista de Nihil Obstat, una inspiración y en su técnica vocal, guttural exhale, un ejemplo a seguir.
—Me estaba recuperando todavía, me presenté con un movilizador. Llevaba todo el tiempo quieto. Pero, la energía y la descarga de adrenalina fueron una cosa brutal. Esto me volvió a juntar en el camino del hardcore y del metal—. Señala Deninzon.
El frontman lleva sobre su espalda una gran responsabilidad. Su papel no se limita a la proyección de la voz y a la interpretación de cada uno de las canciones. Es el líder y el centro de atención. También, como lo describe Aida Hodson, es el «comunicador que se encargará de dar los mensajes de la agrupación y que debe saber expresarlos en lenguaje verbal y no verbal».
Deninzon, consciente de ello y con la convicción de dejar su propia huella en la identidad de la agrupación, ha roto el esquema –muchas veces habitual– de lanzar improperios en tarima; también ha procurado que su interpretación sea entendible para el público.
Adaptándose a la identidad que ha caracterizada a N.O.F.E desde su formación, Deninzon ha impregnado su propia esencia a la personalidad que ha construido la agrupación. El proceso de formación para mejorar su técnica vocal ha sido para él un principio y la evolución constante un horizonte para la banda.
El entorno para N.O.F.E es el insumo para sus composiciones. Detrás de cada una de sus canciones hay un reflejo de la realidad; detrás de cada una de sus líricas hay una esencia que va más allá de una intención estética.
—Hay un trasfondo, hay componente tomado del entorno y de las calles; pero no nos quedamos solo en eso, también tenemos temas que están ligados al ser humano y sus emociones—. Agrega.
Quizás la casualidad interrumpió la carrera deportiva de Deninzon; sin embargo, el sueño no murió, permanece intacto, pero esta vez en forma de hardcore. Quizás, el deporte no esté tan lejano del rock n’ roll, en últimas, para el joven frontman, son ambos símbolo de libertad y de rebeldía, una expresión de su propia identidad.
—N.O.F.E representa ese pilar que me permite perseguir mis sueños, ese espacio para ser libre y dejar salir emociones reprimidas, es esa voz de quienes se identifican con nuestras letras y mensajes—. Finaliza.
N.O.F.E | Integrantes
- Voz: Deninzon Herrera
- Guitarra: Daniel García
- Batería: Gustavo Holguín
- Bajo: Julián Montoya