Mandrakh

Mandrakh: el metal, un camino para trascender

Detrás de Mandrakh, se encierra un concepto que parte del mismo nombre, atraviesa su sonido y finaliza en las letras de sus canciones

(Usme, Bogotá, Colombia)

Por, Andrés Angulo Linares

El sonido denso del preludio permite anticipar la fuerza que trae consigo la canción, que no tarda mucho en subir sus acordes para descargar la crudeza de la realidad en una letra contundente.

“Escuchas en las noches el sonido del cañón,

empuñando un arma que se te acomodó.

Más muertos sin sentido,

más inocentes caídos.

Codicia rige el mundo

y tú no tendrás salvación”  

Polvo de Hueso, uno de los primeros temas de la agrupación bogotana de death groove Mandrakh, es una catarsis de realidad y desolación, una respuesta de resistencia.

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—La letra se inspiró en las masacres de los falsos positivos, principalmente —afirma Tatiana Galindez, bajista y una de las fundadoras de Mandrakh— Yo estuve en Juan Pablo, un barrio muy abandonado de Ciudad Bolívar, participando en una conmemoración a esos jóvenes que salieron de sus casas y nunca volvieron.

El impacto que tuvo en Tatiana dicha conmemoración se tradujo posteriormente en un aporte para la canción, cuya letra estaba en proceso de construcción y tomaba como insumos otros trozos de realidad tomados de las noticias, historias de reclutamiento y relatos del conflicto armado.

La música, muchas veces, se convierte en un escenario sobre el cual se reflexiona, se manifiesta y se proponen nuevas narrativas. El metal, más allá de su estridente sonido, se ha convertido, junto al hip hop, en una voz de resistencia que identifica esa parte de la sociedad que ha estado marginada y ha sufrido en carne propia, directa o indirectamente, los flagelos de una guerra de la cual no tiene cómo defenderse.

Sobre esta y otras realidades, en la localidad de Usme, nació Mandrakh,, que en sus tres años de trayectoria tiene una historia para contar y un espacio para conquistar en el movimiento metalero de la ciudad.

Su camino comenzaría con la reunión de Wolfgang Vásquez, David Gutiérrez, Tatiana Galindez y Edwin Camargo, quienes unidos por la pasión de la música y por las circunstancias propias de su entorno, sumaron su talento para darle vida a un proyecto que tuviese vida propia y, por supuesto, una identidad que marcara su existencia.

Hablar de Usme, localidad de la ciudad de Bogotá, es hablar también de su herencia ancestral; sobre su suelo reposa una gran parte de nuestro pasado indígena y es allí, donde es conservada la única Área Arqueológica Protegida de la ciudad: El Carmen.

El arraigo de sus habitantes se manifiesta en la preocupación por mantener vivo su legado indígena, proteger su páramo y en proyectar su territorio a nivel distrital como una puerta cultural en la que tienen cabida diferentes expresiones, una de ellas, el metal, género que encontró en el festival Usmetal, un escenario de renombre en Bogotá.

En este territorio es donde Mandrakh ha desarrollado su historia, la cual comenzó labores de manera anónima hasta que encontró en la Mandrágora, una raíz ancestral, la inspiración para su nombre definitivo.

—Encontramos que la Mandrágora se usaba para hacer brujería, medicina e Incluso como afrodisiaco —explica Tatiana y agrega— cuenta la leyenda que nacía de última gota de eyaculación del ahorcado. Además, es llamativa por su forma humanoide. Nos pareció que era lo mejor para darle una identidad de peso a la banda.

Detrás de Mandrakh, se encierra un concepto que parte del mismo nombre, atraviesa su sonido y finaliza en las letras de sus canciones, las cuales se inspiran en el contexto social del país y en las historias cotidianas de sus integrantes, algunas de ellas, imborrables.

Respecto al sonido, Mandrakh, aunque se ubique dentro del death groove, sus influencias musicales están marcadas por agrupaciones de larga trayectoria, como Pantera, Carcass, Socavón, entre otras, cada una de ellas, representantes de otros subgéneros del metal.

—Una de las cosas que nos daba un sonido groove, era la particularidad de la voz de nuestro antiguo vocalista, Wolfgang Vásquez— explica.

En un movimiento saturado de sonidos extremos, las agrupaciones que logran destacarse son, precisamente, aquellas que logran definir una identidad.

—La identidad del sonido varía mucho porque realmente no nos encasillamos en uno en específico. Cada canción es un viaje diferente, cada composición contiene un matiz que es dado por cada integrante de la banda. Cualquier persona que nos escuche, dirá que sonamos diferente —agrega.

En su corta trayectoria la agrupación no ha estado exenta de enfrentarse a situaciones que han puesto en riesgo su continuidad. Entre ellas, diferencias creativas y de proyección hacia el futuro. En estos tres años, Mandrakh ha cambiado dos veces de músicos, situación que terminó por definirse en los primeros meses del 2020, momento en el cual se conformó la nómina con la que retomaría nuevamente su camino, con el ingreso de, Jimmy y Paulo, quienes habían trabajado previamente con David, y finalmente con Leidy, quien estaría a cargo de la percusión.   

—Es un canto a nuestros muertos —afirma Tatiana cuando explica el significado de Caídos, otro tema emblemático para la agrupación.

La muerte no, necesariamente, sea entendida como un final, sino definida por el legado y por la trascendencia que supone la conexión simbólica que la rodea. Caídos, en su letra, refleja la visceralidad con la cual fue compuesta.

Caídos es una letra que la escribió nuestro antiguo vocalista Wolfgang. Nuestra idea era crear una canción en conmemoración a Javier Molina, un gran amigo de nosotros que trabajaba con habitantes de calle, quien fue asesinado —explica.

Javier, como lo define Tatiana, fue la persona que acompañó a la agrupación y al ánimo a construir un legado. Junto a su muerte, se sumaría el adiós de otras dos personas cercanas a los integrantes.

—Al poco tiempo, Wolfgang sufrió la pérdida de su padre y yo la de mi abuela, entonces se convirtió, como su propia letra lo dice, en un canto a nuestros muertos —finaliza.

“Porque un sepulcro no callará lo que hice en vida,

mis pensamientos viajarán a través del tiempo.

Los epitafios permanecerán imborrables

y mi relato nunca encontrará el ocaso”

Mandrakh en redes sociales

Integrantes actuales

  • David Gutiérrez, guitarra líder
  • Tatiana Galindez, bajo
  • Paulo Almonacid, voz
  • Leidy Sarmiento, batería
  • Jimmy Modesto, guitarra rítmica y voz