Leer es desobediencia, provoca cuerpos y mentes insurrectas con la capacidad de trasmutar tejidos operados desde la normalización de la cotidianidad.
La luz de la luciérnaga
La luciérnaga no deja de dar vueltas sobre mi cabeza, en el trance más tenaz de mi vida. Al paso efímero del tiempo, su luz vuelve fuego mis cenizas.
Un lunes de aquellos
Dioselina Cabezas veía con frecuencia su pasado en cada esquina. Eran aquellas imágenes teñidas de rojo las que la atormentaban
Siniestro para la doncella
Niños inquietos que jamás crecerán. Niños, siempre jugando, niños rogando a dios que no los deje vivir.
Mi sueño terminó
Perpleja aquella noche, en la que sin quererlo, tuve que dormir sin poder soñarte, porque tus sueños, tu corazón y tu conciencia pertenecían a él.
Quédate, llora conmigo
Escucha mi corazón, escucha su latir que cuando deje de hacerlo
te habré perdido.
Expresiones que identifican
Quien dijo que es necesario en la vida aprender un arte y me dijo ¡defiéndase como un león!
El corazón de dios
Para que la amaras siendo dios,
y todo tu amor reservado para el mundo, fuera, entonces, solo para ella.
Erótica muerte
Besas cual fiel amante el despojo en el pavimento, hueles su silencio
abrazas su miedo.
Recuerdos al despertar, fragmentos de una memoria rota
Caminaba con la vista perdida en el horizonte y su cabello se revolvía violentamente con el viento arremolinado alrededor suyo y hacía ondear su ropa, que más que ropa, era un conjunto de harapos miserables, haciendo el intento de cubrir triste y precariamente un cuerpo