Sobre el miedo y otras baratijas

Sobre el miedo y otras baratijas

A los más jóvenes les cuento que el 6 de junio de 1996 se iba a acabar el mundo y el diablo se iba a llevar a los no bautizados.

Por, Burrócrata

El cine nos muestra que un hombre con decisión puede cambiar el rumbo de su destino, el rumbo de su gente y hasta el rumbo de la humanidad, pero los hechos me hacen pensar que las personas tienden a actuar según los lleve la ola, ya sea por indignación, por efusividad o por miedo.

A veces siento que John Connor es un pobre pendejo comparado con un ciudadano del común en estos días, soy menor de 40 años, pero en lo que recuerdo he sobrevivido, entre otros, a los siguientes eventos: 

La crisis de los 666: “A bautizarse que llega el demonio”, a los más jóvenes les cuento que el 6 de junio de 1996 se iba a acabar el mundo y el diablo se iba a llevar a los no bautizados, la gente corrió a bautizar a los niños, la gente quería estar confesada y a las 6 de la tarde no se movía una aguja. Luego, como no ocurrió nada, comenzaron a hacer otro tipo de cuentas, que por el antiguo calendario era en septiembre, que Nostradamus dijo y desdijo… En fin, cada vez que sale un hecho que suene a desastre, la gente lo encuadra con las dichosas profecías de ese señor.

El nuevo milenio nos iba a dejar sin computadores, todo gracias al Y2K… para mi generación ese era el T-800 porque nos podía dejar sin bancos, sin datos, sin sistemas y todo lo que ello pueda suponer, y efectivamente hubo problemas: en España dejaron de funcionar algunos parquímetros, sonaron algunas alarmas, hubo algunos problemas de fechas… pero sobrevivimos como especie dominante en el planeta (cita de la película Godzilla).

Los mayas llegaron más lejos… Se les produjo su propia película: 2012, todo por cortesía de una mala lectura de su calendario. Expertos en su momento explicaron que el cambió de era Baktún (medida de tiempo), sin embargo, el miedo en sectores del mundo fue evidente, incluso Chichen Itzá estaba llena para recibir el cambio de era.

Ahora bien,  lo más visto en cuanto a posibles fines del mundo son las enfermedades, hemos visto la de las vacas locas, el H1N1, H5N1 (gripe aviar) el SARS, MERS (que médicamente hablando es otro tipo de coronavirus) y el ébola, entre otras tantas. Hay que decirlo: Son enfermedades mortales, que no pueden ser subestimadas y que requieren medidas de contención, que por ser nuevas en el hombre son de cuidado y requieren un tiempo para poder conocerlas y combatirlas efectivamente.

No obstante, ninguna de ellas supuso una posible extinción de la especie o un nivel de mortalidad tal que pudiera generar una parálisis en el devenir social, creo que el deber de nosotros como ciudadanos ante cada enfermedad contagiosa es informarnos realmente de los conocedores en la materia, evitar caer en el pánico, atender las recomendaciones de las autoridades sanitarias, eso sí, sin caer en exageraciones.

Subirse en un transporte público y ver a todo el mundo con tapabocas muestra que el miedo nos gobierna, no se trata de que no se use el tapabocas, sino que, como han dicho los expertos, son las personas que tienen síntomas asociados los que deben efectivamente usarlos.

Acabar con los tapabocas, con los desinfectantes y demás productos asociados puede hacer que aquellos que los requieran no los puedan conseguir o se les hagan muy costosos, eso solo agrava el problema. 

Sé que los noticieros no ayudan, pero hay prácticas informativas saludables, por ejemplo, en España los temas en medios son expresados por el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, quitando el tema político y dejándolo donde debe ser, en un tema médico-científico.

A veces los seres humanos queremos oír voces de lo que sea para lo que sea, solo por alimentar alguna esperanza, algún rumor, algún miedo… Por ejemplo, a algún brillante periodista le preguntó a Jurgen Klopp sobre riesgos asociados al Coronavirus, el DT de manera contundente le aclaró que no era un tema de su conocimiento, ¡Qué gran lección!

Si permitimos que nuestros conocimientos en estos temas sean dictados por políticos, actores, futbolistas, “socialités” o por meras especulaciones periodísticas (hay periodismo con rigor investigativo, eso lo debe analizar cada lector), es perfectamente posible que la comunidad salga con crucetas, machetes y palos de escoba a evitar la entrada del coronavirus a su conjunto residencial.

Estoy convencido que los verdaderos zombis de esta generación son las falsas noticias o las noticias infladas y que algunos periodistas son sus profetas, asimismo, que el verdadero miedo no lo producen organismos microscópicos, sino las personas a quienes no les interesan los demás. Que juzgue el lector si lo dicho es aplicable al tema actual.

Desde la trinchera de la vida.

Mural dibujado durante la jornada por artistas locales

Cuando las Calles Hablan: 23 años cantándole a la realidad

Las chamarras de cuero, los jeans ajustados, las camisetas negras y las botas del  día anterior, fueron reemplazadas por los jerséis anchos, pantalones caídos y zapatillas.

Por, Andrés Angulo Linares

9:00 de la noche, la Plaza Fundacional de Fontibón estaba a reventar. En la tarima, La Etnnia, con Real, después de una hora de concierto, se despedía de un público que no dejó de corear uno a uno los temas que la agrupación de rap, una de las más importante del país, había preparado para el cierre de Cuando las Calles Hablan.

El nombre de La Etnnia se instaló en la memoria cultural de la ciudad, convirtiéndose en un hito de las calles. Kany, Káiser y Ata, tres hermanos que se entregaron al rap desde muy jóvenes, dieron vida en 1994, en la casa de placa 5-27 del barrio las cruces de Bogotá, a un proyecto que trazaría un nuevo rumbo para la cultura del hip hop de nuestro país, convirtiéndolo en patrimonio cultural de la nación.

Hoppers, metaleros, rockeros o punkeros identifican a La Etnnia como una institución musical y reconocen el peso que la agrupación ha ganado en casi 26 años de historia.

Esta era la primera presentación de La Etnnia en un festival local, que esta haya sido, precisamente, Cuando las Calles Hablan, dan cuenta de la importancia que el festival tiene en la ciudad de Bogotá.

La jornada del domingo significaba para nosotros, como medio de comunicación alternativo, la oportunidad, después de seis años de  trayectoria, de asistir por primera vez al cubrimiento de un festival de hip hop.

Muchos jóvenes han encontrado en la cultura hopper una forma de vida en la que pueden expresarse libremente, dar rienda suelta a su creatividad y sentirse identificados con las rimas creadas por los artistas de rap, que al igual que ellos, han crecido con las problemáticas sociales que traen consigo el vivir en barrios populares y en sectores marginados.

Las chamarras de cuero, los jeans ajustados, las camisetas negras y las botas del  día anterior, fueron reemplazadas por los jerséis anchos, pantalones caídos y zapatillas. Son públicos claramente diferentes, pero que coinciden en la pasión que despiertan en ellos los dos géneros.

La jornada de Cuando las Calles Hablan había preparado 13 presentaciones: Clandestino, Surcrem, Andersound, Kantor y Arte Ilicito, agrupaciones de la localidad; DJ Mook y La Wera Deejay, D.J. invitados; Elorik y The Negro Tapes, bandas distritales; la proyección del video Voces Ancestrales, grabado con la partipación de artistas de rap y rock de Fontibón y el cierre, a cargo de La Etnnia.

https://www.youtube.com/watch?v=TIMEVVqfWEY

La Plaza Fundacional de Fontibón, desde muy temprano se vio invadida por hoppers, provenientes desde diferentes puntos de la ciudad, para brindar su apoyo a los primeros artistas de la jornada, representantes de la localidad: Clandestino, Surcrem y Andersound. Prometía ser un domingo bastante soleado. Así fue.

Sentado sobre la tarima, un hombre joven con los ojos vendados, narraba a partir de sus versos, una cotidianidad que bien podría ser la de miles de jóvenes habitantes de zonas populares en las grandes ciudades. Atrás de él, de pie, estaba su compañero de rimas, también con los ojos vendados, mientras que en la tornamesa, el D.J. se encargaba de las mezclas musicales.

Elorik, fue el primer artista distrital de en Cuando las Calles Hablan. Juan David, líder del proyecto, tomó el nombre del personaje principal de una serie de anime, con la cual se sintió identificado.

Alto, de pelo largo y de barba espesa, Elorik, bien podría ser un artista de rock alternativo, pero fue el hip hop, el movimiento con el cual encontró una conexión especial desde muy joven.

El proyecto está compuesto por un solista (Juan David), quien detrás cuenta con un equipo de trabajo. La propuesta está enfocada en el rap, con alguna fusión de jazz, rock y soul.

Son seis años de trayectoria profesional para Elorik, tiempo en el cual ha buscado la forma de hacerlo visible. Para Juan David, “La idea es recuperar esa música clásica del hip hop”.

“El hip hop se siente como un metrónomo, siempre está acompasado, siempre va en un compás de 4/4. Se siente rudo, pero a la misma vez, se puede sentir muy suave, muy delicado, muy bello… muchas personas siente que el hip hop es poesía” –Afirma Juan David.

“Le canto a esa persona del común, busco identificar a la mayor cantidad de personas en mis letras”. Agrega.

Para Juan David, el proceso de composición nace en la intimidad. No podría darse si se encuentra rodeado de personas: “… tengo que estar en mi casa, tranquilo. Un lápiz y un cuaderno; o el mismo celular… trato de enfocarme en los problemas del ser humano común, nada de hablar de cosas que no he vivido, que no he experimentado”

Para Juan David la música no debería dividir, por lo contrario, a partir de ella, se puede entender que hay causas en común que nos unen. “Perfectamente, una persona puede disfrutar del metal y al mismo tiempo de hip hop. Disfrutar, por qué no, de un evento mixto. Precisamente sería una respuesta a una cuestión común… Dejar de ver el rap como un ruido, dejar de ver el metal, el hard core, el rock como un ruido…”

Liberté, Zazen y On son tres canciones con la que Elorik se conecta en el escenario. Según él, es la esencia de Juan David la que está allí, en la tarima.

El mensaje de Juan David es contundente: “Siempre habrán posibilidades para los proyectos que uno ama”.

El Break Dance es una de las manifestaciones de la cultura Hopper que más llama la atención. Su origen se remonta a la década de los 60 a las calles de Brooklyn. Es una danza coordinada en la que pasos y acrobacias son combinados para entregar un performance lleno de estilo y vitalidad.

No existen barreras para entregarse a una pasión. En la tarima, dos grupos de bailarines se enfrentaron en una batalla de movimientos, pasos y acrobacias. Compuestos por hombres, mujeres y un chico en silla de ruedas, estos jóvenes entregaron un perfomance que nos hizo comprender cuán difícil puede ser aprender las técnicas del Break Dance.

Un saxofonista, una mujer en los coros, un D.J. en la tornamesa y el dúo formado por los raperos ‘Kamo’ y ‘Blak’, hacen de la puesta en escena de The Negro Tapes, una presentación que queda grabada en los sentidos.

Andrés García (‘Kamo’)  y Daniel Bernal (‘Blak’), llegaron al rap siendo muy jóvenes, aproximadamente hace 8 años, desde hace dos, dieron vida a The Negro Tapes, proyecto musical de hip hop alternativo, el cual fusiona el sound system, el jazz, el soul, el rock y otros ritmos, entregando de esta manera una propuesta musical y estética que les ha permitido llegar a un público mucho más amplio.

“El hip hop es una escena bien guerreada aquí en Bogotá y en Colombia, entonces toca hacer las cosas siempre muy bien…”, manifiesta The Negro Tapes.

‘Kamo’ y ‘Blak’ llegaron al rap cuando aún eran adolescentes, hoy con casi 30 años de edad, conforma una de las agrupaciones actuales con mayor proyección. “Arrancamos escuchando mixtape. También la búsqueda de identidad de la adolescencia, uno quiere ser rapero, metalero, punkero…”. Agrega la agrupación.

El género del rap ha dado grandes artistas a nivel nacional, muchos de ellos han servido como fuente de inspiración para The Negro Tapes, que muestra gran respeto por la música de Tres Coronas, La Etnnia, Crack Family, entre muchos más en una lista bastante extensa.

Para ser rapero, manifiestan ‘Kamo’ y ‘Blak’, basta con tener algo que contar: “Tener algo que decir, básicamente. No solamente en el rap, sino en el mundo del arte, si tienes algo que decir, un sentir… puedes convertirlo en música. El rap requiere de mucha lectura, llenar la cabeza con muchas palabras, de mucho léxico”, agregan.

El proceso de composición dista con cada momento: “Podemos sacar primero la letra, luego nos sentamos con el D.J. vamos experimentando, tenemos una idea en la cabeza y vamos ahora por un beat… o también, escuchamos un beat y decimos ¡uf! este nos gusta para escribir algo, una canción que tenga ese color… Ambos componemos, cada quien se sienta por su lado, es un proceso de acompañamiento constante, no solo entre nosotros dos, sino con el D.J., el saxofonista… Tratamos de meter a todo el grupo durante el proceso de una canción…”.

Para The Negros Tapes hay una canción que los conecta de manera especial, “Modelo 90, la canción que nos abrió las puertas al panorama nacional… fue puesto número uno del top 25 de Radiónica… llegamos a muchos oídos, mucha gente ajena al rap nos escuchó y les gustó la propuesta”.

En la actualidad,  la agrupación cuenta con cinco canciones en plataformas digitales, pero se está preparando para grabar su primer EP a mitad del presente año.

Frente al estigma que recae sobre el rap conciencia, The Negro Tapes manifiesta una postura bastante firme: “Básicamente, nosotros tenemos un sello y es la honestidad… a todas las canciones que hacemos, queremos impregnarles eso. Muchas veces escuchas un rap conciencia… y vas a ver, y son personas que le pegan a la mujer en la casa… entonces es más show que otra cosa. Nuestro sello es la honestidad, tanto en la muisca como en las letras, también como personas. Si eres honesto, así mismo le llegas a la gente”.

Para The Negro Tapes toda la música nutre los oídos, y el rap, en sí mismo, se nutre de otros sonidos.

Arte Ilícito, agrupación de localidad, era también una de las más esperadas de la jornada. El reto no podría ser más exigente, no solo es presentaba ante un público que llenó la Plaza Fundacional de Fontibón, sino que sería la banda que abría la presentación de La Etnnia.

En un perfomance imponente, cargado de rimas y beats explosivas, los chicos de las chaquetas rojas, se llevaron la ovación de los hoppers, que no pararon de corear las canciones de Arte Ilícito.

La apuesta de Fontibón por la cultura se refleja en todos los procesos sociales que se adelantan en la localidad, lo cual ha contribuido a que la misma comunidad se empodere de su territorio y guarde sentido de pertenencia hacia él.

Previo a la presentación de La Etnnia, ‘Pacheco’, anfitrión de Cuando las Calles Hablan, invitó al escenario a Jasa Rehm, el presentador de la jornada de Rock Hyntiba, un momento emotivo en el que se rindió un sentido homenaje al fallecido Samurái, uno de los artistas más destacados en la cultural del hip hop de nuestra ciudad.

Dos géneros urbanos que se unieron en 1999, para desarrollar un proceso social en conjunto con los jóvenes de la localidad, y trabajar en equipo compartiendo experiencias y conocimiento, para darle una nueva proyección a Rock Hyntiba y a Cuando las Calles Hablan, demostrando que más allá de nuestras diferencias somos una misma raza.

https://www.youtube.com/watch?v=BjV9jh_eXxU
https://test.rugidosdisidentes.co/el-rock-y-el-hip-hop-una-sola-raza/
https://test.rugidosdisidentes.co/rock-hyntiba-25-anos-de-sonidos-estridentes-y-voces-guturales/
Fotografía: Cristina Restrepo - Oráculo Magazine

Rock Hyntiba: 25 años de sonidos estridentes y voces guturales

Ocho bandas se presentarían durante la jornada del sábado, cinco de ellas surgidas en la misma localidad, dos distritales y una invitada nacional.

Por, Andrés Angulo Linares

Fontibón tiene una fuerte presencia cultural a nivel distrital, lo cual ha permitido el posicionamiento de los dos movimientos que hacen posible este escenario durante dos días, objetivo que ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto de la comunidad, artistas y medios de comunicación alternativos que han creído en las expresiones artísticas como un motor de convivencia.

La labor de Fontibón Medios con sus tres plataformas: Fontibón Radio, Fontibón TV y el Pregonero de Fontibón, junto a la gestión realizada por Oscura Radio TV y la mesa de medios de la localidad, han brindado un apoyo directo al movimiento cultural de la tierra del cacique Hyntiba, convirtiéndola en ejemplo para otros territorios en la ciudad de Bogotá.

Jasa Rehm, director y fundador de Oscura Radio TV, en más de 15 años de gestión cultural y ocho a cargo a de su programa, ha acompañado al movimiento metalero local, distrital y nacional. Jasa fue el anfitrión de la jornada sabatina dedicada al rock n’ roll.

Alrededor de la Plaza Fundacional de Fontibón, se resguardaba del agua una legión metalera que no perdía detalle de las presentaciones de las bandas que en tarima descargaban truenos musicales con sus instrumentos.

Ocho bandas se presentarían durante la jornada del sábado, cinco de ellas surgidas en la misma localidad, dos distritales y una invitada nacional.

La primera en subirse a la tarima, sería DCrema Innata, banda joven de la localidad, cuya propuesta musical se enfoca en los sonidos alternativos y progresivos.

Conformada en 2015 e integrada por cinco jóvenes músicos: Hugo Sosa, batería; Henry Rojas, voz y guitarra; Brigitte Torres, sonidos electrónicos y coros; Christian Medina, teclado y Juan Raven en el bajo, tuvo la responsabilidad de abrir escenario y de mostrarse ante un público, que en parte, escuchaba la propuesta de la banda por primera vez.

La reivindicación de nuestro folclore es uno de los compromisos de Origen, agrupación de la localidad, que fusiona el rock con los sonidos tradicionales colombianos.

Fotografía: Cristina Restrepo V (Oráculo Magazine)

Conformada por experimentados músicos, gira su propuesta en torno a temáticas ambientales principalmente. Origen fue la segunda banda de la tarde y la que abriría escenario a la primera agrupación de sonidos de extremos: Mask of Insanity.

La tarde, que hasta ese momento había sido acompañada de ritmos un poco más tranquilos, sería atravesada por el death metal melódico de la agrupación nacida en la localidad.

De los sonidos estridentes de regreso al rock, gracias a la aparición en tarima de la primera agrupación distrital,  Cuartoscuro, cuya propuesta se centra en el género progresivo, en el cual se fusionan el metal, el gótico, el jazz y ritmos colombianos, ofreciendo un sonido experimental que dota de personalidad a sus presentaciones.

A partir de las 4:00 p.m. los sonidos extremos se tomarían la Plaza Fundacional, con la presentación de Defaced, banda conformada en la localidad, que ha participado activamente en diferentes procesos culturales de Fontibón.

https://www.youtube.com/watch?v=nI3murCfBNQ

A partir de sus líricas, la agrupación resalta el valor de la memoria y la cotidianidad, bajo el concepto del south american death groove.

Caía la tarde y con ella la lluvia estaba desapareciendo, para recibir la presentación de Info, la segunda agrupación distrital, que con una puesta estética impresionante, hizo olvidar a los asistentes del frio que por esa hora cubría a la Plaza Fundacional.

El rock industrial de Info está cargado de energía, incita a poderoso ‘pogos’. Permanecer inmóvil durante sus conciertos es imposible.

Doce años de trayectoria se evidenciaron en una presentación que logró atrapar la atención de los asistentes y dar la bienvenida a la última banda de la localidad que se presentaría en la jornada de Rock Hyntiba: El Dorado.

En una escena en la que predominan las voces guturales, una banda está marcando territorio, regresando a los sonidos clásicos del heavy metal, de largos riffs de guitarras y de voces agudas. El Dorado, con casi dos años de trayectoria, ha logrado atraer la atención de docena de seguidores que corean cada canción y aplauden con euforia sus presentaciones.

La expectativa que despierta, haría pensar a cualquier desprevenido que es una banda de vieja data. En tarima, sus cinco integrantes se integran en un performance que trae a la memoria el heavy metal que a comienzos de la década de los ochenta atrapó a una generación y definió un nuevo camino para los sonidos pesados del rock ‘n roll.

El metal bogotano nos ha acompañado desde los años ochenta y creció con una generación que estaba despertando a los sonidos internacionales. La calle y la realidad social han sido una fuente de insumo para sus letras, su música es una descarga constante de ráfagas de inconformidad y de protesta.

Contrario a las afirmaciones de sus detractores, es un movimiento que no solo ha permanecido firme al lado de sus seguidores, sino que ha participado activamente de diferentes procesos sociales con las comunidades, demostrando que la música no nació por generación espontánea, sino que se alimenta, también, de la realidad.

Emociona ver que los más pequeños demuestren cierta inquietud por el rock ‘n roll, más aún cuando en la época actual la industria de la música está empeñada en generar millones de dinero, olvidándose de su esencia fundamental: la pasión.

En medio de la presentación, El Dorado, invitó a la tarima a niños vestidos con una bandera amarilla, quienes en compañía de la agrupación se tomaron el escenario a mitad de la noche.

La potente voz de la hija del vocalista, la personalidad de ella y de los otros niños, permite pensar en que la nueva sangre del metal, alargará la existencia del género por muchas generaciones más.

Se aproximaba el cierre de aquella jornada, el frío acompañó de principio a fin los sonidos extremos de Rock Hyntiba XIX, el público tiñó de negro la Plaza de Fundacional de Fontibón y dio la bienvenida a la banda encargada de clausurar la versión más reciente del festival: No Raza.

https://www.youtube.com/watch?v=nuOcNGEFUFo

Más de dos décadas de trayectoria en el death metal, hacen de No Raza una de las bandas nacionales más influyentes en el movimiento metalero colombiano.

Su poderosa descarga musical estremeció el escenario y cerró por todo lo alto la edición 19 de Rock Hyntiba, que se destacó por el cumplimiento de horarios; por el sonido y la logística; por el trato hacia los medios de comunicación y por el comportamiento de los asistentes.

Agotados, pero con una grata sensación, nos despedimos de aquella jornada y nos prepararíamos para el segundo día de cubrimiento, por primera vez, en Cuando las Calles Hablan.

https://test.rugidosdisidentes.co/el-rock-y-el-hip-hop-una-sola-raza/
https://test.rugidosdisidentes.co/cuando-las-calles-hablan-23-anos-cantandole-a-la-realidad/

Inclemencia

Inclemencia

(Poema sobre la ablación)

Rituales salvajes
consumados bajo el selvático paisaje.
Impura y condenada
porque el universo te concibió mujer.

Obligada a sacrificar la vida,
el placer, el amor
a cambio de la aceptación
de tus dioses y ancestros.

Virginal e inocente
tu cuerpo doliente
clama piedad
ante la tortura inminente.

La anciana te dice:
abre las piernas,
cierra los ojos,
no grites cobarde.

Y tú, solo puedes oír
tu carne rompiéndose
y junto a ella
tu derecho a huir, a elegir
e incluso a vivir.

Hilos tejidos por la desgracia
junto a las espinas de acacia
zurcen tus pétalos
en aquel sanguinario día
que todo lo cambia.

Y si refutas el rito sagrado
tu etnia invocará fuerzas ocultas
en tu contra, dejado tu cuerpo alienado.

Flor mutilada
flor desgarrada
flor silenciada
levántate conmigo
Y digamos ¡Basta!

Por, Paula Castillo

Reseña del autor

Paula Castillo (Bogotá 1998) Ha sido parte de distintos talleres y colectivos literarios, su producción de escritura se centra en la poesía pero su interés por explorar el lenguaje y la palabra la han llevado a navegar por otros géneros. Actualmente cursa el pregado de Creación Literaria en la Universidad Central.

El día había llegado

De pronto oyó delante unos pasos y sintió una sombra escurridiza que se ocultaba en algún lugar muy cerca de ella.

Por, Jeniffer Arias

(Puno, Perú)

Faltaban pocos días, las horas se hacían una eternidad. El camino se hacía más estrecho, cada vez más claro y más lejano a la vista tal vez.

Todo empezó un día de repente, cuando la curiosidad llenó su espíritu y decidió entrar. El bosque rojo y verde a su vez la llenaba de intriga, como si fuera a encontrar algo, pero sin saber qué. Siguió paso a paso atravesando árboles con formas extrañas e inexplicables. «¿Cómo podrían haberse formado de tal manera?» pensaba.

El viento empezó a silbar; el sonido era dulce en un comienzo y parecía seguir cada paso que daba. Aceleraba el andar, y el sonido a su vez, más tosco y más cerca. Desesperada volteó, miró, observó a todas partes alrededor suyo, sin encontrar nada ni a nadie. De pronto oyó delante unos pasos y sintió una sombra escurridiza que se ocultaba en algún lugar muy cerca de ella. Empezó a correr, sin saber que cada paso que daba la llevaba a lo profundo de esta selva. Su corazón acelerado se quedaba sin latidos y ella sin aliento, había corrido tanto, que de pronto se sintió caer y perdió el conocimiento…

… Al abrir los ojos se vio rodeada de hermosos árboles decorados a la época navideña y pensó que simplemente era un sueño, que aún faltaban algunos días para navidad, su día favorito, en el que se disponía a encender todas las luces de casa y preparar galletas de hombres de nieve, árboles y  bastones. Se levantó, al mirar a su alrededor todo era muy diferente a como lo vio cuando estuvo acostada. Volvió a escuchar los sonidos cercanos a ella y recordó, eran los sonidos que ella creía un sueño.

De pronto comenzó a visualizar algo que parecía un duende, y otro y otro. Se fueron acercando, parecían ser muy navideños, pero el rostro que tenían, provocaba pánico, terror. Sintió ganas de correr y gritar pero se vio paralizada, no sabía que ocurriría, se sentía muy asustada. Las criaturas empezaron a tocarla, lastimarla, ella sentía que estos no querían dañarla pero aun así lo hacían. Mientras esto sucedía recordó un sueño que constantemente se repetía cuando era niña, donde alguna criatura extraña se le acercaba y le decía al oído que volverían por ella algún día. Pensó que quizás el día había llegado, y su pregunta era  ¿por qué a ella?

Enseguida salió de su recuerdo y se vio rodeada de estas criaturas, intentó escapar y corrió tan rápido como sus piernas se lo permitían, volteando por momentos. De repente cayó en un agujero muy oscuro y grande, lo sintió húmedo. Cuando despertó estaba en su sillón, «solo fue un sueño» pensó aliviada. Se sintió transpirar y se dirigió a su habitación a cambiarse la ropa, cuando escuchó villancicos en su puerta, ¡Era noche buena! Asombrada y temerosa se acercó a su ventana y vio todo mágicamente decorado e iluminado, era su época favorita, pero no lo sentía así ahora. «¿Cómo pude haber dormido tanto? ¿El sueño fue tan profundo?» pensó. Bajó las escaleras y al llegar a la estancia vio su árbol decorado e iluminado, pero este no se veía hermoso ni cálido, era extraño. Se acercó y vio en los adornos un duende  igual a los de su sueño, no sabía si retirarlo y, cuando se decidió, simplemente al tocarlo desapareció. Se sintió por un instante en otro mundo y observando desde este, su hogar, quiso gritar y no le fue posible.

Por, Jeniffer Arias

Reseña del autor

Nacida en la la ciudad de Puno-Perú. 28 años. Soy amante de la naturaleza, me encanta un buen libro acompañado de pureza y silencio al aire libre. Actualmente soy mamá de una hermosa niña de tres años, traviesa y sorprendente, con la cual comparto día a día, su travesuras, programas y mis lecturas favoritas. Trato de transmitirle a ella mi gusto por la lectura.

 

Revisó: Erika Molina Gallego

«Un relato absolutamente abrumador, desolador, sutilmente terrorífico.»

El pesebre

Era la virgen perfecta para mi pesebre, tenía una mirada inocente, un cabello largo y negro, era la ideal.

Por, Brisa Miranda Romero

(Guanajato, México)

La inquietud del sueño que tuve esa noche no me dejaba tranquilo. ¿Sería verdad lo que comentaba la gente, que los ángeles se comunican con nosotros por medio de sueños?

Tenía que cumplir lo que soñé. Había algo en mi interior que me pedía que lo hiciera, que cumpliera con lo que me pedían.

Comencé haciendo una lista de lo más importante para esa gran fecha, ocuparía adornos, veladoras, una virgen, a José, a los tres reyes y, obviamente, al niño.

Debía iniciar ya, tenía el tiempo sobre mí, estábamos a nueve días de lo que yo creía, era una profecía.

Esa misma noche, manejando por la ciudad, algo hermoso captó mi atención; era la virgen perfecta para mi pesebre, tenía una mirada inocente, un cabello largo y negro, era la ideal y la conseguí. Metiéndola en la cajuela, retorné por el camino a casa, para dejarla ahí mientras mi turno en el hospital terminaba.

Esa era la última noche que trabajaba, me habían otorgado mis vacaciones, había muchos camilleros nuevos, y serían ellos los que me cubrirían hasta fin de año.

De regreso a mi casa, encontré al José que haría perfecta pareja con mi virgen y de la misma manera que a ella, lo conseguí.

Ya tenía a dos de las figuras representativas más importantes de mi pesebre, solo me faltaban cinco, pero en el transcurso de la semana los reuní a todos, con excepción del niño, él nacería el día veinticinco, según la profecía y la tradición.

A sólo un par de días para la gran noche, compré todos los adornos, las veladoras y la ropa que vestiría a los miembros de mi misterio. Decoré lo más parecido a lo que había soñado aquella noche, dejando preparado cada lugar que tomarían mis figuras, detallando el sitio donde el niño reposaría a su llegada; para eso coloqué una tina, ocupando el lugar donde descansaría, puse las cinco veladoras formando una estrella (ya que en mi sueño, eso fue lo que más llamó mi atención) para que la luz de las velas lo iluminaran y todas las miradas en el niño se centraran.

Ya era víspera de Navidad, y eso significaba que era momento de continuar y colocar a cada uno en su lugar. Me dirigí al sótano, donde había dejado a mis seis personajes.

«Creo que comenzaré por el ángel» Le colocaría un catéter venoso central, que conectaría posteriormente a una manguera con el suficiente largo para que llegara hasta la tina donde en unas horas estaría el niño.

Después, con la vestimenta correspondiente a su personaje, el catéter se cubriría.

—¡No, te lo suplico!— logró decir en medio de un suspiro cansado, ya que desde que los obtuve a todos los mantuve sedados.

—Pide lo que quieras— continuó diciendo mi ángel, cuyo nombre real era Javier, un joven de 17 años. En las noticias lo habían reportado como desaparecido unos días atrás.

—¡Cállate!— Le dije, aplicándole un pegamento muy fuerte en los labios para que ya no hablara, realmente este chico me desesperaba. Él no entendía lo importante que era su participación, y sin importar cuánto dinero me ofreciera, no había cantidad alguna que impidiera cumplir con mi misión.

Lo vestí y en las alas até sus manos como a Cristo ataron en la cruz, se veía como un verdadero ángel. Colocándole una soga alrededor de la cintura lo suspendí en el aire y sujeté el otro extremo de la manguera a la tina. Vi como poco a poco la sangre abandonaba su cuerpo, vertiéndose  en el recipiente.

Era momento de ir por José, él seguía sedado y creo que no sería capaz de volver a despertar nunca más y si lo hiciera se encontraría atado igual que los demás.

Hice el mismo procedimiento con José y con los tres Reyes; conectando al catéter venoso, una manguera, sellando sus labios, vistiéndolos y atándolos en el lugar que les correspondía.

Entre ellos cinco casi llenaban la tina de sangre.

La última era la virgen, quien llevaba por nombre Esperanza, algo pasaba con ella, no sé si era su inocencia la que no me dejaba continuar, me quedé observándola un rato más, tomándola entre mis brazos, adormilada como estaba, descubrí su pecho, dejando a la vista esos pequeños senos que apenas se estaban desarrollando, era hermosa, pero tenía que colocar el catéter antes de que la media noche llegara, pues tenía que ir al hospital por el niño, me acababan de avisar que una mujer entró en labor de parto, y tenía que ayudar. Pero al pinchar la piel suave de mi virgen, un grito ensordecedor de dolor rompió la tranquilidad con la que estaba trabajando, y supongo que no solo yo la escuché, porque en ese momento el timbre de la puerta sonó, no respondí al llamado pues la furia que su grito me provocó, se apoderó de mí, la abofeteé y por lo fuerte del golpe se desmayó.

Terminando de colocar el catéter, la puerta de mi casa fue derrumbada por varios elementos de policía, quienes con armas de fuego me pedían que soltara a mi rehén (mi virgen).

Esposado, con las manos en la espalda, me metieron a una unidad y al revisar mi casa, reconocieron a cada uno de los personajes de mi pesebre: el ángel, Javier de 17 años; José, Daniel de 18 años; Melchor, Fernando de 16 años; ‘Gaspar’, Manuel, también de 17 años; ‘Baltazar’, Luís de 20 años y a mi virgen, Esperanza, de 15 años. Todos reportados como desaparecidos en la semana. La sirena de una ambulancia se escuchaba llegar, los paramédicos atendieron a Esperanza y la trasladaron a un hospital, y ya no supe más de ellos.

Los agentes al interrogarme no entendían que los ángeles me habían pedido que lo hiciera, que reuniera la sangre de cinco varones y de una mujer en un recipiente, donde el primer niño que naciera el día de Navidad, sería bañado, en él renacería nuevamente nuestro Mesías.

Más de dos mil años después del primer nacimiento, esto volvería a suceder.

Pero nadie me creía, la prensa me nombraba «el camillero del ángel de la muerte», aún queda la duda, ¿quién renacería? ¿Realmente sería el que vendría a salvarnos o sería el que vendría a destruirnos?

Por, Brisa M. Romero

Reseña del autor

Mexicana de 26 años de edad. Enfermera. Actualmente vivo en el Estado de Guanajuato.

Siempre agradecida con aquellos que confían en mí. Una romántica empedernida, amante  de la literatura, el dibujo y la música, me encanta pasar tiempo con los que más amo, mi fuerza para seguir adelante es mi familia y el apoyo de mis amigos.

Revisó: Erika Molina Gallego

«Un texto perfectamente logrado. Un proceso de una belleza macabra.»

Bajo un atardecer rojizo

Ese mismo día, Ta me contó de un viejo bigotón, con cabello largo y blanco, vestido de rojo, que en las noches de navidad se colaba por las chimeneas…

Por, Justo Morales Flores

(Playa del Carmen, México)

Hoy las nubes están rojas nuevamente, parecieran brasas enormes en la lejanía de un fuego ardiente que las enciende en esos tonos increíbles. Me provoca nostalgia, el corazón de un hombre frío como yo no debería conservar recuerdos, pero aquel niño errante  merodea en mis pensamientos a pesar de la lejanía de ese tiempo.

Hoy es noche buena y lo tengo presente en mis recuerdos más que nunca. Creo que no importa cuanto lo intente, jamás podré olvidarme de ese niño maltrecho.

Esta es mi historia, la historia de un pobre diablo, se las cuento desde algún lugar del mundo viviente o el mundo de los no vivientes, qué sé yo. Si estás ahí escuchando quizá lo puedas saber. Bueno, ahora relataré la historia desde aquel día, del cual tengo memoria.

Despierto en un callejón oscuro, mi almohada es una bolsa de basura y unos contenedores rotos y sucios tapan el aire frío. Llevo dos semanas viviendo en estas condiciones, no tengo idea de cómo murió mi padre, hace apenas unos días que mi madre me echó de la casa, como si fuese un animal maloliente, me abandonó a mi suerte, no lo entiendo. Nunca le hice nada, siempre hice todo lo que me pidió, solo aquel día, antes de recibir la noticia de la muerte de mi padre, yo no había querido bañarme y ella estaba molesta. Todavía tengo los moretones en los brazos, me duele el cuerpo, creo que ese día se le pasó un poco la mano, tal vez quiso desquitarse conmigo, pero, pero… Malditas lágrimas no dejan de brotar en mis ojos. Yo no maté a mi padre, no entiendo por qué mi madre se desquitó de esta cruel manera conmigo, tal vez debió considerar que solo soy un niño de seis años, pero la entiendo, ahora yo solo sería una carga para ella.

La comida aquí viene de la basura, pero no importa porque mi Ta siempre decía que debemos ser agradecidos con Dios por lo que nos da, aunque muchas veces pareciera que lo que nos da es malo para nosotros. Quizás el exilio no es tan malo, después de todo puedo ir a donde yo quiero, hacer lo que quiero sin que nadie me diga nada, puedo tomar las decisiones que quiera y bien que mal, nadie va a juzgarme porque no tengo a nadie. No me importa, ya vendrán tiempos mejores, así decía Ta. Además, hoy tengo muchas cosas que hacer, ayer escuché al niño de la calle 23 decirle a sus amiguitos que tiraría sus juguetes viejos, porque Papá Noel le traería nuevos, iré a ver si acaso entre esos juguetes usados encuentro el avión que tanto deseo, así me escapo un poco de la oscuridad de este callejón.

Nochebuena

Un día Ta me preguntó  por qué aún le decía esa palabra, la primera palabra que yo mencioné cuando quise decir Papá. Le respondí que estaba acostumbrado, pero realmente es que me fascinaba ver esos gestos tiernos en sus mejillas curvas cuando me oía, me gustaba cómo me miraba con esos ojos bellos, me hacía sentir tan feliz, como un terrón de azúcar, imaginen la inmensa felicidad de algo tan dulce. Ese mismo día, Ta me contó de un viejo bigotón, con cabello largo y blanco, vestido de rojo, que en las noches de navidad se colaba por las chimeneas de las casas para dejar bajo los arbolitos navideños, regalos para los niños que se portaron bien todo el año, pero para elegir el regalo que deseáramos teníamos que pedírselo en una carta. Yo le conté a Ta que para navidad quería pedirle a Santa un avión de juguete, para hacer que volara hasta las nubes, ahí donde los sueños se hacen realidad, en las nubes rojas que producen los atardeceres que le encantaban a Ta. Ya casi es navidad, mi padre prometió que me ayudaría a escribirle mi carta al viejo bigotón, porque yo aún no puedo escribir bien. Cuanto deseo que Ta esté aquí, que me abrace, que me cuide, que cure las heridas que me duelen. Estos últimos días hace tanto frío, hay copos de nieve por las cornisas de las ventanas y en las hojas de los árboles, las nubes grises forman conos gigantes, hasta parece que van a caer encima de la gente.

Yo no sé en qué estaba pensando Ta cuando murió, ¿habrá pensado en mí en su último momento? ¿Le remorderá la conciencia por haberme dejado solo? ¿Quién lo sabe? Daría todo de mí por tenerlo conmigo solo un momento más. Ojalá todo esto fuese solo un mal sueño, una pesadilla, que al despertar sea mi padre quien esté ahí al lado de la cama. ¡Dios! si esto es una pesadilla permíteme despertar ya, prometo que me portaré bien, haré mi tarea, me bañaré todos los días, tan solo quiero, tan solo anhelo, una vez más volver a ver a mi papá.

Después de caminar tanto y buscar entre los botes de la basura en la calle 23, he logrado encontrar muchos juguetes rotos, mal cuidados, como si el niño que los tenía disfrutara romperlos, pero por fortuna también encontré un pequeño avión de madera y es increíble, esta algo dañado pero intentaré hacerlo volar hasta las nubes, apenas los fuertes aires decaigan subiré a los edificios y le pediré que vuele, mientras tanto estoy fascinado volándolo por encima de mi cabeza, aunque tenga que sostenerlo con mi mano.

Han pasado cuatro días, estamos solos mi avión y yo, la torre de control no responde a mis llamados, no puedo despegarlo si no me es permitido, pero aun así, los aires helados se hicieron más fuertes, me duelen hasta los huesos, mi piel esta dura, áspera, tengo hambre. Ayer el dueño de una pizzería me regaló un pedazo del día anterior, estaba tan duro que apenas pude comerlo, es lo único que he comido en cuatro días. Estoy más flaco y casi no tengo fuerzas, la basura de este callejón lleva días aquí, tiene mal olor, pero no puedo irme a otro lado, porque ese mismo olor es el que aleja a la gente mala de aquí, todas las noches se oyen sirenas de patrullas, yo solo me regocijo entre estos cartones viejos. Anoche escuché que lanzaron piedras a los contenedores, creo que eran los niños del vecindario de enfrente, ellos andan juntos como una pequeña banda de malos, le robaron al señor de la panadería toda su ganancia del día, no me afecta, ese señor no quiso regalarme una sola pieza de pan, ni siquiera porque me ofrecí en limpiar su tonta panadería. No me preocupan esos niños, no tengo nada que puedan quitarme.

«Decenas de aviones enemigos vuelan por toda la ciudad lanzando granadas en las casas, debo derribarlas a todas. —Sargento, prepare los cañones lanza cohetes, destruiremos hasta la última aeronave que se cruce con nosotros—

—Sí, mi capitán—»

Esa banda de niños malos se está riendo de mí, no puedo derribar aviones si ellos están ahí. Están acercándose, tal vez ellos igual quieran jugar, son niños, más grandes que yo, pero igual juegan, ¿no es así?

¿Por qué están golpeándome? ¿Por qué me pegan? Me duele, me duelen los golpes.

—los acusaré con mi padre, los acusaré con mi padre, van a ver, van a ver… No me peguen, No, no te lleves mi avioncito, volaré hasta donde se elevan los sueños con él. No, por favor no—.

He despertado de nuevo, en este mismo callejón, me duele todo mi cuerpo, esos niños vándalos me golpearon hasta desmayarme, ya no sé qué día es hoy, ni me interesa, se llevaron mi avión, las nubes rojas están junto al cielo, quería volar hasta ellas y visitar a mi Ta, pero no podré hacerlo, deseo morir, eso es lo único que deseo. Ta, un día me dijiste que si quería algo, que lo deseara con el alma y entonces se haría realidad, pero yo he deseado tanto volver a verte y creo que eso es un deseo imposible, sin embargo morir sí es posible y sí deseo con alma morir, podre ir a donde tú  estás y quedarme contigo para siempre.

Bajo un atardecer rojizo desperté y ni siquiera me había dado cuenta, franjas rojas danzan en las paredes de los edificios del callejón oscuro, en la lejanía de las montañas puedo ver el enorme sol rojo ocultándose con majestuosidad, recuerdo que es Nochebuena. Las nubes reflejan esa luz pacífica y el callejón se ilumina tenue ante mí. El atardecer ha capturado mi atención, me siento tan lleno de paz, así eran los atardeceres que amaba papá. De repente escucho un ruido a mi lado, estoy hincado. Puedo ver junto a mí un avión de juguete, grande, tiene luces por todos lados y un control remoto para volarlo, en una parte del avión tiene escrito a mano la siguiente frase: “Cuando te encuentre volaremos hasta las nubes” sé en este momento que eso significa una señal. Veo que las franjas rojas se alejan, miro una vez más el sol antes de que se oculte por completo y entonces lo veo, al hombre bigotón. Él va subiendo en unas escaleras invisibles que se dirigen al cielo, está vestido de rojo, su cabello es blanco y es alto, tan alto como mi Ta.  Yo le grito muy fuerte y el voltea a verme, logro ver sus ojos bellos y estoy seguro que bajo esas largas barbas él me sonríe, lo pude sentir. Entonces entiendo que ese es mi padre y que mi padre es Santa Claus, que quizá se ha ido porque tenía que repartir regalos a todos los niños del mundo, por este año y el siguiente a pesar de haberme dejado solo.

No pude dejar de llorar esa tarde, entendí que no podía dejarme morir, que yo tenía que vivir, por mí y por mi padre, viví hasta los doce años en la calle, aprendí a vivir así, conservé mi avión, lo cuidé, lo protegí y lo mantuve intacto, hasta que un día en un parque muy lejano a mi callejón, recuerdo que también era navidad, yo intentaba volar mi avión y una mujer se acercó a mí, ella ni siquiera me dijo nada, solo me abrazó como si me conociera de hace mucho tiempo. Dijo que el avión lo había escogido ella para mí y que ella misma fue quien gravo las letras en él. Esa señora dijo que ella era mi madre, mi verdadera mamá.

NochebuenaDesde aquel entonces y después de indagar y responder a todas mis dudas, mi vida fue diferente, a la edad de 12 años mis pensamientos ya eran de un adulto, mi corazón era frío, pero mis sueños permanecieron intactos, he crecido, recuerdo a mi buen señor de bigotes blancos, lo recuerdo todo el tiempo, porque ese señor es mi Padre.

Hoy es Nochebuena, las nubes están rojas y vengo por las calles de la ciudad para entregar juguetes a todos aquellos niños desamparados y en cada juguete, una razón para vivir,  porque una vez, yo también estuve desamparado.

Creo que nosotros los seres humanos tenemos el poder para cambiar vidas, si es así, debemos hacerlo para bien.

Esta es mi historia, la historia de un pobre diablo.

Por, Justo Morales Flores

Reseña del autor

Originario de Tabasco, México. A la edad de 18 años viajo a la ciudad de Playa del Carmen Quintana Roo. Lugar donde actualmente radico. Comencé la carrera de Tecnologías de la Información y Comunicación, pero un año más tarde decido abandonarla. Comienzo a trabajar para el municipio de mi ciudad actual en diversas áreas. Desde pequeño presento pensamientos filosóficos por naturaleza, materia en la cual destacaba. Inicio en el mundo de la lectura, haciendo de esta uno de mis mejores pasatiempos, los libros que explicaban la creación del universo fueron mis preferidos para apasionarme. Poseo una gran imaginación, la cual plasmo en letras expresivas. Siempre tuve el sueño de escribir un libro, pero carecía de ideas. Un día leí “Ángel Caído” del escritor mexicano Arturo Anaya Treviño, un libro que rompió los esquemas de mis propios límites en la lectura. “Ángel Caído” me inspiró a crear mi propia historia y actualmente escribo un libro titulado “El Ángel Del Abismo” este será el primer libro de una saga, narrando la historia de un ser que ha sido creado para traer consigo el apocalipsis o para evitar el mismo.

Entre mis gustos más apasionados destacan el café y las charlas con amigos sinceros, el cine, observar la puesta del sol y andar sin rumbo por la carretera hasta que mis gustos me pidan volver. Andar en moto y auto. Disfruto de cada lectura  y pienso que todo libro escrito con entusiasmo vale la pena leerlo.

En mi efímero paso por la vida, cargo conmigo una búsqueda del valor de esta misma, una respuesta y una mirada en el cielo. Mi meta es ser escritor y plasmar en mis libros un mensaje que sea capaz de cambiar el mundo. Mis sueños radican en las estrellas, los dejo ahí esperando por aquellos mendigos que aún no tienen uno.

Facebook: Ave fénix

Fanpage: Inspiración

 

Revisó: Erika Molina Gallego

«Conmovedor, logra cautivar al lector a través de los pensamientos de un niño. Un relato que te arruga el corazón.»

Fundación Jóvenes Talentos de Colombia: una apuesta por el Rock y la formación humana

Pretenden apoyar a jóvenes en la formación académica y el  perfeccionamiento de sus habilidades musicales desde el programa Rock y Vida

Por, Luis Alfredo López 

Creada apenas desde el 2017, la Fundación Jóvenes Talentos de Colombia, con sede en el municipio de la Mesa Cundinamarca, es una organización con impacto social y cultural que apuesta por la formación humana de adolescentes y niños de la zona del Tequendama, a partir de la formación musical y específicamente el Rock.

 

Lanzamiento de la Fundación:

La fundación es un proyecto que surgió del interés de Mario Alberto Jiménez y su esposa Sabina Acero quienes, por ahora, pretenden apoyar a jóvenes en la formación académica y el  perfeccionamiento de sus habilidades musicales desde el programa Rock y Vida, entregando espacios y capacitación necesarios para el desarrollo de sus capacidades, la formación humana, y creando o participando en espacios de proyección donde los chicos inscritos han podido dar a conocer sus propuestas en públicos y tarimas de alta calidad, como a cualquier agrupación de rock de nivel le gustaría.

La Fundación Jóvenes Talentos de Colombia al identificar, cultivar y perseguir estas habilidades, ayuda a los jóvenes a mantenerse comprometidos con su educación, mantenerse activos en su comunidad, siempre orientados a tener un futuro próspero.

Desde la fundación existe una visión renovada del rock, entendiendo el papel y el impacto social que este género musical ha tenido históricamente, tras más de sesenta años, superando los clichés de los medios y de algunas agrupaciones, tratando de utilizar los aspectos positivos que lo han relacionado como un elemento transformador y un vehículo de expresión con fuerte contenido crítico e intelectual que puede servir de motivación a las nuevas generaciones para explotar sus propias capacidades al máximo.

Es por ello que durante el último año, el trabajo de la fundación desde el programa Rock y Vida se ha enfocado en varios frentes:

Primero: la formación de ensambles de rock con composiciones propias de los jóvenes.

Segundo: la presentación en vivo desde espacios tan llamativos como Rock al Pueblo en La Mesa, un concierto que contó con la presencia de más de quince bandas y cuyo cierre estuvo a cargo de la legendaria Ekhymosis –en éste, su retorno al metal– y en el primer festival Rock y Vida en el famoso Food and Rock de Bogotá, en cual se presentaron agrupaciones como Noxos, Elite y Herejía, que además de sus propuestas musicales, se han acercado como artistas a la comunidad, brindando su experiencia sobre la escena.

Cave Myth primer ensamble de la Fundación en el Rock y Vida Fest: 

Tercero: el cubrimiento de eventos, donde los estudiantes han visto de primera mano la producción de festivales como Rock Inc, Día del Rock Colombia o el propio Rock al Parque 2017, realizando entrevistas, fotografía, videografía y teniendo como resultado, productos muy interesantes como el corto documental No soy un mito, soy un rockero, el cual narra la experiencia de la primera asistencia de un joven mesuno al festival más grande de rock del país y las implicaciones de escuchar esta música en un ambiente de provincia, donde aún existen fuertes prejuicios alrededor del tema.

Corto No Soy Un Mito Soy Un Rockero:

Cuarto: el apoyo a agrupaciones emergentes como Hysteresis, banda Hard Heavy, conformada por adolescentes entre los 12 a los 18 años, que ya ha participado en varios escenarios y se viene labrando un espacio en la escena. La fundación les ha aportado sesiones en estudio y la grabación de un vídeo donde podemos apreciar todo su talento, una muestra además, junto al corto y varios productos que se encuentran en elaboración, del potencial audiovisual, del que participan varios profesionales y que Jóvenes Talento por Colombia, ofrece para la profesionalización y comercialización de las nuevas propuestas.

Vídeo Lugar Perdido de Hysteresis producido por la Fundación:  

 

Más allá del componente Rock y Vida la Fundación Jóvenes Talentos de Colombia tiene como proyección, impactar en los jóvenes no sólo con la música, en donde su labor de formación de nuevo público, talento y escenarios es de un valor y necesidad innegables, sino también: “desde los espacios y capacitación necesarios para el desarrollo de sus capacidades, ya sean estas artísticas, deportivas, científicas” o cualquiera que esta sea por lo cual, como organización sin ánimo de lucro, plantea varios proyectos para recaudar fondos,  recibir aportes individuales y cuenta con alianzas estratégicas que puedan ayudar a sostener esta iniciativa por largo tiempo.

Recientemente se ha anunciado la creación de una nueva sede en la localidad de Bosa en Bogotá, para quienes deseen inscribirse en el componente Rock y Vida.

Los Invitamos a conocer todos los proyectos de la Fundación Jóvenes Talentos de Colombia en su página web y redes sociales:

Página web

Facebook

Instagram

Twitter