Yordano: Madera fina

«… si los de la dictadura no quieren cambiar, entonces somos nosotros los que tenemos que hacerlo…»

Por, César Augusto Sutachán Daza

Carlos, un hombre bogotano cercano  a los 50 años de edad,  no sabía cómo podría llegar a percibir la música de un cantante que en su juventud le hizo vibrar el corazón y a quien escucharía en concierto, por segunda vez, luego de casi 30 años.

Al principio le pareció una mala idea asistir el 21 de septiembre de 2018 en Bogotá al espectáculo de un artista como el venezolano Yordano, quien podría estar en  la curva de su decadencia a raíz de que en 2014 le diagnosticaron un cáncer de médula ósea por el cual fue sometido a un delicado trasplante en los Estados Unidos.

Yordano

Sin embargo, pudo más el empeño de la esposa de Carlos y esa noche la pareja presenció el testimonio de lo que es un verdadero artista con todas las ganas de vivir, a pesar de su grave dolencia, sus 66 años de vida y la debilidad en su cuerpo, pero con la voz y el talento intacto, sigue trabajando –y más– para seguir cubriendo los costos de sus tratamientos médicos.

Yordano modelo 2018

La aparición en el escenario de un hombre adulto, afectado en su salud, con un caminar lento e inseguro apoyándose en un colaborador que lo escoltaba, borró de un tajo en la mente de Carlos la imagen del hombre caucásico y alto que en los años 80 visitó Bogotá y que representaba un nuevo aire para el pop latino y quien con sus letras conquistó a toda Latinoamérica.

El impacto fue duro. Volvieron las dudas y el artista acompañado de solo una guitarra, saludó a su público con una voz débil y al mismo tiempo profunda, y comenzó a mostrar el artista que se formó desde 1982, año en que dejó la agrupación Sietecuero y se volvió solista en una época donde cantantes de procedencia italiana como Franco De Vita mostraron un sonido diferente.

Los asistentes al concierto quisieron registrar el momento en sus celulares pero los asistentes de seguridad hicieron de todo, hasta ser insoportables, para evitar que eso sucediera mostrando un egoísmo y una falta de consideración injustificada con los fans que sólo querían tener un recuerdo de su ídolo.

Y Yordano comenzó su ronda de canciones: Locos de amor, No voy a mover un dedo, Robando azules, Manantial de Corazón, No queda Nada, en fin, el italo-venezolano sacó su arsenal para conquistar a su público y  lo logró, con un estilo tranquilo lleno de historias que conmovió a todos.

Carlos se ingenió, entonces, la forma de grabar en video unos los instantes más emocionantes del concierto, cuando sonó Por estas Calles, una canción compuesta hace más de 30 años, pero poseedora de una actualización única: «Por estas calles hay tantos pillos y malhechores y en eso sí que no importa credo, raza o colores. Tú te la juegas si andas diciendo lo que tú piensas, al hombre bueno le ponen precio a la cabeza», así dice la canción como si se hubiera escrito hoy en día, basada en la actual represión de la dictadura Bolivariana que ha hecho emigrar a más de tres millones de venezolanos al exilio y a la desesperanza.

Unplugged Yordano en Cúcuta (2011)

Por cierto, muchos de los asistentes al concierto, son un puñado de esos tres millones de inmigrantes que cantaron con nostalgia el éxito de Yordano, observando en la pantalla imágenes de las marchas de protesta, donde más de 100 personas fueron víctimas de la represión de la Policía, las mismas en las que varios dieron su vida por su patria y cuando el líder Leopoldo López fue llevado a prisión por el ideal de motivar la libertad entre sus conciudadanos.

El mensaje del cantante fue contundente al hablar de la problemática de su país: “si los de la dictadura no quieren cambiar, entonces somos nosotros los que tenemos que hacerlo”…

Los aplausos no se hicieron esperar, tres generaciones cantaron éxito tras éxito y en un momento, fans jóvenes, maduros y veteranos, se unieron todos con los acordes de la música de los 80s hasta el final, luego de 45 minutos de show.

Yordano

Con el humor  que caracterizó su presentación y burlándose de sí mismo y de su salud, Yordano, le pidió al público que le pidiera “otra, otra, otra” y que lo hicieran estando él, ahí sentadito con su guitarra, porque no tenía la menor intención de hacer lo que antes hacía cuando era joven y gozaba de mejor salud, de salir estrepitosamente del escenario y regresar como lo hacen todos los artistas cuando el público pide “la otra”.

La gente gritó entonces “otra, otra, otra” y la última canción de la velada sonó con el embrujo mágico de un momento en que un artista se despide de un público que lo adora, sin saber si será para siempre.

Carlos y su pareja, reconocieron la experiencia musical de este venezolano de origen italiano con 35 años de vida artística y que les dejó la zozobra de saber si algún día lo volverían a ver en vivo y en directo con esa “Madera Fina” que lo caracteriza y  lo hace luchar día tras día, minuto a minuto,  concierto tras concierto, por su vida.

Por, César Augusto Sutachán

(Editor en Jefe Revista Mundo)

Taurino

Ni taurino, ni anti-taurino sino todo lo contrario

Para los anti-taurinos la gente que va a las corridas es un grupo de trogloditas salvajes que asisten a ver un espectáculo sádico y cruel, mientras que para los taurinos es inaceptable que les pretendan eliminar una hermosa tradición donde no se le hace daño a nadie (diferente al toro claro está), y donde el torero lidia al toro que, por cierto, fue criado para cumplir tan noble faena.

Por, Burrócrata

Advertencia al lector: Si busca un escrito que hable con la técnica taurina o describa los pormenores de una corrida de toros, le sugiero que busque un conocedor y no pierda su tiempo leyendo estas líneas, en caso contrario tampoco le sugiero que las lea, pero si cuenta con suerte, quizás encuentre algún elemento para aportar al debate.

Confieso que poco o nada me ha interesado la polémica alrededor de las corridas de toros, siempre he creído que hay problemas en el mundo muchísimo más relevantes para esta pobre humanidad agobiada y doliente, que una discusión entre minorías, porque no nos digamos mentiras, los taurinos y los anti-taurinos son minoría y como discusión política sólo son importantes en la medida que sirvan como distractor de los problemas que aquejan a los políticos de turno.  Lo curioso es que me vi llevado a este debate de una manera que calificaría cuando menos de accidental.

Estaba en mi oficina pensando en las múltiples bobadas que trae consigo un día laboral común y silvestre, hasta que fui interrumpido por George[1], quién me llamó a la sala de juntas en medio de un sigilo extrañamente inusual en él y me dijo: «Le tengo plan para el fin de semana: lo invito a toros, señor». Admito que de las cien mil ideas de planes para realizar, jamás, en serio, jamás se me hubiera ocurrido que me hicieran precisamente ese tipo de invitación, la que acepté más por pena con el compañero, que porque me llamara la atención una corrida de toros.

Pero aquí me parece importante hablar de George, un agradable sujeto famoso en mi empleo por dos cosas: su amor a los toros (Le dicen “El Gitanillo del Quiroga” entre otros apodos relacionados) y al Independiente Santa Fe. A ambos eventos asiste  regularmente, teniendo en cuenta que pasa de los 50 otoños, que Santa fe duró mucho tiempo en la mala y que, además, es abonado a la Santa María desde siempre, creo que es un sujeto leal a sus gustos ¿cuantos hinchas de fútbol no han pisado un estadio en su vida?, a una persona así difícilmente le diría que no le acepto su invitación.

Taurino
Imagen tomada de Internet: izq.mx

Mirado el debate desde una perspectiva muy lejana se observan los dos extremos; por un lado se considera que la corrida es una tortura para el animal, mientras que de la otra esquina simplemente se apela a la cultura y la tradición taurina. Para los anti-taurinos la gente que va a las corridas es un grupo de trogloditas salvajes que asisten a ver un espectáculo sádico y cruel, mientras que para los taurinos es inaceptable que les pretendan eliminar una hermosa tradición donde no se le hace daño a nadie (diferente al toro claro está), y donde el torero lidia al toro que, por cierto, fue criado para cumplir tan noble faena.

Y sin fijar posición alguna me fui así desprevenido a la Plaza de Toros de Santamaría (por primera vez), y de entrada me encuentro con un dispositivo policial con tres anillos de seguridad, el primero comienza frente al edificio de FONADE, donde me encontré con George quien llevaba mi kit taurino, el cual constaba del cojín –sin el cojín las dos hora y media o tres horas que puede durar, la corrida sería invivible–, la famosa bota con una mezcla que contenía entre otras vainas: ron, manzanilla, gaseosa de uva y unas gotas amargas –le pregunté a George de qué se componen y sólo atinó a decirme que siempre las ha comprado al frente de la Santa María–, el segundo anillo a la altura de la séptima y el último continúa hasta la misma plaza; en la entrada queda claro que el espectáculo no es para cualquiera, no se trata directamente de estratificación, pero de manera indirecta se excluyen a los personas más pobres, debido a que para ir en pareja se requieren mínimo $ 500.000 por domingo (el costo de la boleta es de más de $150.000 por persona, los ingredientes de la bota, almuerzo y cierre de corrida con algunas cervecitas o traguito a bordo) y la temporada es de cada domingo entre enero y febrero.

Taurino
Asisten pocas mujeres, algunas muy atractivas, pero realmente la mayoría de los que ingresan superan los 50 años.

Asisten pocas mujeres, algunas muy atractivas, pero realmente la mayoría de los que ingresan superan los 50 años, eso sí, todos debidamente ataviados en lo que cada uno considera es el look taurino, algunos con pinta de hacendados (claramente sin serlo), otros con algo más deportivo, pero independientemente de su outfit tienen por objetivo disfrutar de un espectáculo o de los eventos que se dan a su alrededor.

Ya adentro de la Plaza el espectáculo es un ritual: primero salen los participantes (salvo el toro).

Alguacilillos: No, el nombre no se los dio Ned Flanders aunque así pareciera, su función es tan ridícula como el nombre, salen de primeros en la comitiva y les dan una llave que abre la puerta donde salen los toros (Es una bobada intrascendente para semejante ritual) y además cortan los premios, ¡BAH!

Picador: un jinete que maneja una lanza cuya función consiste en picar una vez al toro, en mi opinión absolutamente inexperta, es un tipo que no le quita ni le pone a la corrida no le vi el sentido artístico (Como podrá ir adivinando el lector, los nombres en el toreo parecen haber sido diseñados por unos físicos nucleares), su asistente se llama Monosabio (no vi o entendí su función)

Mozo de espadas: asistente del Torero para el capote y las espadas (Que nombre tan ingenioso), está en las barreras sosteniendo el equipamiento del torero, perfectamente esos trastes podrían estar colgados o en el suelo y daría lo mismo.

Areneros: No hacen referencia a los de internet; aquí son los que limpian la arena. (Otro nombre poco sugestivo)

Mulilleros: Los sujetos que mueven las mulas que arrastran los cadáveres de los animales por la plaza, se supone realzan la muerte de los toros, tienen algún tipo de traje tradicional, se ven chistosos y el espectáculo poco gana con ellos.

Y ahora los que en mi opinión son los que realmente amenizan la vaina:

Taurino
Visten con los mismos trajes ‘súper varoniles’ de los toreros, pero sí me pareció valiente su labor.

Banderillero: Únicamente con su cuerpo se enfrentan al toro manipulando unas varas forradas, el objetivo es clavárselas detrás de la cabeza del animal, en el morro, además asisten al torero si se requiere (incluso toreando por unos instantes al animal). Visten con los mismos trajes ‘súper varoniles’ de los toreros, pero sí me pareció valiente su labor, a lo sumo que aspiran es dar un saludo a la plaza.

Torero: Con un traje de luces (por demás boleta), de diversos colores –lo vi en rosado, fucsia y rojo– sale el torero, cuyas funciones en mi entender se resumen en tres: primera, recibir al toro y “llevarlo” hasta el picador; segunda, lidiar propiamente al animal después de la acción del picador y de los banderilleros; tercera, matar al toro –según lo que me explicaron–, se llama la suerte suprema, donde el objetivo del torero es apuntarle a un punto en la espalda del vacuno –el  morro– y clavarle la espada hasta la empuñadura.

Me quiero detener un momento aquí: en lo que vi, la corrida tiene algunos premios y castigos rituales, si se me permite la palabra, donde el torero es premiado o recibe algún castigo (para la vergüenza) por  parte de la presidencia.

Primero: si el Torero y el toro dan un buen espectáculo, les ambientan musicalmente la faena (hasta que ocurra un error), y si logran una buena faena con una adecuada ejecución, la presidencia les concede una o dos orejas y el rabo, en caso contrario el animal puede ser devuelto al corral o puede terminar descabellado (punzado por una espada en un punto específico detrás de la cabeza que hace que su muerte sea o parezca instantánea). Sin embargo, no siempre es de esta manera (porque debe intentarse varias veces) y el animal sufre innecesariamente. Desde la perspectiva del Torero, una mala jornada.

La corrida a la que asistí fue en realidad mala. Recuerdo a Moreno quien, de acuerdo con George había sido un buen novillero (algo así como un torero júnior), pero que no mostró destreza alguna desde mi perspectiva. Hubo otro, el ‘Paco Perlaza’, a mis ojos el hombre hizo lo que pudo, pero no tuvo toro bueno. Sin embargo me pareció bueno asistir a una mala jornada para poder comprender algunas cosas.

Días después de asistir al espectáculo puedo concluir:

Taurino
No se trata tampoco de convertir en héroe al torero, los llaman maestros y no veo por qué, pero sí admito que hay que tener valor

El espectáculo es muy costoso para lo que contiene y es susceptible de múltiples mejoras: creo que los toros se verían mejor un sábado, ayudaría muchísimo a la economía de los alrededores (muchas personas viven de esto), adentro deberían vender comida y bebida (no necesariamente alcohólica, aunque no me parece grave, ya que el público es muy educado), y la estructura puede ser mejorada: los escalones son en concreto y el espectáculo dura tres horas aproximadamente.

No creo que el ir a toros convierta a la gente en un tumulto de locos viendo un espectáculo sádico o cruel, aunque sí tiene sus momentos desagradables y, por demás, el toro sólo se salva en dos momentos: cuando lo devuelven al corral por manso (supongo que termina en el plato) y cuando lo indultan y se convierte en semental; pero en sí mismo el toro sufre innecesariamente cuando el torero no es hábil o cuando la presidencia no lo devuelve al corral teniéndolo que hacer.

No se trata tampoco de convertir en héroe al torero, los llaman maestros y no veo por qué, pero sí admito que hay que tener valor,  arriesgan la vida en una labor que puede ser del agrado o no de las personas,  también son corneados y aunque obviamente no en la misma proporción de los toros, también mueren.

Finalmente creo que las corridas de toros van a desaparecer en pocos años, no será por vía judicial o por consultas –que por cierto no son democráticas, sino una dictadura de mayorías–, simplemente dejarán de existir porque es impopular y cada vez asiste menos gente. No me desagradó, pero tampoco sería asistente habitual, y menos por tan elevado costo, si usted no gusta de los toros o considera que el espectáculo es denigrante, le sugiero que no asista.  No obstante, es fundamental que respetemos los gustos de los demás, máxime cuando existen ‘jijuemil’ problemas realmente importantes en este país.

Lo que sí confirmo, es que como dicen por ahí: Matar una cucaracha te convierte en héroe, pero hacerlo con una mariposa te hace cruel y asesino. ¡Definitivamente la moral tiene criterios estéticos!

Crónica y fotografía: Burrócrata

[1] Nombre modificado porque aquí pertenecer a una minoría implica un linchamiento mediático cuando menos.
Venezuela

Las caras de Venezuela en la Séptima de Bogotá

Un acusado de terrorismo convertido en estatua viviente, un licenciado en ciencias tocando como tamborero, una chelista de sinfónica, con su gran instrumento buscando el sustento diario, son apenas algunos de los muchos venezolanos que recurriendo a su talento cultural se están ganando la vida en una ciudad que los acogió, pero que les exige, para permanecer en ella, el coraje que muy pocos ostentan. 

Por, Winifer Padrón Vargas

De la calle 19 a la 24, en la carrera séptima de Bogotá, se agrupan diversos artistas callejeros con dos objetivos en común: el primero, entretener a los peatones y de segundo, el más importante: obtener algo de dinero. En todas estas cuadras, cercanas al centro de la ciudad, se pueden encontrar entre otros, músicos, estatuas vivientes, bailarines, un universo único de personajes entre los cuales hay muchos venezolanos.

Venezuela
Foto: Yordan Hernández

Tal es el caso de una de las víctimas que afirma haber sido perseguida por el gobierno venezolano, Ramón Barragán, conocido como “El romancero del estado Lara”, cantante de música llanera.  Llegó el 30 de agosto pasado a raíz de ser acusado de terrorismo por pertenecer al grupo de la Resistencia de la ciudad de Barquisimeto, está en libertad porque tuvo la suerte de que al momento de asistir a su juicio, el abogado acusador nunca se presentó, entonces no lo pensó dos veces y emigró hacia Colombia días después.

Barragán era docente de educación musical en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador “UPEL” y de “Romancero del Estado de Aragua” pasó a desempeñarse como una estatua viviente “El pescador de Oro”, en el centro de Bogotá. Se ha dedicado a este arte urbano de permanecer inmóvil y moverse tan sólo si algún transeúnte le lanza una moneda, teniendo varios temas de disfraz entre los que destaca un aviador y una estatua viviente que se toma fotos con los peatones.

Su drama político dice él, aún continúa. Cuenta que desde que llegó a Colombia han allanado su casa en Venezuela alrededor de siete u ocho veces, ha pedido refugio y asilo político a las autoridades colombianas pero no ha recibido ninguna respuesta. Dejó cinco hijos y manifiesta que “a veces me dan esos sentimientos de que me quiero ir, pero sé que no puedo pisar territorio venezolano… es difícil dejar todo… no porque uno se viene, si no por el que queda con todos los problemas allá y eso duele mucho”.

Melodías para escuchar 

Venezuela
Fotografía: Yordan Hernández

A lo largo de la gran metrópoli, venezolanos como Rosa María Romagosa Arias, que llegó en mayo del presente año desde su país, luego de una travesía de 24 horas en una flota de transporte, trabaja tocando su instrumento musical, el Chelo. “es fuerte el viaje dentro de un bus”, afirmó por el cansancio que la consumió y más si a eso se le suma la sorpresa por la que pasan muchos de sus compatriotas que en frontera, en las casas de cambio, les dan la triste noticia de que 100 dólares que compró en Venezuela eran totalmente falsos.

Romagosa al no poseer ni un solo centavo le tocó permanecer cinco días en Cúcuta en los cuales le tocó dormir con desconocidos. “La persona que me había vendido los dólares me consiguió 65 y con esos pude llegar hasta Bogotá”. En su rebusque le tocó trabajar en una peluquería donde se topó con gente buena y tiene la fortuna de contar con el alojamiento que le brindan algunos amigos. Rosa está sola en Colombia pero con planes de traer a su familia, ya cumple tres semanas trabajando en la carrera séptima y su chelo, además de brindarles bellas melodías a los visitantes, a Rosa se le convirtió en su principal generador de recursos para mantenerse.

Tambores para bailar 

Uno de los principales tamboreros que se encuentra en la carrera séptima es Orlando Muñoz Vargas, venezolano del estado Yaracuy. Él tiene un mes en Bogotá y contó que según lo vivido lo han tratado muy bien, sin embargo asevera que junto a su compañero se “han enfocado en sacar lo bueno de las personas” y agradece a los cachacos que los han recibido con una gran sonrisa.

Venezuela
Foto: Yordan Hernández

Orlando fue uno de los muchos venezolanos que viajó por tierra “es el viaje más largo que he hecho en mi vida”, el traslado duró dos días desde la región en la que vivía. Sin embargo piensa regresar a su país “mi familia lo es todo ante cualquier posición económica”, dijo que está en Colombia para trabajar y generar un sustento económico para poder llevárselo a sus seres queridos para tener la ansiada estabilidad monetaria que no ofrece Venezuela.

Jesús Gregorio Montesinos Martínez, compañero de Orlando, llegó en un grupo de tres amigos que vinieron decididos a trabajar. Se iba a regresar a visitar a su familia pero decidió quedarse y enviarles el dinero que iba a gastar en el pasaje, para que subsistieran.

Jesús fue obrero educacional y Orlando era licenciado en ciencias del deporte pero a ninguno de los dos el sueldo le alcanzaba, por ello decidieron salir del país a conseguir mejores oportunidades y un trabajo con el cual poder ayudar a sus seres queridos.

El Ministerio del Trabajo de Colombia, a través del Servicio Público de Empleo (SPE), aprobó que los venezolanos que llegaron al país tengan los mismos derechos laborales que los nacionales al aplicar a vacantes disponibles y al portafolio de servicios de esta entidad. Sin embargo, a Jesús y Orlando no les dieron oportunidad de empleo, entonces improvisaron con una propuesta cultural venezolana, comenzaron a dar un show de títeres que no brindó buenos resultados, cambiaron la estrategia e iniciaron a tocar los tambores “el pueblo colombiano de vez en cuando nos echa su monedita, a veces nos traen ropa, comida” algunos los incentivan y les dicen  “fuerza, su país va a cambiar”, frases que, en medio del resonar de los tambores, alimentan sus almas de espiritualidad.

La resistencia venezolana 

Vladimir Cortés, proviene del estado Barinas, era técnico auxiliar en redes pero el sueldo mínimo que ganaba “no me alcanzaba para nada”, afirma, siempre se dedicó al arte callejero, tiene dos años en Colombia. En las protestas de 2014 estaba en la primera línea de ataque hacia la represión que desenfundaban los cuerpos de seguridad y desde allí junto a un grupo de compañeros, que hoy día están privados de la libertad, empezó a ser perseguido. Actualmente es una estatua viviente de la resistencia venezolana en la carrera Séptima.

Venezuela
Foto: Yordan Hernández

Cuenta que “nos buscaban en nuestras casas, puesto que éramos los que más nos veíamos en videos y fotografías al estar en la primera línea durante las manifestaciones”, fueron considerados terroristas por el Gobierno: “lo que hacíamos era manifestar y expresarnos, hasta que me tocó salir definitivamente del país […] Dejé una hija a cargo de mi mamá a la cual no le falta nada ¡Gracias a Dios! Porque me levanto mis pesitos y les envió dinero” expresó.

Cortés tiene dos meses en Bogotá, siempre estuvo en la costa norte colombiana y desde que llegó a la capital le ha ido muy bien con el arte callejero pero su meta es llegar a Chile donde ven con mejores ojos la actividad que realiza.

Entre danzas y clases de baile 

Ester Andreina Ortiz, bailarina y dueña de una academia de baile en Maracaibo, actualmente se gana la vida moviendo sus caderas al ritmo de la danza árabe en el centro de Bogotá. Afirma que no olvida su país y que aparte de recibir algunos pesos durante el día, brinda clases de baile los viernes.

Venezuela
Foto: Yordan Hernández

A pesar de toda la situación que vive su nación, ella señala que lo negativo “nos impulsa a buscar otros horizontes y a salir de lo nuestro, de lo mismo”, y es de esos venezolanos a los que se les ha presentado el percance de que la policía colombiana en frontera le cobró 30 mil pesos para poder colocarle el sello a su pasaporte y entrar al país.

“Al llegar a Bogotá vi mucha gente arrimada en el piso, durmiendo en la calle, muchas personas de acá les brindaron trabajo, ropa, comida. Vine con una propuesta de trabajo pero estoy aquí hace tres meses trabajando en la Séptima”. Exalta que a pesar de haber encontrado muchas personas agradables y educadas, ha notado un poco de recelo de parte de algunos colombianos respecto al trabajo.

“Tomé la decisión de venirme porque ya no había medicamentos en Venezuela, ni alimentos, no tenía libertad de expresión, podía tener cuatro academias pero los alquileres subían mucho y no era rentable”. Enfatizó que existían muchas protestas cerca de su residencia y fue tanto el trauma que le produjo que al llegar a Colombia mantenía pesadillas donde los guardias nacionales la perseguían con bombas lacrimógenas.

Así como ellos muchos venezolanos diariamente se la ingenian en diversos países para obtener algo de dinero que enviar a su país y ayudar a sus familias.

El pasado mes de octubre Migración Colombia presentó un balance con el número de ciudadanos venezolanos que hay actualmente en el país, son 470 mil personas, los que están de forma regular e irregular en el territorio, la entidad también aseguró que 39% ha solicitado el PEP (Permiso Especial de Permanencia) se encuentran en Bogotá, aunque a pesar de ello son muy pocos los que han podido gozar de un empleo fijo, ya que está presente la xenofobia y la falta de oportunidades.

La Canciller María Ángela Holguín Cuéllar en una rueda de prensa en los EE. UU, acerca de la situación de los venezolanos hizo una recomendación: ellos fueron muy generosos cuando Colombia atravesaba por un mal momento, no podemos no serlo ahora y entrar en la xenofobia. Hay que ser grandes y ayudar”.

Crónica: Winifer Padrón Vargas

(@Winifervzla)

Fotografía: Yordan Hernández

(@Fotoyordanh)

 

Fidel en tres colores

El líder que logró derrocar a Fulgencio Batista, con los años se convertiría, también, en otro dictador.

Por, Andrés Angulo Linares

Sus principios revolucionarios y su trayectoria política implican analizarlo desde distintos matices: rojo, su lucha; blanco, su ideario y el negro que tiñó de oscuro su historia y la vida de los cubanos.

Rojo. El 31 de diciembre de 1958, no sólo significó para Cuba la puerta a un nuevo año, abrió las puertas a una era diferente, una cargada de esperanza y alimentada por un ideario de igualdad, de justicia y de libertad. La Revolución lo había logrado, la dictadura de Fulgencio Batista había llegado a su fin. Blanco. La revolución nacionalista promulgó la Reforma Agraria y las tierras regresaron a sus campesinos, acompañada de esta medida una reducción de impuestos y la nacionalización de las empresas extranjeras. Un nuevo horizonte se vislumbraba desde la isla centroamericana. Negro. El enfrentar a una potencia de las dimensiones de Estados Unidos, aunque valiente, implicó para el nuevo régimen un reto enorme, las dificultades económicas no tardaron en aparecer y el temor de otros países de la región de perder el apoyo de la potencia del norte dificultó las relaciones económicas con Cuba. Este aspecto oscuro se haría notorio cuando el gobierno de Castro empezó a consolidarse como una dictadura radical.

La respuesta estadounidense no tardó mucho en hacerse sentir y en 1962, un grupo de proscritos patrocinados en secreto por Estados Unidos intentó invadir la isla con la certeza de derrocar a Fidel y de poner en manos de Washington el destino de Cuba a través de un gobierno en el exilio. Rojo. La victoria, para la potencia occidental, estaba escrita y Playa Girón en Bahía Cochinos, sería testigo de ello. Sin embargo, las tropas castristas no sólo repelieron el ataque, dejaron cautivos a más 1.000 hombres, que con el tiempo, según fuentes periodísticas, fueron intercambiados con la potencia norteamericana a cambio de una compensación económica, Cuba también logró consolidar un apoyo definitivo con la Unión Soviética. Fidel, y sus hombres, de nuevo lo habían logrado. La isla seguía perteneciendo a los cubanos y él daba otra victoria más a la imagen de leyenda que, desde ese entonces, empezaba a forjarse. Blanco. Cuba es un país hermoso, sus verdes praderas y el color azul de su mar, hacen de la isla un lugar de ensueño, propicio para alejarse de la rutina caótica de otros países. El buen estado de la Autopista Nacional pareciera indicar, en un primer vistazo, una correcta ejecución del erario para proyectos de este tipo. Sus playas, como Varadero, son limpias y permiten respirar un aire de tranquilidad. La Isla, para los turistas es definitivamente un paraíso. Negro. Sin embargo, la situación para los cubanos es bien diferente, la belleza de sus paisajes es contrastada con la falta de desarrollo industrial. En la Habana, la igualdad no descendió del ideario a la realidad; al frente de grandes edificios del gobierno, en su mayoría en muy buen estado, las fachadas bastante gastadas de las edificaciones residenciales muestran una realidad en la que la pobreza es protagonista. Las playas y el mar que para el turista representan un descanso, para los residentes, significan una fuente de trabajo. La oportunidad de conversar con los trabajadores de los hoteles, da a conocer las dificultades por las cuales deben pasar y muchos de ellos dejan ver su sentimiento de frustración por las condiciones económicas que deben soportar. De estas personas aparece el fenómeno social que representan las llamadas “jineteras”, prostitutas que venden sus cuerpos para poder mantener a sus familias. La isla, para una gran parte de los cubanos, es una cárcel.

Rojo.  Estados Unidos, continuaría, esta vez de forma directa, su intento por derrocar al nuevo régimen, la Operación Mangosta, dirigida por el ejército de esta nación fue diseñada para invadir a la Isla, que al contar con el apoyo de la Unión Soviética, aprobó la instalación de bases de misiles como medida disuasiva a los propósitos del gobierno de Kennedy, de esta manera y ante el posible daño que podría causar dicho armamento a las costas de potencia de EE.UU. los planes de intervenir a Cuba fueron suspendidos. Blanco. La lucha por preservar la dignidad del pueblo cubano trajo para la Isla la solidaridad del bloque socialista y permitió resistir al embargo económico impuesto, con el fin de debilitar la economía del régimen. Negro. El bloqueo económico, en todo caso, significó para Cuba un estancamiento en el tiempo. Si bien es cierto, el grado de desarrollo de un país no depende necesariamente de una adaptación al mercado, es éste el que le proporciona un acceso a una economía diversificada, permite los avances industriales y ofrece posibilidades bastante amplias para sus habitantes, en la medida que incentiva la investigación, la inversión y la evolución tecnológica. Cuba, se detuvo en el tiempo y es algo que fácilmente se identifica al recorrer las calles de La Habana y observar la cantidad, por ejemplo, de viejos autos rusos que circulan por sus calles.

Blanco. Desde las teorías de izquierda, Cuba ha sido un ejemplo de éxito del socialismo llevado a la práctica. La cobertura de la educación en la isla, parece así demostrarlo, de acuerdo con la UNESCO, la Isla fue el primer país de Latinoamérica en erradicar el analfabetismo y la gratuidad en la educación básica está garantizada en todos los rincones del territorio cubano. Se sabe que una gran parte del presupuesto es asignado a este rubro y la educación superior también goza de buena reputación internacionalmente. Negro. No obstante, de poco sirve que la educación esté garantizada, si una vez los jóvenes terminan sus estudios profesionales, las oportunidades de que su profesión les brinde un salario que les permita alcanzar otro nivel de vida son escasas. En cuba hay miles de jóvenes capacitados que no tienen un trabajo y terminan en el rebusque diarios. Además, los salarios son bastante bajos y gran parte de los egresados se ven obligados a ocuparse en otros oficios muy alejados a su formación profesional. Entre otras actividades, detrás de un volante de un taxi encuentran una fuente de ingresos lucrativa. En el peor de los casos, la prostitución brinda a las “jineteras” –en su mayoría profesionales y algunas con estudios de posgrado- una salida económica a la pobreza sufrida. Rojo. La conquista de la Revolución Cubana sirvió de inspiración en otros países de la región para que la lucha de esa guerrilla que perseguía un ideal se abriera camino y lograra consolidarse. La imagen de Castro, entonces, ya no sólo simbolizaba la lucha armada, significaba, además, la unión de una sociedad oprimida que, organizada en movimientos sociales, alcanzaría logros importantes. 

Negro. Los idearios primarios de la revolución con los años se fueron desvaneciendo, como también sucedió con los objetivos buscados con las guerrillas del continente, que pasaron de la lucha armada reivindicatoria a crímenes en contra de la misma población. El imaginario de una sociedad más equitativa se transformó es un afán egoísta por alcanzar el poder de cualquier forma, aunque ello implicara incluir dentro de sus formas de lucha el secuestro, el narcotráfico y la persecución a líderes opositores. Si bien es cierto que discípulos de Fidel como el fallecido Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y Daniel Ortega en Nicaragua alcanzaron el poder por vía electoral, tomaron de su maestro la lección inconcebible y desastrosa de perpetuarse en el poder, a través de dudosos comicios y se convirtieron en los únicos dueños de sus países, contrarrestando a la oposición con el poder constitucional del Estado. Blanco. Al igual que los idearios buscados con la revolución, los efectos positivos de ésta sobre la sociedad cubana, se convirtieron en recuerdos inmortalizados en las páginas de los libros de historia y como teorías en la literatura de izquierda del continente. Aunque la realidad, señalaría un escenario bien diferente, la reputación alcanzada permitió que la nostalgia de la sublevación del más débil ante el más fuerte, fuera más importante y más difundida que la realidad interna de la Isla. Rojo. Al final, en contra de cualquier presagio,  Fidel Castro murió en su lecho y no como víctima de un disparo proveniente de la CIA. Murió a sus 90 años y para el pesar de muchos y alivio de otros, fue el hombre que no pudo dar por vencido ese enemigo, que la izquierda ha llamado a lo largo del tiempo: ¡El Imperio!

Negro. Uno de los argumentos más fuertes en contra de Fidel, es el hecho evidente de que privó a su pueblo de una democracia. La libertad y la dignidad que con tanto arrojo las tropas castristas defendieron y devolvieron a los cubanos, fue él mismo Castro, quien con los años, se las arrebató de nuevo. Fidel, astuto y hábil estratega, logró manipular en muchas ocasiones a la opinión pública. Su trayectoria política fue paradójica y sus años posteriores a la Revolución, fueron contradictorios con los idearios que dieron origen a ésta. Rojo. Utilizó la radio disidente como medio difusor de su propaganda política para ganar adeptos.

Negro. Una vez se hizo al poder cerró las posibilidades a la libertad de expresión y blindó a la isla con una barrera infranqueable que hizo, casi que imposible, para la comunidad internacional tener un panorama real de lo que sucede en suelo cubano. Rojo. Castro, perseguido político y condenado por hacer pública su oposición ante las injusticias de Fulgencio Batista, decidió ejercer su propia defensa y abandonó las comodidades que suponía pertenecer a una clase favorecida por perseguir un ideal.

 Negro. Con los años, fue él quien condenó a  la opinión disidente y castigó la oposición. Quien, en otrora, se enfrentó ante la injusticia de una dictadura, instauró la propia y el héroe de su pueblo, se convirtió en  su victimario.

Fidel murió  el 25 de noviembre de 2016, los mitos que alrededor de él se crearon permiten presagiar un juicio que no será uniforme, cada quien lo recordará, como considere debe hacerlo. Fidel ganó la inmortalidad, pero la historia y lo que suceda con el futuro de Cuba serán los encargados de condenarlo o absolverlo.

 

Por, Andrés Angulo

@OlugnaElGato

Flores hechas tradición

El amanecer está cerca, faltan sólo dos horas para que empiece a salir el sol y el frío se hace más fuerte. En fila empiezan a llegar las camionetas que llevarán  a su destino el alma de la tradición silletera.  El cansancio de varios días de trabajo no borra las sonrisas de estos hombres y mujeres que, teniendo listas sus silletas, se disponen a engalanar la ciudad con sus hermosas obras de arte.

Cada año, en agosto, Medellín se viste de flores. Durante diez días los paisas muestran al mundo lo mejor de su cultura, de sus tradiciones, de una raza trabajadora y humilde, dejando claro que son mucho más que Pablo Escobar, narcotráfico  y Álvaro Uribe Vélez.

El silletero  nace, no se hace, es una tradición que corre por las venas y que se ve reflejada en los ojos de cada hombre, mujer y niño que, el siete de agosto viste con una sonrisa en el rostro, su traje típico.

Las calles se llenan de turistas de todas partes del país y del mundo, ansiosos por disfrutar al máximo cada acontecimiento. La programación es variada, para todos los gustos y en diferentes zonas de la ciudad. Tablados populares, fondas, mulas y arrieros, festival de la trova y eventos culturales están a la orden del día para todo aquel que quiera “ponerse de ruana” la feria,  mejor dicho de poncho, sombrero y carriel. Pero hay algo que todo turista sabe, si no fuiste a Santa Elena, no fuiste a la feria, y es que este corregimiento ubicado al oriente de la ciudad, es el epicentro, el alma, el origen mismo de la feria de las flores.

El 1 de Mayo 1957 se llevó a cabo el primer desfile de silleteros, con solo 40 de ellos, como homenaje a todos aquellos campesinos que durante años utilizaron esta estructura de madera para transportar en su espalda las flores y demás productos que cultivaban, desde su lugar de origen, hasta Medellín. En 1958 el desfile se realizó en agosto, mes en el que se celebra la independencia antioqueña y a partir de allí se convirtió en una tradición que sería una de las más grandes representaciones de la cultura paisa.  Declarado en 2015 patrimonio inmaterial de la nación, el desfile de silleteros es el evento más importante de la feria, y alrededor del cual giran todas las actividades de la misma.

Flores
Gabriel Jaime Atehortua Gallego – Cuarto Puesto – Categoría monumental

Caminar por las veredas de Santa Elena la semana previa al desfile es toda una odisea, buses, camiones escalera, personas bailando aquí y allá, tomándose fotos, queriendo participar, aunque sea un poco en la elaboración de las silletas.  Las hay de todos los tamaños y formas, son cinco categorías: tradicional, monumental, emblemática, comercial y  para este año se incluyó una nueva, la artística, que en realidad ya existía, pero no estaba clasificada.

Los silleteros sonríen, atienden a la gente y, sobre todo, trabajan. La fabricación de una silleta puede tardar desde una noche, en el caso de la tradicional, hasta un mes, en el caso de las emblemáticas y las artísticas, aunque en todas ellas hay un trabajo previo, en el que participa toda la familia.

Y es que si algo es importante para estas personas  trabajadoras, es precisamente la familia. Aquí nadie trabaja solo, lo que para muchos es un evento de rumba y diversión, para ellos es más una escuela, una manera de transmitir su conocimiento y amor por su labor a la siguiente generación. Desde los abuelos hasta los niños, desde los padres que cultivan las flores con sus manos, hasta los hijos que se decidieron  por la universidad. En feria todos son campesinos, todos son silleteros, todos son tradición.

Elaborar una silleta va mucho más allá de lo manual, aquí se involucra todo un plan de diseño, carpintería, dibujo y decoración. La creatividad juega un papel importante en una competencia reñida, donde los ganadores serán pocos, pero basta ver la cara de satisfacción y alegría de cada integrante de la familia para darse cuenta de que, independientemente del ganador, del premio o del reconocimiento, este esfuerzo se hace más por orgullo, por amor a la tradición, a la herencia, a sus raíces.

Entrar a una finca silletera, es sentirse en casa, aquí a nadie se trata como un foráneo, las casas se llenan de gente, los turistas observan con admiración el trabajo que paso a paso va creando un resultado único y disfrutan  de un  agua de panela caliente, mientras conversan con la familia, como cualquier primo que llegó de lejos.

La luz del sol despunta en el oriente y ya todos los silleteros se han ido, en las veredas de Santa Elena el silencio hace eco después de los días de fiesta. Las familias, cansadas del trabajo de tantos días, se disponen a dormir

La sala de la casa de un silletero no es como cualquier otra; está llena de emblemas que lo llenan de orgullo, cintas que representan su historia, reconocimientos por su labor, recortes de periódicos, recuerdos de sus viajes y fotos de sus más preciados tesoros, las silletas, que año a año le han permitido desfilar por las calles de Medellín exhibiendo allí todo el legado de sus antepasados.

El silletero  nace, no se hace, es una tradición que corre por las venas y que se ve reflejada en los ojos de cada hombre, mujer y niño que, el siete de agosto viste con una sonrisa en el rostro, su traje típico.

La luz del sol despunta en el oriente y ya todos los silleteros se han ido, en las veredas de Santa Elena el silencio hace eco después de los días de fiesta. Las familias, cansadas del trabajo de tantos días, se disponen a dormir, antes de que empiece la transmisión del desfile. En Medellín la fiesta continúa en su máximo esplendor, las calles abarrotadas de gente esperan ver  a más de 500 silleteros desfilar orgullosos llevando en sus espaldas hasta 95 kilos de historia, de cultura, de tradición.

El día termina con un primer puesto por cada categoría y un ganador absoluto; el mejor entre los mejores. La gente se dispersa, las silletas son llevadas a diferentes puntos de la ciudad y los silleteros regresan a su hogar. La fiesta ha terminado y los campesinos vuelven a su rutina diaria, satisfechos por la labor cumplida. Santa Elena vuelve a ser la misma, tranquila y callada y los habitantes de la ciudad siguen su vida inconscientes de que en su aula de clase, en la empresa donde trabajan o en una silla del metro a su lado hay un artista, un campesino, un silletero que durante poco más de una semana se convierte casi en una celebridad.

Por, Erika Molina Gallego

erikamolina@rugidosdisidentes.co

 

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Imagen tomada de Internet: Flickr

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – IV parte

“…soñó esa noche que en aquel lugar se levantaba una ciudad ruidosa con casas de paredes de espejo. Preguntó qué ciudad era aquella, y le contestaron con un nombre que nunca había oído, que no tenía significado alguno, pero que tuvo en el sueño una resonancia sobrenatural: Macondo”.

Elección del chamán

La elección puede darse de maneras muy diversas, pero aquí sólo se analizarán las que conciernen a Cien Años de Soledad:

  1. La elección se hace a menudo mediante un trance extático o por medio de un sueño, este último es el caso de José Arcadio Buendía. Recuérdese que Macondo le es revelado en sueños: “…soñó esa noche que en aquel lugar se levantaba una ciudad ruidosa con casas de paredes de espejo. Preguntó qué ciudad era aquella, y le contestaron con un nombre que nunca había oído, que no tenía significado alguno, pero que tuvo en el sueño una resonancia sobrenatural: Macondo”.
  2. El chamán sufre alguna enfermedad de tipo nervioso: José Arcadio Buendía se caracteriza por sus obsesiones y luego es declarado loco por la comunidad.
  3. La elección puede ser transmitida de padres a hijos: Todos los miembros de la familia Buendía poseen alguna característica chamánica:
  • Úrsula es la esposa celeste: En los mitos generalmente hay una esposa celeste encargada de ayudar al compañero en su instrucción chamánica y en su experiencia extática. Esta ayuda puede convertirse en un impedimento por el deseo de la mujer de conservarlo atado a la realidad. Y Úrsula es una mujer firmemente atada a ella. Es necesario su ausencia para que José Arcadio Buendía pueda convertirse en chamán. Una vez que él logra dejar atrás su existencia profana, ella decide ayudarlo, deja de ser un obstáculo para convertirse en la esposa celeste o protectora del chamán: “Ella lo bañaba por partes sentado en el banquito, mientras le daba noticias de la familia”.
  • Aureliano Buendía tiene el don de la premonición.
  • José Arcadio posee una fuerza física mucho mayor que la de cualquier habitante de Macondo.
  • A Amaranta le ordenan tejer su mortaja y se le anuncia que el día que la termine será el día de su muerte.
  • Remedios la Bella asciende a los cielos una tarde en que doblaba las sábanas de Fernanda del Carpio.
  • José Arcadio Segundo es el único testigo de la masacre de las bananeras.
  • Aureliano Babilonia logra descifrar los pergaminos.
  1. La elección puede también ser ocasionada por un accidente insólito: La visión de la caída de un rayo o la aparición de un espíritu. En el caso de José Arcadio Buendía, puede considerarse como accidente el estado de delirio en el que cae durante la segunda ausencia de Úrsula.

Características del chamán

Por su condición de elegido tiene acceso a una zona del espacio y del tiempo sagrado, comúnmente vedada a los demás miembros de la comunidad: Los Buendía son iniciados en el arte de la orfebrería, de la daguerrotipia y en la lectura de los manuscritos en el cuarto de Melquíades “donde el aire parecía más puro que en el resto de la casa”.

  1. Es el único que conoce la mitología y la genealogía del clan: Aureliano Babilonia logra descifrar los pergaminos donde estaban consignados los cien años de historia de la familia: “…la ciudad de los espejos (o los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos”.
  2. Siempre busca la soledad: con excepción de José Arcadio, Arcadio y Aureliano Segundo,  los demás miembros de la familia se caracterizan por ser solitarios y taciturnos. La mayor parte de sus vidas transcurre en el cuarto de Melquíades.
  3. El chamán no sólo es un soñador sino que siempre está buscando algo imposible: José Arcadio Buendía busca el daguerrotipo de Dios y cuando conoce el hielo comienza a soñar con un Macondo refrigerado. José Arcadio Segundo, por su parte, “…se empeñó en despejar el cauce (del río) para establecer un servicio de navegación… (cuyo) lecho pedregoso y los numerosos tropiezos de la corriente impedían el tránsito desde Macondo hasta el mar”.
  4. Posee una fuerza descomunal: Para poder atar a José Arcadio Buendía al castaño se necesitaron 20 hombres.
  5. Tiene una perfecta salud mental: Mientras que todo el mundo lo considera “loco”, José Arcadio Buendía discurre sobre la existencia de Dios con el padre Nicanor, quien termina por reconocer su gran lucidez mental.
  6. Se comunica con los muertos o con los espíritus, quienes lo ayudan a entrar en el Hades y le enseñan a convertirse en espíritu: Es Prudencio Aguilar quien conduce al patriarca al mundo de los muertos.
  7. Conoce el lenguaje de los animales: José Arcadio Buendía puebla a Macondo de pájaros “el concierto de tantos pájaros distintos llegó a ser tan aturdidor, que Úrsula se tapó los oídos con cera de abejas para no perder el sentido de la realidad”. Amaranta Úrsula intentará hacer lo mismo, pero fracasará, porque para ese entonces Macondo será un lugar desacralizado por el hombre.
  8. Conocimiento de un lenguaje secreto, comúnmente transmitido por un maestro o por un espíritu: José Arcadio Buendía, en su experiencia extática, habla en un lenguaje desconocido para los profanos, pero no para el padre Nicanor. Los dos comparten una lengua común a los elegidos, en este caso el latín. Y Aureliano Babilonia logra descifrar el sánscrito de los pergaminos de Melquíades.
  9. El chamán puede producir frío o calor: José Arcadio Buendía sueña con un Macondo refrigerado.
  10. Para ser chamán, es necesario ser reconocido como tal por toda la comunidad: “He venido al sepelio del rey”. En muchos pueblos naturales el jefe y el chamán son la misma persona.

El pilar del mundo y el chamán

El Axis-Mundi, o Pilar, es un eje cósmico y a su alrededor se extiende el mundo, y como todo eje el Axis-Mundi se encuentra en el centro de la tierra. Permite la comunicación entre los tres niveles cósmicos: cielo-tierra-infierno. Puede ser representado por una montaña, una escalinata, una cúpula o un árbol. Para los araucanos, el árbol no es sólo el Axis-Mundi sino que por medio de él se logra la ascención al cielo mediante una experiencia extática. José Arcadio Buendía al ser amarrado al castaño logra la ascensión celeste y por lo tanto su consagración como chamán.

Para terminar habría que señalar que el éxtasis no puede de ninguna forma ser considerado como locura. El trance le permite al chamán observar zonas que comúnmente son vedadas a la comunidad o al hombre profano y dicha experiencia lo consagra como tal.

Nota

Este ensayo es un pequeño homenaje a Gabriel García Márquez, el hombre más grande e importante que ha nacido en Colombia. Cien Años de Soledad ha sido uno de los libros que he leído con más placer intelectual y estético en mi vida; pero también ha sido un libro con el que que he gozado, reído y llorado, un libro que ya es un clásico y que nos pertenece a todos, es un libro cosmogónico y universal.

Bibliografía

CARPENTIER, Alejo.La novela latinoamericana en vísperas de un Nuevo Siglo y otros ensayos. Siglo XXI Editores. México. 1981.

CAILLOIS, Roger. L’homme et le sacre. Idées/Gallimard. 1983.

ELIADE, Mircea. Aspects du mythe. Idées/Gallimard. 1983.

  • El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis. Fondo de Cultura
  • Económica. México. 1982.
  • El mito del eterno retorno. Alianza /Emecé. Madrid. 5S edición. 1984.
  • Herreros y alquimistas. Alianza Editorial. Madrid, 1984.
  • Mythes, rêves et mysterès. Idées/Gallimard.
  • Mefístófeles el andrógino. Labor/Punto Omega. 2§ edidón. 1984.
  • Lo sagrado y lo profano. Labor/Punto Omega. 5a edidón. 1983.
  • GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel. Cien Años de Soledad. Edit. La Oveja Negra. 1982.

 

Por, Berta Lucía Estrada Estrada*

 

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – III parte

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – II parte

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – I parte

 

*Escritora. Egresada de Literatura en la Pontificia Universidad Javeriana. Maestría en Estudios Profundos (DEA) en literatura, en la Universidad de la Sorbona de París.

 

 

Texto publicado en el sitio: http://blogs.elespectador.com/cultura/el-hilo-de-ariadna/iv-parte-lo-sagrado-y-lo-profano-en-el-espacio-macondino
Imagen tomada de Internet: Noticias Caracol

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – III parte

“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.”

Segunda descripción histórica:

“Eran tres regimientos cuya marcha pautada por tambor de galeotes hacía trepidar la tierra”.

El espacio comienza una vez más a ser profanado, violado, es una invasión semejante a la de los españoles:

“Su resuello de dragón multicéfalo impregnó de un vapor pestilente la claridad del mediodía”.

En las tradiciones orales europeas el dragón representa la invasión bárbara. Después de la derrota de Darío III por parte de Alejandro Magno, derrota que marca el fin de la invasión persa, Darío III es representado como un dragón. En el mito araucano el diluvio es desencadenado por dos enormes serpientes que luchan por el poder. Para los aztecas el regreso de la serpiente emplumada, Quetzacoalt, significaba el fin de una era y el derrumbe de la clase guerrera.

El regimiento sufre una metamorfosis, sus hombres son en realidad un enorme animal mítico que lleva consigo todo el mal y todo el sufrimiento posible, la historia comienza a ser convertida en leyenda.

Con el anuncio del Jefe Civil y Militar “dispuesto a interceder en el conflicto”, la historia se repite: en 1905, en Iquique (Chile) se había producido la primera huelga de mineros del país, el conflicto encontró como solución una gran masacre por parte de las autoridades civiles y militares, los pocos que lograron sobrevivir retornaron a las minas completamente derrotados y a seguir trabajando en la misma situación infrahumana que habían denunciado, y que denunciarían posteriormente en Macondo:

“José Arcadio Segundo estaba entre la muchedumbre que se concentró en la estación desde la semana del viernes. Había participado en una reunión de los dirigentes sindicales y había sido comisionado junto con el coronel Gavilán para confundirse con la multitud y orientarla según las circunstancias”.

El coronel Aureliano Buendía y José Arcadio Segundo se convierten en una sola persona, ésto se constata al ser acompañado por el coronel Gavilán. Los dos son ‘escogidos” para salvar a los trabajadores del banano, como antes lo habían sido para salvar al pueblo de las huestes conservadoras el coronel Aureliano Buendía y Gerineldo Márquez.

El indicio de la próxima tragedia es el número tres, número cabalístico:

“Un poco antes de las tres corrió el rumor de que el tren oficial no llegaría hasta el día siguiente”.

Esta tragedia sólo será contada, y creída, por José Arcadio Segundo y un niño que salvó de morir pisoteado por la muchedumbre o por una bala de ametralladora:

“Al lado de José Arcadio Segundo estaba una mujer descalza… con dos niños de unos cuatro y siete años… Josa Arcadio Segundo se acaballó al niño (mayor) en la nuca. Muchos años después, ese niño había de seguir contando, sin que nadie se lo creyera, que había visto al teniente leyendo con una bocina de gramófono el Decreto Número 4 del Jefe Civil y Militar de la provincia”.

Ellos dos serán los únicos testigos de la masacre. El niño por su condición de elegido, no morirá, tendrá que vivir para contar la historia, evitando de esta forma que la huelga y la masacre queden en el olvido.

“Al final de su grito ocurrió algo que no le produjo espanto, sino una especie de alucinación. El capitán dio la orden de fuego y catorce nidos de ametralladoras le respondieron en el acto. Pero todo parecía una farsa. Era como si las ametralladoras hubieran estado cargadas con engañifas de pirotecnia…”

‘Alucinación, farsa y pirotecnia’ son palabras irreales, fantásticas, que contrastan con la verdadera tragedia: “Aquello parecía… una feria jubilosa”. Y como toda feria, ésta se caracteriza por el exceso, en este caso no es de comida o de orgía, sino de fuego, identificado por la población con juegos pirotécnicos. Por otra parte, la fiesta rompe con las prohibiciones que caracterizan al tiempo profano (dichas prohibiciones tienen como fin primordial proteger al mundo, y conservarlo en orden y armonía), y al ser levantadas las prohibiciones todo exceso es permitido; recuérdese las fiestas consagradas al dios Dionisos en Grecia o las de San Juan en el Perú. Según Roger Caillois el exceso, como la fiesta, contribuye a la renovación de la naturaleza, del mundo, y del tiempo, este último susceptible también de desgaste.

La masacre, en CIEN AÑOS DE SOLEDAD, al ser transformada en fiesta pierde su carácter dramático y real, es por ello que ningún habitante reconocerá luego su existencia.

El “grito de muerte” sumerge por un instante a la gente en el tiempo lineal, pero inmediatamente el tiempo mítico se impone:

“Una fuerza sísmica, un aliento volcánico, un rugido de cataclismo, estallaron en el centro de la muchedumbre…”.

Cuando se analizaba el espacio, se veía cómo el retorno al caos siempre ocurre mediante una catástrofe cósmica; al igual que el viento que arrasa a Macondo, ésta es una visión apocalíptica.

 

La segunda visión apocalíptica es observada por el niño: “La posición privilegiada del niño le permitió ver en ese momento que la masa desbocada empezaba a llegar a la esquina y la fila de ametralladoras abrió fuego”.

El dragón multicéfalo ha logrado apoderarse de la multitud:

“Los sobrevivientes, en vez de tirarse al suelo, trataron de volver a la plazoleta, y el pánico dio entonces un coletazo de dragón… Estaban acorralados, girando en un torbellino gigantesco…”.

Con esta visión el apocalipsis llega a su fin.

José Arcadio Segundo logra escapar con vida. Despierta en un tren amarillo cargado con “cadáveres… quienes los habían puesto en el vagón tuvieron tiempo de arrumarlos en el orden y sentido en que se transportaban los racimos de banano.”.

El banano, al ser desacralizado, se convierte en cómplice obligado de la masacre, pero el castigo divino no tarda en presentarse: “…los relámpagos que estallaban… Después de medianoche se precipitó un aguacero torrencial”. Esto marca el inicio del diluvio macondino.

José Arcadio Segundo, al llegar a Macondo, se encuentra con una mujer que le niega la existencia de dicha masacre:

“Aquí no ha habido muertos”, dijo. “Desde los tiempos de su tío, el coronel, no ha pasado nada en Macondo.”.

La mujer es la vocera de la versión oficial, contrasta con la negación que se hará al final de la obra sobre la existencia del coronel y de las 32 guerras civiles, lo que indicará que la historia ha sido completamente abolida.

Leyenda: El mito es el relato de un modelo ejemplar revelado por los dioses o por los ancestros míticos en el tiempo primordial y la historia en el tiempo profano, el tiempo de las desgracias, de los sufrimientos, del trabajo. La leyenda es el relato de un acontecimiento histórico, en el que participan personajes históricos y a veces contemporáneos, que son elevados a la categoría de héroes por las hazañas realizadas. Cuando esa historia comienza a ser manejada por el pueblo poco a poco se transforma en literatura oral y los acontecimientos reales pasan a tener características maravillosas y por lo tanto irreales (San Jorge matando al dragón, o un solo hombre venciendo a todo un ejército):

“… el gobierno conservador,… con el apoyo de los liberales, estaba reformando el calendario para que cada presidente estuviera cien años en el poder.”:

Cuando la historia no es abolida se convierte en leyenda o ficción.

 

El tiempo tratado como personaje: Uno de los elementos más importantes en el tratamiento del tiempo es el de convertirlo en un personaje más de CIEN AÑOS DE SOLEDAD. A todo lo largo de la obra, el lector es partícipe de un desgaste progresivo e irreversible del tiempo. Este se humaniza: “(el coronel) estaba… asombrado de la forma en que había envejecido el pueblo en un año… -¿Qué esperabas? -suspiró Úrsula-. El tiempo pasa. -Así es -admitió Aureliano-, pero no tanto.”. Le pasan los años, envejece, llega a la senilidad: “No era solamente que estuviera vieja y agotada, sino que la casa se precipitó de la noche a la mañana en una crisis de senilidad.”. Finalmente encuentra la muerte en la destrucción total de Macondo: “Era lo único que iba quedando de un pasado cuyo aniquilamiento no se consumaba, porque seguía aniquilándose indefinidamente, consumiéndose dentro de sí mismo, acabándose a cada minuto pero sin acabar de acabarse jamás.”

Tiempo psicológico: Otra de las características especiales del tiempo es el tratamiento que le dan los personajes, para quienes la vida entera puede transcurrir en un segundo: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.” E incluso puede recordarse la vida de los antepasados: “En el cuartito apartado, adonde nunca llegó el viento árido, ni el polvo ni el calor, ambos recordaban la visión atávica de un anciano con sombrero de alas de cuervo que hablaba al mundo a espaldas de la ventana, muchos años antes de que ellos nacieran.” Esta utilización del tiempo es un recurso eminentemente cinematográfico, la vida entera, o una fracción de la misma, pasa delante de los Buendía como si estuvieran viendo una película en la que participaran, a la vez, como protagonistas y espectadores. Pareciera que el tiempo formara parte de la memoria colectiva, o como si la memoria pudiera ser transmitida de generación en generación.

Tiempo circular o eterno retorno: El mito del eterno retorno es antihistórico, no fluye, es recuperable y repetible. Es un tiempo primordial hecho presente, es un eterno comenzar. Todo fin es a la vez un comienzo, la muerte engendra un nuevo nacimiento (para entender mejor este concepto no habría sino que pensar en el ciclo de las estaciones, el invierno es la muerte de la naturaleza y la primavera su resurrección). Es el tiempo de los ancestros míticos, su recuperación y repetición se logra por medio del rito. En la tradición judeo-cristiana se revive el nacimiento y la muerte de Cristo cada año, de esta forma el creyente puede ser su contemporáneo. Si todo fin es en realidad un nuevo comienzo, un nuevo renacer, ésto significa que todo acontecimiento es susceptible de ser eternamente repetido.

En Macondo, dadas sus características míticas, el tiempo circular no podía faltar, es más, los actos realizados por uno de los miembros de la familia son repetidos luego por sus descendientes: “José Arcadio Segundo… se empeñó en despejar el cauce para establecer un servicio de navegación. Fue un sueño delirante, comparable apenas a los de su bisabuelo… Ya ésto me lo sé de memoria”, gritaba Úrsula. “Es como si el tiempo diera vueltas en redondo y hubiéramos vuelto al principio”. Otra de las características de los Buendía es “el vicio de hacer para deshacer” perpetuando así el mito de Penélope: “Viéndolo montar picaportes y desconectar relojes, Fernanda se preguntó si no estaría incurriendo también en el vicio de hacer para deshacer, como el coronel Aureliano Buendía con los pescaditos de oro, Amaranta con los botones y la mortaja, José Arcadio Segundo con los pergaminos y Úrsula con los recuerdos”. Todos los acontecimientos se repiten una y otra vez: “Qué quería -murmuró-, el tiempo pasa. -Así es -dijo Úrsula-, pero no tanto. Al decirlo tuvo conciencia de estar dando la misma. réplica que recibió el coronel Aureliano Buendía en su celda de sentenciado, y una vez más se estremeció con la comprobación de que el tiempo no pasaba, como ella lo acababa de admitir, sino que daba vueltas en redondo”. Pero la definición más clara la da Pilar Ternera: “No había ningún misterio en el corazón de un Buendía, que fuera impenetrable para ella, porque un siglo de naipes y de experiencias le había enseñado que la historia de la familia era un engranaje de repeticiones irreparables, una rueda giratoria que hubiera seguido dando vueltas, hasta la eternidad, de no haber sido por el desgaste progresivo e irremediable del eje”.

El año nuevo, símbolo del tiempo circular: Para terminar habría que señalar que para los griegos el dios del tiempo, Cronos, aún pervive en la lengua, es decir en el griego moderno. Jronia significa tiempo nuevo, año nuevo.

El año nuevo, y la fiesta que lo precede, representa una nueva vida, un nuevo mundo, es la abolición del tiempo pasado y la recreación de uno nuevo, cuyo modelo es el tiempo mítico. El ciclo solar y el lunar son el ejemplo más claro del mito del eterno retorno.

El brujo, el nagual, el medicine-man, el poeta, el sacerdote o el místico, son conocidos en las sociedades naturales con el nombre de chamán. Esta palabra proviene del tungús Shaman, y designa a todo aquel que tiene una visión sobrenatural, que puede visualizar tanto un espacio lejano como los acontecimientos pasados o futuros. El chamanismo es una experiencia mágico-religiosa. El chaman está revestido de un gran poder, a menudo más fuerte que el del jefe de la comunidad. Su palabra es indiscutible, y nada se hace sin su consentimiento. En los movimientos milinaristas lo vemos a menudo conduciendo a su pueblo hacia una muerte segura sin que nadie le objete su decisión. Es el encargado de buscar y de sacralizar el espacio. Todo chamán tiene como característica especial el haber sido “escogido”.

Por, Berta Lucía Estrada Estrada*

 

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – II parte

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – I parte

 

Texto publicado en el sitio: http://blogs.elespectador.com/cultura/el-hilo-de-ariadna/iii-parte-lo-sagrado-y-lo-profano-en-el-espacio-macondino