Víctimas-2

“Víctimas llevan más de 20 años esperando respuesta»: Johanna López

Víctimas del conflicto armado reclaman sus derechos en el Minvivienda

 (Bogotá D.C., Colombia)

Por, Rugidos Disidentes

Víctimas del conflicto armado se encuentran desde el 7 de septiembre en las instalaciones de Minvivienda exigiendo cumplimiento a los compromisos adquiridos por el gobierno años atrás.

Johanna López ha sufrido en carne propia la crueldad del conflicto armado, ha sido víctima de la violencia y del incumplimiento del gobierno frente a los compromisos adquiridos en la Ley 1448 de 2011.

Johanna lidera a la organización Víctimas Unidas por un Mejor Futuro, la cual agrupa alrededor de 120 familias que, como ella, también han sido violentadas por grupos armados y por el mismo Estado.

Johanna lidera a la organización Víctimas Unidas por un Mejor Futuro, la cual agrupa alrededor de 120 familias que, como ella, también han sido violentadas por grupos armados y por el mismo Estado.

Desde el pasado lunes 7 de septiembre, miembros de la organización se encuentran en las instalaciones del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio para exigir que la entidad dé cumplimiento a los artículos 64 y 25 de la Ley 1448 de 2011, sin que hasta el momento algún funcionario con poder de decisión se haya acercado para escuchar las peticiones de los manifestantes.

En un año de existencia, Víctimas Unidas por un Mejor Futuro ha empezado una lucha constante por el cumplimiento de los derechos que les ha sido vulnerados por el Gobierno Nacional.

A Bogotá llegaron hace seis meses, tuvieron que marcharse por problemas de seguridad y desde hace tres meses regresaron, para reclamar sus derechos ante la Procuraduría Nacional de la Nación. Alrededor de 65 familias pasaron 12 días en la calle, sin que recibieran una respuesta satisfactoria por parte de los funcionarios que se acercaron a dialogar con ellas.

—No nos daban garantías de nada, simplemente que nos fuéramos y que después nos daban la reunión. No quisieron aceptar el trato, que primero fuera la reunión. Primero nos ultrajaron con el Esmad, golpearon a un abuelito de 80 años —menciona Johana en entrevista con Como la Cigarra… Radio y Rugidos Disidentes.

La paciencia ha llegado a un límite, en el cual la única opción para ser escuchadas son las vías de hecho.

—Siempre nos dan evasivas. Solamente nos dicen mentiras, nos llenan de documentos. Muchas víctimas llevan más de 20 años esperando respuesta y hasta ahora la Unidad de Víctimas, el Minvivienda, Acción Social y otras entidades no han dado respuesta —agrega.

El lunes en la mañana llegaron al Minvivienda, no fueron atendidos, tampoco los dejaron entrar. Pasaron la noche a la intemperie y al día siguiente lograron ingresar.

—Nos dieron otra evasiva más, como siempre nos las han dado —menciona—. Realmente nos tocó tomar esta vía de hecho. Nos sentimos impotentes. Todos los compañeros ya están cansados de las mismas mentiras.

La respuesta de los funcionarios que se han acercado no son satisfactorias. —Que teníamos que meternos por la página, mandar los correos, como lo hemos venido haciendo durante muchos años. Siempre son mentiras, evasivas, engaños y nunca dan resultado, ni una solución —explica Johanna.

La situación para las víctimas presentes en el Minvivienda no es sencilla. Menciona Johanna que las están presionando para que se retiren de allí, restringiendo la entrada de alimentos.

Aunque el día de ayer se hicieron presentes el Defensor del Pueblo y un Personero de la localidad de Santa Fe, no hubo ningún acuerdo. Hoy no se hicieron presentes.

Las víctimas manifestantes requieren de alimentos no perecederos para poder resistir la lucha que decidieron emprender hasta ser escuchadas.

Buscaremos las versiones de las entidades involucradas, para que den respuesta a los múltiples interrogantes que surgen frente al incumplimiento de la Ley de Víctimas.

Una sola raza

El rock y el hip hop: una sola raza

Los pasados 29 de febrero y 1 de marzo, se llevó a cabo una edición más de Rock Hyntiba y Cuando las calles hablan, festivales en los que se dan cita, año tras año, diferentes exponentes locales, distritales y nacionales de cada uno de estos movimientos.

Por, Andrés Angulo Linares

La realidad de las localidades dista de la proyectada en los grandes medios de comunicación. 19 territorios con una historia individual, una lucha constante por conservar intacta, aunque sea en parte, su tradición e identidad cultural.

Algunas de ellas fueron otrora, municipios aledaños a Bogotá que con el tiempo y gracias a la expansión de la capital, eso que alguien llamó «desarrollo», terminó por absorberlas.

Fontibón, la tierra del cacique Hyntiba en la época de la conquista española, dejó de ser municipio en 1954, cuando fue incluida, junto con otros cinco territorios,  como localidad de la ciudad de Bogotá.

Las paredes de las edificaciones que aún conservan su arquitectura colonial, han sido testigos de la historia que se escribió sobre su suelo, cuando era identificada en vocablos indígenas como Hontibón u Ontibón hasta adoptar su nombre actual: Fontibón.

Las calles, parques, bares y salones comunales han sido escenarios del surgimiento cultural de Fontibón, que ha abierto espacios para que los ‘pelados’ de la localidad, puedan expresar su talento y que sean ellos en su propio lenguaje los que narren, también, su propia historia, ya sea desde los sonidos extremos o desde esas rimas cargadas de vivencias cotidianas y de realidad. Expresiones culturales que son, en sí mismas, un canto de resistencia y una extensión de su propia identidad.

Los movimientos del rock y del hip hop, cada uno desde su propuesta musical, han trabajado alrededor de la comunidad y han contribuido al desarrollo cultural de la localidad novena.

Los pasados 29 de febrero y 1 de marzo, se llevó a cabo una edición más de Rock Hyntiba y Cuando las calles hablan, festivales en los que se dan cita, año tras año, diferentes exponentes locales, distritales y nacionales de cada uno de estos movimientos.

Más allá de dos días de concierto Rock Hyntiba y Cuando las Calles Hablan, nos demuestran que más allá de las diferencias somos una sola raza.

Dos experiencias, dos crónicas:

https://test.rugidosdisidentes.co/rock-hyntiba-25-anos-de-sonidos-estridentes-y-voces-guturales/
https://test.rugidosdisidentes.co/cuando-las-calles-hablan-23-anos-cantandole-a-la-realidad/

Mural dibujado durante la jornada por artistas locales

Cuando las Calles Hablan: 23 años cantándole a la realidad

Las chamarras de cuero, los jeans ajustados, las camisetas negras y las botas del  día anterior, fueron reemplazadas por los jerséis anchos, pantalones caídos y zapatillas.

Por, Andrés Angulo Linares

9:00 de la noche, la Plaza Fundacional de Fontibón estaba a reventar. En la tarima, La Etnnia, con Real, después de una hora de concierto, se despedía de un público que no dejó de corear uno a uno los temas que la agrupación de rap, una de las más importante del país, había preparado para el cierre de Cuando las Calles Hablan.

El nombre de La Etnnia se instaló en la memoria cultural de la ciudad, convirtiéndose en un hito de las calles. Kany, Káiser y Ata, tres hermanos que se entregaron al rap desde muy jóvenes, dieron vida en 1994, en la casa de placa 5-27 del barrio las cruces de Bogotá, a un proyecto que trazaría un nuevo rumbo para la cultura del hip hop de nuestro país, convirtiéndolo en patrimonio cultural de la nación.

Hoppers, metaleros, rockeros o punkeros identifican a La Etnnia como una institución musical y reconocen el peso que la agrupación ha ganado en casi 26 años de historia.

Esta era la primera presentación de La Etnnia en un festival local, que esta haya sido, precisamente, Cuando las Calles Hablan, dan cuenta de la importancia que el festival tiene en la ciudad de Bogotá.

La jornada del domingo significaba para nosotros, como medio de comunicación alternativo, la oportunidad, después de seis años de  trayectoria, de asistir por primera vez al cubrimiento de un festival de hip hop.

Muchos jóvenes han encontrado en la cultura hopper una forma de vida en la que pueden expresarse libremente, dar rienda suelta a su creatividad y sentirse identificados con las rimas creadas por los artistas de rap, que al igual que ellos, han crecido con las problemáticas sociales que traen consigo el vivir en barrios populares y en sectores marginados.

Las chamarras de cuero, los jeans ajustados, las camisetas negras y las botas del  día anterior, fueron reemplazadas por los jerséis anchos, pantalones caídos y zapatillas. Son públicos claramente diferentes, pero que coinciden en la pasión que despiertan en ellos los dos géneros.

La jornada de Cuando las Calles Hablan había preparado 13 presentaciones: Clandestino, Surcrem, Andersound, Kantor y Arte Ilicito, agrupaciones de la localidad; DJ Mook y La Wera Deejay, D.J. invitados; Elorik y The Negro Tapes, bandas distritales; la proyección del video Voces Ancestrales, grabado con la partipación de artistas de rap y rock de Fontibón y el cierre, a cargo de La Etnnia.

https://www.youtube.com/watch?v=TIMEVVqfWEY

La Plaza Fundacional de Fontibón, desde muy temprano se vio invadida por hoppers, provenientes desde diferentes puntos de la ciudad, para brindar su apoyo a los primeros artistas de la jornada, representantes de la localidad: Clandestino, Surcrem y Andersound. Prometía ser un domingo bastante soleado. Así fue.

Sentado sobre la tarima, un hombre joven con los ojos vendados, narraba a partir de sus versos, una cotidianidad que bien podría ser la de miles de jóvenes habitantes de zonas populares en las grandes ciudades. Atrás de él, de pie, estaba su compañero de rimas, también con los ojos vendados, mientras que en la tornamesa, el D.J. se encargaba de las mezclas musicales.

Elorik, fue el primer artista distrital de en Cuando las Calles Hablan. Juan David, líder del proyecto, tomó el nombre del personaje principal de una serie de anime, con la cual se sintió identificado.

Alto, de pelo largo y de barba espesa, Elorik, bien podría ser un artista de rock alternativo, pero fue el hip hop, el movimiento con el cual encontró una conexión especial desde muy joven.

El proyecto está compuesto por un solista (Juan David), quien detrás cuenta con un equipo de trabajo. La propuesta está enfocada en el rap, con alguna fusión de jazz, rock y soul.

Son seis años de trayectoria profesional para Elorik, tiempo en el cual ha buscado la forma de hacerlo visible. Para Juan David, “La idea es recuperar esa música clásica del hip hop”.

“El hip hop se siente como un metrónomo, siempre está acompasado, siempre va en un compás de 4/4. Se siente rudo, pero a la misma vez, se puede sentir muy suave, muy delicado, muy bello… muchas personas siente que el hip hop es poesía” –Afirma Juan David.

“Le canto a esa persona del común, busco identificar a la mayor cantidad de personas en mis letras”. Agrega.

Para Juan David, el proceso de composición nace en la intimidad. No podría darse si se encuentra rodeado de personas: “… tengo que estar en mi casa, tranquilo. Un lápiz y un cuaderno; o el mismo celular… trato de enfocarme en los problemas del ser humano común, nada de hablar de cosas que no he vivido, que no he experimentado”

Para Juan David la música no debería dividir, por lo contrario, a partir de ella, se puede entender que hay causas en común que nos unen. “Perfectamente, una persona puede disfrutar del metal y al mismo tiempo de hip hop. Disfrutar, por qué no, de un evento mixto. Precisamente sería una respuesta a una cuestión común… Dejar de ver el rap como un ruido, dejar de ver el metal, el hard core, el rock como un ruido…”

Liberté, Zazen y On son tres canciones con la que Elorik se conecta en el escenario. Según él, es la esencia de Juan David la que está allí, en la tarima.

El mensaje de Juan David es contundente: “Siempre habrán posibilidades para los proyectos que uno ama”.

El Break Dance es una de las manifestaciones de la cultura Hopper que más llama la atención. Su origen se remonta a la década de los 60 a las calles de Brooklyn. Es una danza coordinada en la que pasos y acrobacias son combinados para entregar un performance lleno de estilo y vitalidad.

No existen barreras para entregarse a una pasión. En la tarima, dos grupos de bailarines se enfrentaron en una batalla de movimientos, pasos y acrobacias. Compuestos por hombres, mujeres y un chico en silla de ruedas, estos jóvenes entregaron un perfomance que nos hizo comprender cuán difícil puede ser aprender las técnicas del Break Dance.

Un saxofonista, una mujer en los coros, un D.J. en la tornamesa y el dúo formado por los raperos ‘Kamo’ y ‘Blak’, hacen de la puesta en escena de The Negro Tapes, una presentación que queda grabada en los sentidos.

Andrés García (‘Kamo’)  y Daniel Bernal (‘Blak’), llegaron al rap siendo muy jóvenes, aproximadamente hace 8 años, desde hace dos, dieron vida a The Negro Tapes, proyecto musical de hip hop alternativo, el cual fusiona el sound system, el jazz, el soul, el rock y otros ritmos, entregando de esta manera una propuesta musical y estética que les ha permitido llegar a un público mucho más amplio.

“El hip hop es una escena bien guerreada aquí en Bogotá y en Colombia, entonces toca hacer las cosas siempre muy bien…”, manifiesta The Negro Tapes.

‘Kamo’ y ‘Blak’ llegaron al rap cuando aún eran adolescentes, hoy con casi 30 años de edad, conforma una de las agrupaciones actuales con mayor proyección. “Arrancamos escuchando mixtape. También la búsqueda de identidad de la adolescencia, uno quiere ser rapero, metalero, punkero…”. Agrega la agrupación.

El género del rap ha dado grandes artistas a nivel nacional, muchos de ellos han servido como fuente de inspiración para The Negro Tapes, que muestra gran respeto por la música de Tres Coronas, La Etnnia, Crack Family, entre muchos más en una lista bastante extensa.

Para ser rapero, manifiestan ‘Kamo’ y ‘Blak’, basta con tener algo que contar: “Tener algo que decir, básicamente. No solamente en el rap, sino en el mundo del arte, si tienes algo que decir, un sentir… puedes convertirlo en música. El rap requiere de mucha lectura, llenar la cabeza con muchas palabras, de mucho léxico”, agregan.

El proceso de composición dista con cada momento: “Podemos sacar primero la letra, luego nos sentamos con el D.J. vamos experimentando, tenemos una idea en la cabeza y vamos ahora por un beat… o también, escuchamos un beat y decimos ¡uf! este nos gusta para escribir algo, una canción que tenga ese color… Ambos componemos, cada quien se sienta por su lado, es un proceso de acompañamiento constante, no solo entre nosotros dos, sino con el D.J., el saxofonista… Tratamos de meter a todo el grupo durante el proceso de una canción…”.

Para The Negros Tapes hay una canción que los conecta de manera especial, “Modelo 90, la canción que nos abrió las puertas al panorama nacional… fue puesto número uno del top 25 de Radiónica… llegamos a muchos oídos, mucha gente ajena al rap nos escuchó y les gustó la propuesta”.

En la actualidad,  la agrupación cuenta con cinco canciones en plataformas digitales, pero se está preparando para grabar su primer EP a mitad del presente año.

Frente al estigma que recae sobre el rap conciencia, The Negro Tapes manifiesta una postura bastante firme: “Básicamente, nosotros tenemos un sello y es la honestidad… a todas las canciones que hacemos, queremos impregnarles eso. Muchas veces escuchas un rap conciencia… y vas a ver, y son personas que le pegan a la mujer en la casa… entonces es más show que otra cosa. Nuestro sello es la honestidad, tanto en la muisca como en las letras, también como personas. Si eres honesto, así mismo le llegas a la gente”.

Para The Negro Tapes toda la música nutre los oídos, y el rap, en sí mismo, se nutre de otros sonidos.

Arte Ilícito, agrupación de localidad, era también una de las más esperadas de la jornada. El reto no podría ser más exigente, no solo es presentaba ante un público que llenó la Plaza Fundacional de Fontibón, sino que sería la banda que abría la presentación de La Etnnia.

En un perfomance imponente, cargado de rimas y beats explosivas, los chicos de las chaquetas rojas, se llevaron la ovación de los hoppers, que no pararon de corear las canciones de Arte Ilícito.

La apuesta de Fontibón por la cultura se refleja en todos los procesos sociales que se adelantan en la localidad, lo cual ha contribuido a que la misma comunidad se empodere de su territorio y guarde sentido de pertenencia hacia él.

Previo a la presentación de La Etnnia, ‘Pacheco’, anfitrión de Cuando las Calles Hablan, invitó al escenario a Jasa Rehm, el presentador de la jornada de Rock Hyntiba, un momento emotivo en el que se rindió un sentido homenaje al fallecido Samurái, uno de los artistas más destacados en la cultural del hip hop de nuestra ciudad.

Dos géneros urbanos que se unieron en 1999, para desarrollar un proceso social en conjunto con los jóvenes de la localidad, y trabajar en equipo compartiendo experiencias y conocimiento, para darle una nueva proyección a Rock Hyntiba y a Cuando las Calles Hablan, demostrando que más allá de nuestras diferencias somos una misma raza.

https://www.youtube.com/watch?v=BjV9jh_eXxU
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Yordano: Madera fina

«… si los de la dictadura no quieren cambiar, entonces somos nosotros los que tenemos que hacerlo…»

Por, César Augusto Sutachán Daza

Carlos, un hombre bogotano cercano  a los 50 años de edad,  no sabía cómo podría llegar a percibir la música de un cantante que en su juventud le hizo vibrar el corazón y a quien escucharía en concierto, por segunda vez, luego de casi 30 años.

Al principio le pareció una mala idea asistir el 21 de septiembre de 2018 en Bogotá al espectáculo de un artista como el venezolano Yordano, quien podría estar en  la curva de su decadencia a raíz de que en 2014 le diagnosticaron un cáncer de médula ósea por el cual fue sometido a un delicado trasplante en los Estados Unidos.

Yordano

Sin embargo, pudo más el empeño de la esposa de Carlos y esa noche la pareja presenció el testimonio de lo que es un verdadero artista con todas las ganas de vivir, a pesar de su grave dolencia, sus 66 años de vida y la debilidad en su cuerpo, pero con la voz y el talento intacto, sigue trabajando –y más– para seguir cubriendo los costos de sus tratamientos médicos.

Yordano modelo 2018

La aparición en el escenario de un hombre adulto, afectado en su salud, con un caminar lento e inseguro apoyándose en un colaborador que lo escoltaba, borró de un tajo en la mente de Carlos la imagen del hombre caucásico y alto que en los años 80 visitó Bogotá y que representaba un nuevo aire para el pop latino y quien con sus letras conquistó a toda Latinoamérica.

El impacto fue duro. Volvieron las dudas y el artista acompañado de solo una guitarra, saludó a su público con una voz débil y al mismo tiempo profunda, y comenzó a mostrar el artista que se formó desde 1982, año en que dejó la agrupación Sietecuero y se volvió solista en una época donde cantantes de procedencia italiana como Franco De Vita mostraron un sonido diferente.

Los asistentes al concierto quisieron registrar el momento en sus celulares pero los asistentes de seguridad hicieron de todo, hasta ser insoportables, para evitar que eso sucediera mostrando un egoísmo y una falta de consideración injustificada con los fans que sólo querían tener un recuerdo de su ídolo.

Y Yordano comenzó su ronda de canciones: Locos de amor, No voy a mover un dedo, Robando azules, Manantial de Corazón, No queda Nada, en fin, el italo-venezolano sacó su arsenal para conquistar a su público y  lo logró, con un estilo tranquilo lleno de historias que conmovió a todos.

Carlos se ingenió, entonces, la forma de grabar en video unos los instantes más emocionantes del concierto, cuando sonó Por estas Calles, una canción compuesta hace más de 30 años, pero poseedora de una actualización única: «Por estas calles hay tantos pillos y malhechores y en eso sí que no importa credo, raza o colores. Tú te la juegas si andas diciendo lo que tú piensas, al hombre bueno le ponen precio a la cabeza», así dice la canción como si se hubiera escrito hoy en día, basada en la actual represión de la dictadura Bolivariana que ha hecho emigrar a más de tres millones de venezolanos al exilio y a la desesperanza.

Unplugged Yordano en Cúcuta (2011)

Por cierto, muchos de los asistentes al concierto, son un puñado de esos tres millones de inmigrantes que cantaron con nostalgia el éxito de Yordano, observando en la pantalla imágenes de las marchas de protesta, donde más de 100 personas fueron víctimas de la represión de la Policía, las mismas en las que varios dieron su vida por su patria y cuando el líder Leopoldo López fue llevado a prisión por el ideal de motivar la libertad entre sus conciudadanos.

El mensaje del cantante fue contundente al hablar de la problemática de su país: “si los de la dictadura no quieren cambiar, entonces somos nosotros los que tenemos que hacerlo”…

Los aplausos no se hicieron esperar, tres generaciones cantaron éxito tras éxito y en un momento, fans jóvenes, maduros y veteranos, se unieron todos con los acordes de la música de los 80s hasta el final, luego de 45 minutos de show.

Yordano

Con el humor  que caracterizó su presentación y burlándose de sí mismo y de su salud, Yordano, le pidió al público que le pidiera “otra, otra, otra” y que lo hicieran estando él, ahí sentadito con su guitarra, porque no tenía la menor intención de hacer lo que antes hacía cuando era joven y gozaba de mejor salud, de salir estrepitosamente del escenario y regresar como lo hacen todos los artistas cuando el público pide “la otra”.

La gente gritó entonces “otra, otra, otra” y la última canción de la velada sonó con el embrujo mágico de un momento en que un artista se despide de un público que lo adora, sin saber si será para siempre.

Carlos y su pareja, reconocieron la experiencia musical de este venezolano de origen italiano con 35 años de vida artística y que les dejó la zozobra de saber si algún día lo volverían a ver en vivo y en directo con esa “Madera Fina” que lo caracteriza y  lo hace luchar día tras día, minuto a minuto,  concierto tras concierto, por su vida.

Por, César Augusto Sutachán

(Editor en Jefe Revista Mundo)

Fidel en tres colores

El líder que logró derrocar a Fulgencio Batista, con los años se convertiría, también, en otro dictador.

Por, Andrés Angulo Linares

Sus principios revolucionarios y su trayectoria política implican analizarlo desde distintos matices: rojo, su lucha; blanco, su ideario y el negro que tiñó de oscuro su historia y la vida de los cubanos.

Rojo. El 31 de diciembre de 1958, no sólo significó para Cuba la puerta a un nuevo año, abrió las puertas a una era diferente, una cargada de esperanza y alimentada por un ideario de igualdad, de justicia y de libertad. La Revolución lo había logrado, la dictadura de Fulgencio Batista había llegado a su fin. Blanco. La revolución nacionalista promulgó la Reforma Agraria y las tierras regresaron a sus campesinos, acompañada de esta medida una reducción de impuestos y la nacionalización de las empresas extranjeras. Un nuevo horizonte se vislumbraba desde la isla centroamericana. Negro. El enfrentar a una potencia de las dimensiones de Estados Unidos, aunque valiente, implicó para el nuevo régimen un reto enorme, las dificultades económicas no tardaron en aparecer y el temor de otros países de la región de perder el apoyo de la potencia del norte dificultó las relaciones económicas con Cuba. Este aspecto oscuro se haría notorio cuando el gobierno de Castro empezó a consolidarse como una dictadura radical.

La respuesta estadounidense no tardó mucho en hacerse sentir y en 1962, un grupo de proscritos patrocinados en secreto por Estados Unidos intentó invadir la isla con la certeza de derrocar a Fidel y de poner en manos de Washington el destino de Cuba a través de un gobierno en el exilio. Rojo. La victoria, para la potencia occidental, estaba escrita y Playa Girón en Bahía Cochinos, sería testigo de ello. Sin embargo, las tropas castristas no sólo repelieron el ataque, dejaron cautivos a más 1.000 hombres, que con el tiempo, según fuentes periodísticas, fueron intercambiados con la potencia norteamericana a cambio de una compensación económica, Cuba también logró consolidar un apoyo definitivo con la Unión Soviética. Fidel, y sus hombres, de nuevo lo habían logrado. La isla seguía perteneciendo a los cubanos y él daba otra victoria más a la imagen de leyenda que, desde ese entonces, empezaba a forjarse. Blanco. Cuba es un país hermoso, sus verdes praderas y el color azul de su mar, hacen de la isla un lugar de ensueño, propicio para alejarse de la rutina caótica de otros países. El buen estado de la Autopista Nacional pareciera indicar, en un primer vistazo, una correcta ejecución del erario para proyectos de este tipo. Sus playas, como Varadero, son limpias y permiten respirar un aire de tranquilidad. La Isla, para los turistas es definitivamente un paraíso. Negro. Sin embargo, la situación para los cubanos es bien diferente, la belleza de sus paisajes es contrastada con la falta de desarrollo industrial. En la Habana, la igualdad no descendió del ideario a la realidad; al frente de grandes edificios del gobierno, en su mayoría en muy buen estado, las fachadas bastante gastadas de las edificaciones residenciales muestran una realidad en la que la pobreza es protagonista. Las playas y el mar que para el turista representan un descanso, para los residentes, significan una fuente de trabajo. La oportunidad de conversar con los trabajadores de los hoteles, da a conocer las dificultades por las cuales deben pasar y muchos de ellos dejan ver su sentimiento de frustración por las condiciones económicas que deben soportar. De estas personas aparece el fenómeno social que representan las llamadas “jineteras”, prostitutas que venden sus cuerpos para poder mantener a sus familias. La isla, para una gran parte de los cubanos, es una cárcel.

Rojo.  Estados Unidos, continuaría, esta vez de forma directa, su intento por derrocar al nuevo régimen, la Operación Mangosta, dirigida por el ejército de esta nación fue diseñada para invadir a la Isla, que al contar con el apoyo de la Unión Soviética, aprobó la instalación de bases de misiles como medida disuasiva a los propósitos del gobierno de Kennedy, de esta manera y ante el posible daño que podría causar dicho armamento a las costas de potencia de EE.UU. los planes de intervenir a Cuba fueron suspendidos. Blanco. La lucha por preservar la dignidad del pueblo cubano trajo para la Isla la solidaridad del bloque socialista y permitió resistir al embargo económico impuesto, con el fin de debilitar la economía del régimen. Negro. El bloqueo económico, en todo caso, significó para Cuba un estancamiento en el tiempo. Si bien es cierto, el grado de desarrollo de un país no depende necesariamente de una adaptación al mercado, es éste el que le proporciona un acceso a una economía diversificada, permite los avances industriales y ofrece posibilidades bastante amplias para sus habitantes, en la medida que incentiva la investigación, la inversión y la evolución tecnológica. Cuba, se detuvo en el tiempo y es algo que fácilmente se identifica al recorrer las calles de La Habana y observar la cantidad, por ejemplo, de viejos autos rusos que circulan por sus calles.

Blanco. Desde las teorías de izquierda, Cuba ha sido un ejemplo de éxito del socialismo llevado a la práctica. La cobertura de la educación en la isla, parece así demostrarlo, de acuerdo con la UNESCO, la Isla fue el primer país de Latinoamérica en erradicar el analfabetismo y la gratuidad en la educación básica está garantizada en todos los rincones del territorio cubano. Se sabe que una gran parte del presupuesto es asignado a este rubro y la educación superior también goza de buena reputación internacionalmente. Negro. No obstante, de poco sirve que la educación esté garantizada, si una vez los jóvenes terminan sus estudios profesionales, las oportunidades de que su profesión les brinde un salario que les permita alcanzar otro nivel de vida son escasas. En cuba hay miles de jóvenes capacitados que no tienen un trabajo y terminan en el rebusque diarios. Además, los salarios son bastante bajos y gran parte de los egresados se ven obligados a ocuparse en otros oficios muy alejados a su formación profesional. Entre otras actividades, detrás de un volante de un taxi encuentran una fuente de ingresos lucrativa. En el peor de los casos, la prostitución brinda a las “jineteras” –en su mayoría profesionales y algunas con estudios de posgrado- una salida económica a la pobreza sufrida. Rojo. La conquista de la Revolución Cubana sirvió de inspiración en otros países de la región para que la lucha de esa guerrilla que perseguía un ideal se abriera camino y lograra consolidarse. La imagen de Castro, entonces, ya no sólo simbolizaba la lucha armada, significaba, además, la unión de una sociedad oprimida que, organizada en movimientos sociales, alcanzaría logros importantes. 

Negro. Los idearios primarios de la revolución con los años se fueron desvaneciendo, como también sucedió con los objetivos buscados con las guerrillas del continente, que pasaron de la lucha armada reivindicatoria a crímenes en contra de la misma población. El imaginario de una sociedad más equitativa se transformó es un afán egoísta por alcanzar el poder de cualquier forma, aunque ello implicara incluir dentro de sus formas de lucha el secuestro, el narcotráfico y la persecución a líderes opositores. Si bien es cierto que discípulos de Fidel como el fallecido Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y Daniel Ortega en Nicaragua alcanzaron el poder por vía electoral, tomaron de su maestro la lección inconcebible y desastrosa de perpetuarse en el poder, a través de dudosos comicios y se convirtieron en los únicos dueños de sus países, contrarrestando a la oposición con el poder constitucional del Estado. Blanco. Al igual que los idearios buscados con la revolución, los efectos positivos de ésta sobre la sociedad cubana, se convirtieron en recuerdos inmortalizados en las páginas de los libros de historia y como teorías en la literatura de izquierda del continente. Aunque la realidad, señalaría un escenario bien diferente, la reputación alcanzada permitió que la nostalgia de la sublevación del más débil ante el más fuerte, fuera más importante y más difundida que la realidad interna de la Isla. Rojo. Al final, en contra de cualquier presagio,  Fidel Castro murió en su lecho y no como víctima de un disparo proveniente de la CIA. Murió a sus 90 años y para el pesar de muchos y alivio de otros, fue el hombre que no pudo dar por vencido ese enemigo, que la izquierda ha llamado a lo largo del tiempo: ¡El Imperio!

Negro. Uno de los argumentos más fuertes en contra de Fidel, es el hecho evidente de que privó a su pueblo de una democracia. La libertad y la dignidad que con tanto arrojo las tropas castristas defendieron y devolvieron a los cubanos, fue él mismo Castro, quien con los años, se las arrebató de nuevo. Fidel, astuto y hábil estratega, logró manipular en muchas ocasiones a la opinión pública. Su trayectoria política fue paradójica y sus años posteriores a la Revolución, fueron contradictorios con los idearios que dieron origen a ésta. Rojo. Utilizó la radio disidente como medio difusor de su propaganda política para ganar adeptos.

Negro. Una vez se hizo al poder cerró las posibilidades a la libertad de expresión y blindó a la isla con una barrera infranqueable que hizo, casi que imposible, para la comunidad internacional tener un panorama real de lo que sucede en suelo cubano. Rojo. Castro, perseguido político y condenado por hacer pública su oposición ante las injusticias de Fulgencio Batista, decidió ejercer su propia defensa y abandonó las comodidades que suponía pertenecer a una clase favorecida por perseguir un ideal.

 Negro. Con los años, fue él quien condenó a  la opinión disidente y castigó la oposición. Quien, en otrora, se enfrentó ante la injusticia de una dictadura, instauró la propia y el héroe de su pueblo, se convirtió en  su victimario.

Fidel murió  el 25 de noviembre de 2016, los mitos que alrededor de él se crearon permiten presagiar un juicio que no será uniforme, cada quien lo recordará, como considere debe hacerlo. Fidel ganó la inmortalidad, pero la historia y lo que suceda con el futuro de Cuba serán los encargados de condenarlo o absolverlo.

 

Por, Andrés Angulo

@OlugnaElGato