«No basta solo con meter la cabeza en el infierno, ahí adentro hay que abrir los ojos. Nadie los ha abierto, ni siquiera esos «hombres de poder» de mi ciudad»
«No basta solo con meter la cabeza en el infierno, ahí adentro hay que abrir los ojos. Nadie los ha abierto, ni siquiera esos «hombres de poder» de mi ciudad»