Por, Ana Puentes
Sierra Leone’s Refugees All Stars
Sierra Leona es un país africano independiente hace poco más de 50 años. Como otras naciones de África, las fronteras de Sierra Leona, inventadas por otros, encierran un grave conflicto étnico y una población agobiada por la extrema pobreza y la violación de Derechos Humanos.
Entre 1991 y 2002, Sierra Leona se vio envuelta en una cruenta Guerra Civil: El Frente Unido Revolucionario (FRU), compuesto por personas de la tribu Temné, trató de dar un golpe de Estado e inició un conflicto contra el gobierno y las Fuerzas Armadas Oficiales, conformadas por miembros de la tribu Mende.
El FRU se caracterizó por sus constantes saqueos y ataques a la población civil, por el reclutamiento de menores y por su financiamiento a través de los diamantes de sangre, aquellos obtenidos a través de la esclavitud o semiesclavitud en una zona de guerra.
Ante la ofensiva del FRU, la comunidad Mende se organizó en el grupo Kamajoh, una guerrilla destinada a la protección de civiles. Sin embargo, las filas del Kamajoh están compuestas principalmente por niños y adolescentes.
Después de once años de conflicto armado, la Guerra Civil de Sierra Leona dejó cifras inciertas. Se especula que hubo entre 50.000 y 100.000 muertos, miles de personas mutiladas y más de dos millones de desplazados, aunque muchos aseguran cifras aún mayores.
Si bien el presidente Ahmed Tejan Kabbah anunció el fin del conflicto a inicios del 2002, la ONU declaró el fin de hostilidades hasta 2009 y, realmente, el conflicto no ha cesado del todo. Sierra Leona es uno de los países más pobres de África y posee una tasa de mortalidad muy alta, causada principalmente por la desnutrición y enfermedades de transmisión sexual. La mayor parte de las víctimas de la Guerra Civil no ha podido acceder a los mínimos de reparación establecidos por el Derecho Internacional: rehabilitación, compensación, restitución, satisfacción y garantías de no repetición. Muchos no han regresado a sus sitios de origen por el miedo a una nueva tentativa de guerra.
De uno de los campos de refugiados en Guinea, surgió poco a poco Sierra Leone’s Refugees All Stars, un grupo musical de reggae, ritmos africanos y canción protesta. Cuando Ruben Koroma y su esposa Grace entendieron que pasarían un largo tiempo en los campos a la espera del fin del conflicto, empezaron a trabajar con algunos compañeros para entretener a los demás refugiados a través de la música: “Dijimos ¿Qué estamos haciendo? La gente está confundida. Nada sucede aquí, no hay nada. Entonces pensé que debíamos hacer algo para entretenerlos” (Koroma, 2005).
El grupo hizo su primera gira en otros campos de refugiados, animando a otros desplazados y ganando nuevos miembros a la banda. Durante tres años, los cineastas americanos Zach Niles y Banker White siguieron al conjunto en su gira y proceso de formación y, finalmente, mostraron al mundo la conmovedora historia de una forma de resistencia cultural en Sierra Leona en el documental Sierra Leone’s Refugees All Stars.
Cada miembro es un rostro del conflicto, cada uno tiene su historia, su lucha interna, su forma de ver la guerra; juntos, son capaces de cantar un universo y aliviar su carga y la de los demás refugiados “Hablamos todos los días y todas las noches. A veces tocamos y a veces sólo olvidamos. Sabes, estamos muy afectados, entonces necesitamos estar conectados. Cuando estás conectado, puedes olvidar un poco.”(Franco, 2005).
Cuando el conflicto terminó, parte de la banda se trasladó a Freetown, capital de Sierra Leona, como un plan piloto de retorno de desplazados. Allí, más tarde, fue posible la grabación oficial de las canciones que surgieron durante sus años de refugiados y que fueron recopiladas en su primer álbum Living Like a Refugee en 2006.
Su carisma, compromiso social y talento han sido reconocidos por diferentes disqueras y hoy, cuentan ya con tres álbumes más Rise & Shine (2010), Radio Salone (2012) y Libation (2014). Actualmente, se encuentran en la gira de su último álbum.
Sierra Leone’s Refugees All Stars es un claro ejemplo de cómo la cultura permite la supervivencia de una comunidad. A través de la música, cientos de refugiados del Conflicto de Sierra Leona estuvieron más cerca de la esperanza, la fe y el retorno de la alegría.
La reparación de víctimas no solo se contempla en lo material, sino en una recuperación de la dignidad, en consignar los hechos y transmitirlos, porque cosas así merecen ser contadas. Sus canciones le dieron un rostro y una identidad a sus oyentes, materializaron sus miedos, sus opiniones y sus expectativas en versos de África para el mundo.
Fotografía tomada de: https://www.kcrw.com/music/articles/sierra-leones-refugee-all-stars-musical-joy-transcending-human-misery